Javier Ibáñez, ingeniero, emprendedor inmobiliario argentino y presidente del INTI, entrega una serie de puntos clave para crear un modelo de negocio acertado. Identificar los recursos humanos y aprender a gestionarlos es uno de los pasos, así como analizar el mercado al cual se planea llegar.
“El primer paso que se debe dar es encuadrar el proyecto en una estructura ideológica. Lo anterior quiere decir que todo comienza por el nombre de la empresa, la misión y valores”
Javier Ibáñez, presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial –INTI– (Argentina), recuerda que cuando se habla de un plan de negocios se está haciendo referencia a aquel documento en el que se plasman todos los objetivos que se tienen para una nueva empresa, los plazos estimativos en los que se concretarán, la estructura organizacional y los montos que se invertirán para financiar el proyecto.
Puntos clave para crear un modelo de negociosEl primer paso que se debe dar es encuadrar el proyecto en una estructura ideológica. Lo anterior quiere decir que todo comienza por el nombre de la empresa, la misión y valores. Aquí se describe la idea principal del negocio y los objetivos a alcanzar. A la hora de elegir el nombre de la empresa se debe pensar en que este debe reflejar el “alma” del negocio, o por lo menos remitir en algo a su esencia.
«Respecto de este paso, la apuesta empresarial es ser innovadores. Hay una forma de aumentar la competitividad en una empresa y es a través de la explotación de un nicho de valor. En la definición de la misión o propósito hay que ser creativos y audaces, buscando responder con nuestro producto o servicio la mayor cantidad de necesidades con el mayor nivel de valor agregado. Finalmente se deben expresar los valores, que tienen que ver con las reglas bajo las cuales se conducirá la organización. Los valores siempre guiarán el negocio a lo largo de toda su trayectoria», asegura Ibáñez.
Como segunda medida, dice Ibáñez, se debe analizar el entorno y conocer el mercado al cual se planea llegar.
«Acto seguido se realiza un informe de investigación sobre la industria y el mercado en los que se desarrollará la empresa. Conocer el sector al que pertenece la oferta, cómo se comportan las ventas y cuál es la demanda del público son algunos de los criterios básicos a tener en cuenta», explica.
En esta etapa es recomendable realizar un análisis FODA. Esta herramienta es útil para conocer cuáles son las variables internas (fortalezas y debilidades) y las variables externas a la empresa (oportunidades y amenazas). Las primeras deben ser potenciadas o mitigadas según el caso y las segundas explotadas o neutralizadas según corresponda.
Un tercer paso es diseñar la infraestructura del negocio.
«Esta parte del plan incluye los objetivos del negocio, las estrategias para concretarlos y los plazos en los que se deben lograr los primeros resultados. Normalmente, aquí se define el precio de tus productos o servicios, se calculan los gastos y se identifican los canales de distribución, venta y promoción del ítem en cuestión», afirma el presidente del INTI.
A lo que, por defecto, debe seguir la elaboración de un modelo financiero, paso que representa:
«[…] un punto fundamental a la hora de darle viabilidad a todo negocio. Aquí se presentan qué visiones a futuro se tienen del negocio en términos económicos y de rentabilidad. Es el apartado al que más importancia darán los inversionistas en caso de que utilices tu plan de negocios para conseguir financiamiento. Deberías realizar un balance general, flujo de caja y un análisis del punto de equilibrio, entre otros cálculos», describe Ibáñez.
Para finalizar, deben ser identificados los recursos humanos y aprender a gestionarlos. Es importante definir claramente los roles, funciones y responsabilidades de los trabajadores, si los hubiera. A partir de ello se debe determinar el monto de salarios y prestaciones para cada uno.
«Se debe realizar un organigrama en donde se delimiten funciones según sus cargos y se construya la estructura organizacional de la empresa. Una vez que ésta se consolide, es importante proyectar la creación de un área de recursos humanos que gestione las contrataciones y el desarrollo de cada trabajador dentro de la compañía», concluye Ibáñez.