jueves, agosto 11, 2022

Colombia, entre las economías con mayor riesgo de ‘default’

 Un listado elaborado por Bloomberg entre 25 naciones ubica al país en la posición 23. Hay ocho de Latinoamérica.



El rendimiento de los bonos soberanos de Ucrania se ha disparado hasta más del 60% y su valor ha caído drásticamente.

El mundo vive tiempos macroeconómicos convulsionados. Las consecuencias de la pandemia, como la disrupción de las cadenas de valor, así como la inflación y el nuevo ingrediente de la guerra en Europa del Este, dictan los compases y el rumbo de las carteras y saldos de los países en medio de altos temores por una recesión global.

A estos fenómenos también se les une la incertidumbre de cambios políticos y sociales que experimentan los países por efectos coyunturales particulares, como lo pueden ser las manifestaciones de una población en contra de sus gobernantes de turno.

Así es como, para los mercados, en su constante evaluación sobre las economías globales, han determinado cuáles son aquellos países con el mayor riesgo de un incumplimiento de sus préstamos por lo cual entrarían en default, una mancha que ninguno querrá en sus hojas de vida crediticias.

A la fecha, cinco países ya entraron a esta condición: Rusia, Sri Lanka, Líbano, Surinam y Zambia. Sobre los dos primeros, el gigante euroasiático no logró cancelar bonos de su deuda al tener los fondos bloqueados por las sanciones emulando las épocas de 1918, mientras que la nación surasiática afrontó este impago por primera vez en su historia en mayo de este año luego de desatarse su peor crisis financiera que llevó a la huida de su presidente y el establecimiento de un nuevo gobierno.

Pero más allá de estos emblemáticos casos, la lista de países que pudieran entrar a esta condición está incrementándose por, además de las razones mencionadas, el encarecimiento del dinero producto de las continuas alzas de las tasas de interés en todo el mundo.

La mirada está puesta ahora en un listado elaborado por la agencia Bloomberg sobre aquellos países con mayor riesgo de un impago.

En el ranking de 50 economías, que van desde el mayor riesgo hasta el menor, ocho países de América Latina se ubican entre las primeras 25 posiciones, las más arriesgadas.
En líneas generales, los países involucrados en un posible default sumarían más de US$237.000 millones en pagos que no podrían producirse.

El ranking de la agencia económica compone una puntuación basada en cuatro variables: rendimientos de bonos del gobierno, diferencial del swap de incumplimiento crediticio a cinco años, gasto por intereses como porcentaje del PIB y deuda pública como porcentaje del PIB.

Así las cosas, las primeras diez posiciones del listado van de esta manera: El Salvador, Ghana, Túnez, Pakistán, Egipto, Kenia, Argentina, Ucrania, Baréin y Namibia.

El territorio centroamericano encabeza el listado por sus altos niveles de la deuda total del gobierno y un mayor gasto en intereses. Este último indicador está en torno al 4,9% de su PIB, lo cual es “relativamente alto” para los expertos.

Por otro lado, la deuda pendiente del gobierno centroamericano equivalen al 82,6% de su PIB.

Además, el hecho de haber legalizado al bitcóin como moneda de curso legal y de haber emitido bonos en esta unidad, ha disparado el riesgo del país debido al lastre del valor de la criptomoneda en lo corrido del año.

En el caso de los siguientes países africanos su ubicación en la lista lo explican sus altos niveles de deuda en cuanto al PIB y su escaso acceso a divisas para afrontar sus pagos.

El segundo país latinoamericano en aparecer en la lista es Argentina, quien se encuentra en diatribas sobre el acuerdo firmado con el FMI y sus instancias para cumplirlo, en aras de cancelar el préstamo de la entidad entregado en 2018 de US$45.000 millones.

En el presente julio Argentina ha reforzado los diálogos con el FMI para ello.

Entre los indicadores de la cartera argentina que pesan sobre el ranking está el nivel de deuda del gobierno que está en 74,3% del PIB.

Detrás del país sudamericano está Ucrania, uno de los países beligerantes. El escenario de un posible control de Rusia, aunque no ha sucedido, subió el riesgo de un impago y, por ende, el valor de los mismos cae y su rendimiento, que va en dirección contraria, subió al 60,4%, el más alto entre las 50 categorías del listado.

Entre las siguientes casillas para la región están Brasil, Costa Rica, Ecuador México, Perú y Chile.

También se encuentra Colombia, que aunque se ubica en las últimas posiciones (23 de 25) todavía engrosa el listado de países con un riesgo alto de incumplimiento.

¿Y CÓMO ESTÁ COLOMBIA?

​El país aparece en la posición 23 entre las 25 posiciones de la primera parte del listado, por lo que el riesgo de un impago es limitado.

De acuerdo con el documento, la deuda colombia es 60,6% del PIB del país, mientras que su rendimiento de los bonos es del 7,3%. Su gasto en intereses es del 2,9%. El diferencial de swap de incumplimiento crediticio en este caso es de 259.

Brasil (11), Ecuador (19), República Dominicana (21) y México (25), también aparecen en la primera parte del ranking.

Mientras, Uruguay (29), Panamá (32), Guatemala (38), Perú (42) y Chile (46) ocupan las mejores casillas en la segunda parte del listado.

Alza de tasa al 9% abre debate sobre efectos y futuras subidas

 En dos meses la Junta del Banco de la República ha incrementado en tres puntos porcentuales los tipos de interés.



Este viernes fue la última reunión de la Junta Directiva del Emisor durante este Gobierno.

Con el incremento de 150 puntos básicos (1,5 puntos porcentuales) hasta el 9%, decretado por el Banco de la República, algunos ya están manifestando que esta fue la última alza que hizo el Emisor en su política de normalización de la política económica.

El economista Alejandro Reyes, de BBVA Research, considera que el ciclo de alza en tasas habría finalizado y el nivel de 9% se mantendría por un tiempo.

Con el incremento de ayer, en el lapso de un mes el Emisor incrementó su tasa de política en 300 puntos básicos (3 puntos porcentuales), lo que para Reyes “ubicaría la tasa en terreno real contractivo tomando la inflación esperada a un año”.

Para Leonardo Villar, el gerente general del Banco de la República, estas decisiones de los últimos dos meses llevan la tasa a un nivel que ayuda a la convergencia de la inflación hacia su meta.

La decisión fue dividida, con uno de los miembros argumentando un incremento de 100 puntos básicos en la tasa de política.

Analistas y la propia Junta Directiva del Banco de la República estiman que el incremento de tasas no afectará de inmediato a la economía, que viene teniendo un fuerte dinamismo (pese a la moderación de algunos indicadores), hecho que se comprueba con las revisiones al alza que tanto el gobierno, varias instituciones y centros de estudios han estado realizado en los últimos días y que estiman estará por encima del 6%.

De hecho, el propio Banco de la República destaca una nueva revisión al alza de los pronósticos con un crecimiento esperado para 2022 de 6,9% desde el 6,3% previsto en junio.

Villar mencionó que hacia adelante, luego de los ajustes ya observados, seguramente las necesidades de aumentos en tasas sean menores a las ya observadas de ser necesarias, sin embargo resaltó que las decisiones obedecen a la información disponible en cada reunión.

El comunicado del Banco de la República destaca un nuevo repunte de la inflación en el mes de junio, al 9,7% desde el 9,1% y de 5,9% a 6,1% para la inflación sin alimentos ni regulados. Este factor es central en las decisiones de los últimos dos meses en tasas.

También resalta el comunicado que las expectativas de inflación se elevaron en la más reciente encuesta, alcanzando el 9,2% para el cierre de 2022 y el 5,2% para el cierre de 2023.

LOS EFECTOS

Por otra parte, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo destacó que el choque inflacionario ya no es especialmente de oferta sino que se presentan ya efectos de demanda y de segunda vuelta, lo que justifica un ajuste más marcado en las tasas en las últimas reuniones de política monetaria.

Villar destacó que con el reciente discurso de la Fed en torno a su más reciente decisión se calmó un poco el mercado y que esto ayudaría a un ajuste más calmado en mercados emergentes.

Asimismo, considera que el alza de las tasas de captación de las entidades financieras se debe en gran parte al ajuste de las tasas de política y el contexto de migración de recursos desde vista a plazo por parte de los ahorradores.

Reyes dice también que “el ciclo de alza en tasas habría finalizado y que la tasa se mantendría por un tiempo en el nivel actual, lo suficientemente alto para lograr una moderación de la inflación en el horizonte de política y una convergencia a la meta de inflación hacia 2024”.

Señala que “comenzamos a evidenciar ya algunas señales de moderación en la actividad, como se mencionó con las cifras de empleo de junio, pero también a partir del crecimiento de la demanda de energía y de nuestro indicador Big Data Consumption Tracker, que señala una desaceleración para junio y en especial para Julio en el gasto de los hogares.

Considera que, en ausencia de sorpresas inflacionarias, en su reunión de septiembre el Emisor podría evaluar ya señales relevantes de moderación de la actividad y estabilidad en precios, lo que justificaría poner fin al ajuste de tasas al alza.

Por su parte, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, asegura que esto “nos lleva a una tasa históricamente alta del 9 % que en voz del gerente ya de alguna manera puede ser contraccionista para la economía colombiana en un proceso donde la inflación está muy alta y la demanda agregada también está muy saludable”.

Así, de acuerdo con Leonardo Villar, “ya estamos muy cerca del final de la subida de las tasas de interés y que los próximos ajustes seguramente van a ser en muchísima menor cuantía”.

LO QUE PASA EN LA REGIÓN

Argentina, Brasil Chile y Colombia son los países en donde más alzas de tasas han realizado en América Latina sus bancos centrales para tratar de controlar la inflación. En Argentina la tasa directriz del banco central está en 52%, ante una inflación del 50% y en el caso de Brasil en lo que va del año, el Banco Central ha subido las tasas hasta el 13,25% y el próximo miércoles la estimación de los analistas es que las volverá a subir otros 50 puntos básicos.

En Chile el 13 de julio aumentaron 75 puntos base hasta llevar la tasa a un 9,75%, en medio de un escenario de alta inflación, con un acumulado anual de 12,5%, lejos del rango meta del 3% y hace dos semanas el Banco Central anunció una intervención del mercado cambiario por US$25.000 millones.