El año 2021 marcó sendos récords sin precedentes en las mayores economías. América Latina es la región más golpeada, mientras Asia aún resiste.
Las crecientes presiones inflacionarias y la naturaleza multicausal requiere expandir la gama de instrumentos a las autoridades.
De Estados Unidos a Europa, de Asia a América Latina y de África a Oceanía, el ‘virus’ económico de la inflación azotó al mundo el año 2021 a la par del biológico de la covid-19.
Las economías globales registraron el año pasado récords al alza de los precios al consumidor, situación que pone en jaque a los bancos centrales u organismos económicos mundiales a la espera de cuál va a ser su respuesta.
Una cadena logística desordenada y la escasez de productos esenciales, como los semiconductores, resultado de la explosión de la demanda antes y después de la crisis, explican grosso modo, el comportamiento del IPC.
La inflación también se detalla por el aumento del precio de las materias primas tales como madera, cobre o acero y de la energía como la gasolina, el gas, o la electricidad.
“La mayor sorpresa del 2021 fue la inflación”, reseñaron en su momento los analistas del banco estadounidense Goldman Sachs.
Si bien es cierto que la inflación golpeó el mundo el año anterior, también es preciso destacar que esta se comporta con mayor crudeza en África y América Latina, siendo esta última la más afectada.
De hecho, estos dos continentes comparten la lista de los países con las más altas inflaciones.
En su más reciente informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que la inflación en la región fue de 7,2% en el 2021 (excluyendo a Argentina, Venezuela, Surinam y Haití) y de 7,6% en América del Sur, sin contar a los países del continente ya mencionados.
Sin presentar cálculos, este organismo prevé que en 2022 las presiones inflacionarias continúen en la región, impulsada por precios de alimentos y energía, y le pide a las autoridades económicas emplear diversos mecanismos, más allá del incremento de las tasas de interés, para combatirla.
“Las crecientes presiones inflacionarias y la naturaleza multicausal de la inflación requiere expandir la gama de instrumentos disponibles a la autoridad monetaria (encajes, tasas de interés, reservas internacionales, utilización de los DEGs)”, señala el documento de la Cepal.
“...(se debe) expandir el espectro de instrumentos (monetarios, cambiarios y macroprudenciales) más allá de la tasa de interés, para enfrentar las presiones inflacionarias sin menoscabar los impulsos por recuperar el crecimiento y el empleo”, complementó el organismo.
UNA AMÉRICA LATINA GOLPEADA
Brasil, la economía más grande del continente, cerró el 2021 con una inflación de 10,06%, el mayor nivel desde 2015.
Las divisiones de transporte (21,03%); vivienda (13,05%) y alimentos y bebidas (7,94%) fueron las de mayor crecimiento.
Por otro lado, la inflación en México fue de 7,36% en 2021, la más alta desde hace 20 años, también impulsado por un incremento de los precios de los alimentos.
Chile, a su vez, despidió el año anterior con una inflación de 7,2%, la más alta en 14 años, mientras que en Perú (6,42%), fue el mayor incremento desde el 2009.
En Paraguay fue de 6,8%, la mayor en diez años, y en Uruguay de 7,96%.
Lejos están Venezuela (686,4%) y Argentina (50,9%) como los territorios con mayor inflación en la región, al tiempo que Bolivia (0,90%) y Ecuador (1,96%) fueron las de menor crecimiento.
Por su parte, Centroamérica, la inflación cerró de la siguiente manera: Costa Rica (3,30%); El Salvador (6,12%); Honduras (5,32%); República Dominicana (8,5%) y Guatemala (3,07%).
ÁFRICA, CON LA INFLACIÓN AL ALZA
En el continente africano las economías también cerraron el año pasado con alzas importantes. Ghana, por ejemplo, al finalizar 2021 su inflación fue de 12,6%, en Jordania de 1,36%, al tiempo que en Túnez fue de 6,6% y en Uganda de 2,9%.
Otros países de la región, quizás mas renombrados, aún no cierran el año estadístico pero su inflación avanza así a noviembre : Sudáfrica (5,5%), Marruecos (2,6%) y Nigeria (15,40%).
EL CASO DE ASIA
El origen de las cadenas de suministro y los puertos marítimos de avanzada tecnología se encuentran en este lado del mundo, por lo cual, están acostumbrados a no tener presiones inflacionarias.
Sin embargo, esto cambió con la actual situación y se observan casos como Corea del Sur (2,5%), su máximo en 10 años; Taiwán (1,96%), máximo desde 2009 y Filipinas (4,5%), récord de tres años.
A su turno, China, la segunda economía mundial concluyó el 2021 con una inflación de 1,5%, el nivel más bajo desde agosto pasado.
También, todo parece indicar que Japón, un país acostumbrado a la inflación cero, verá este año un ligero incremento, pues a noviembre ya suma un escueto 0,5%.
LAS ALZAS EN EUROPA
El viejo continente no es ajeno a la actual situación inflacionaria. España (6,5%), Francia (2,8%), Noruega (5,3%), Estonia (12,1%), Turquía (36,1%), Letonia (7,9%), Lituania (10,6%), Países Bajos (5,7%), Luxemburgo (4,1%) y Suiza (1,5%), entre otros.
PUNTOS A DESTACAR DE LA INFLACIÓN EN EL GLOBO
La alza inflacionaria en 2021 es uno de los legados más importantes de la pandemia en todo el mundo, marcando récords de más de 10 años en países como Corea del Sur, Chile o Taiwán, por ejemplificar algunos.
América Latina y el Caribe fue una de las zonas más golpeadas por estas presiones en 2021. En América del Sur fue de 7,6%, excluyendo a Argentina y Venezuela, dice la Cepal. En 2022 estas presiones continuarán.
Si bien esta coyuntura afecta a todo el mundo, destacan los casos en Asia o Europa, territorios acostumbrados a tener nulo o ligeras presiones inflacionarias. Por su parte, en África también hay grandes incrementos.
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