Se reportaron activos omitidos por $4,4 billones, se sanearon $311.000 millones y hubo pasivos inexistentes por $188.000 millones
La Ley de Financiamiento otorgó tanto a las personas naturales como a las sociedades una especie de ‘segunda oportunidad’ para poder estar al día con la administración tributaria y normalizar sus capitales del exterior.
Según cifras de la Dian, en 2020 4.760 contribuyentes se acogieron a la normalización tributaria, a través de la cual se reportaron activos omitidos por $4,4 billones, se sanearon $311.000 millones y se reportaron pasivos inexistentes por $188.000 millones.
En total, esta normalización tributaria le generó a la Dian unos ingresos por $632.000 millones en el año gravable 2020, una cifra que es inferior al recaudo que se alcanzó en 2019, cuando llegó a $1,1 billones.
Según Julio Lamprea, director de gestión de ingresos de la Dian, quienes normalizaron sus activos van a evitar sanciones e intereses de mora, sobre todo, en un momento en el que el Estado tiene convenios para identificar los activos omitidos.
Hay que recordar que esta norma daba la oportunidad a los contribuyentes con activos omitidos o pasivos inexistentes de declararlos y pagar hasta, máximo, el 25 de septiembre de 2020, cancelando una tarifa de 15% sobre la base gravable del activo. Este porcentaje era superior en dos puntos porcentuales al que se manejó durante 2019, cuando la norma estipulaba una tarifa de 13%.
Con el objetivo de normalizar su situación tributaria, desde hace unos días la Dian también invita a 10.217 contratistas del Estado que adeudan a la entidad más de $1,3 billones, a que se pongan al día en sus obligaciones pendientes.
Para ello, la entidad dijo que les contactará y atenderá virtualmente de manera personalizada en cada uno de los casos, ofreciendo información actualizada de su estado de cuenta y brindando la orientación necesaria para que se pongan al día en su obligación
Impuesto al patrimonio
Para la próxima reforma tributaria está en la mira hacer que el impuesto al patrimonio sea permanente e, inclusive, aumentar la tarifa de 1% a 3% para quienes tienen patrimonios superiores a $5.000 millones.
“No estamos de acuerdo con dejarlo permanente, eso generaría una atomización del sector empresarial. Se podría generar elusión. Sería antitécnico porque podría pasar que los grandes patrimonios se dividan y eso no está bien”, dijo Rosmery Quintero, presidente de Acopi.
Cabe mencionar que desde 2002 la Dian ha recaudado alrededor de $32,4 billones a través del impuesto al patrimonio, cifra que no incluye otros $15 billones que se recaudaron por concepto de impuesto a la riqueza entre 2015 y 2018.
Javier Díaz, presidente de Analdex, aseguró que no sería una buena medida para atraer inversión al país. “A mí no me gusta esa idea, menos la propuesta que está planteando el Gobierno de una tarifa de 3% al impuesto al patrimonio, me parece que eso espanta la inversión. Es una tarifa muy alta en una coyuntura como la actual”, explicó.
De hecho, la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios recomendó hace unos días eliminar los impuestos corporativos distorsionantes no basados en las ganancias o utilidades, incluido el impuesto al patrimonio.
A pesar de ello, para algunos expertos como el exdirector de la Dian, Gustavo Cote, la posibilidad de aumentar la tarifa del impuesto al patrimonio de 1% a 3% sería bueno para incrementar el recaudo y así se podría ampliar la cobertura de los programas sociales en medio de la pandemia.