martes, octubre 26, 2021

Tributaria: con factura electrónica atajarán evasión en venta de inmuebles

 


Las notarías mantendrán el deber de informar que la escritura debe reflejar el valor de la venta.

La idea del sistema de georreferenciación en la Dian no se ajustaba a la realidad tras la pandemia.

En la ponencia del proyecto de Inversión Social o de reforma tributaria, con la que se inicia el primer debate en el Congreso, los ponentes y el Gobierno acordaron eliminar el artículo 9, que creaba un sistema de georreferenciación en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), el cual los notarios deberían utilizar para establecer el valor el valor de los inmuebles de las compraventas que se protocolizan con escrituras ante las notarías.

Aunque para algunos el cambio podría interpretarse como un retroceso en la idea de la lucha contra la evasión, el senador Juan Samy Merheg, autor de la iniciativa de retiro del artículo, justificó la proposición argumentando que, legalmente, la fijación del valor comercial de los bienes inmuebles en Colombia no es potestad de la Dian, y que hacerlo iba en contra de la autonomía de la voluntad privada de los particulares para establecer las condiciones de los contratos y negocios jurídicos por ellos celebrados y el principio contractual de consensualidad, entre otros.

Y además, en momentos en que el país necesita dinamizar la economía, podría ocurrir que comercialmente y para la Dian, un inmueble cueste, por ejemplo, 800 millones de pesos, pero realmente dentro del mercado solo ofrecen por este entre 600 o 700 millones, o que su dueño sea alguien en una condición de insolvencia y necesite liquidez.

En ambos casos, según la proposición, esto haría que muchos propietarios tuvieran que vender sus bienes muy por debajo del valor que fije la Dian, pero terminarían pagando un impuesto mayor a las ganancias ocasionales por un valor que realmente no reciben en su totalidad, dadas estas situaciones del mercado o de decisiones en que las partes pacten un menor valor.

Además el artículo retirado obligaba a los notarios a registrar las transacciones por el valor que indicara dicho sistema de georreferenciación, para no convertirse en responsables solidarios ante la Dian por la diferencia de valores, o simplemente haría que el negocio no se celebre.Momento inconveniente

Al respecto, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, le dijo a EL TIEMPO que en la coyuntura actual una medida de este tipo puede generar dificultades porque puede haber muchas ventas que estén siendo afectadas por el impacto de la pandemia y esto haría que las transacciones no reflejaran correctamente su valor en las condiciones de mercado actuales.

Y dijo que aunque es claro que esta medida no se entendería bien de cara a la reactivación económica del país, en el proceso de construcción de la ponencia el director de la Dian, Lisandro Junco, dijo que con el incremento que se está proponiendo en el uso de la factura electrónica para nuevas transacciones, por allí también se puede hacer un control de la compra venta de viviendas para efectos de tributación.

“Él no le ve inconveniente e incluso cree que con lo ya tiene en factura electrónica es suficiente”, aseguró el ministro Restrepo.

Valor en libros de las acciones muestra que están baratas

 El mercado colombiano es uno de los más castigados del mundo, ya que tiene una desvalorización superior al 7% este año.



En general, las acciones colombianas muestran un espacio potencial para seguir subiendo de precio como lo han venido haciendo desde el pasado 9 de agosto.

Este jueves, el índice MSCI Colcap subió el 0,28% y cerró en 1.329,67 puntos con lo que en apenas 10 días ya recuperó la mitad de la caída que traía este año. La cifra negativa de todas maneras es del 7,53% desde enero.

Solo con la lupa puesta en el indicador Q de Tobin (aunque hay varios), y que mide la relación entre el valor en la bolsa de una empresa y su valor intrínseco, es decir, si está sobrevalorada o infravalorada, las principales firmas muestran que se están negociando en promedios bajos, según el sector en el que están.

Y aunque en el mercado de acciones colombiano, de las 41 con alguna o mucha negociación apenas dos títulos se negocian dos veces por encima de su valor en libros, otras 13 un poco más de una vez y 26 por debajo de una vez, eso no quiere decir que estén sobrevaloradas o recalentadas, ya que lo que se debe mirar son los flujos futuros de las compañías en los que se deben tener en cuenta sus planes de ensanche, inversiones, mercado internacional, alianzas, y compras, entre otros aspectos.

Pero en cambio, lo que sí se ve es que la mayoría de títulos representan una oportunidad potencial para subir de cotización.

Según el analista certificado, Andrés Moreno, en el caso del sector petrolero es muy común que las acciones de esas firmas se negocien hasta cuatro veces su valor en libros y en el caso de Colombia, Ecopetrol y Canacol se negocian con indicadores que apenas sobrepasan dos veces. En el sector de energía también es común que las compañías se negocien en la bolsa más de dos veces su valor en libros y en el caso de ISA, su precio no llega a ese indicador y en casos como los papeles del GEB y Celsia, sus indicadores son más bajos.

Lo que los analistas advierten es que al mirar las cifras no hay que llamarse a engaños comparando la Q de Tobin de una petrolera con una constructora o un banco, ya que cada sector responde a unas dinámicas de negocio y mercado que no pueden compararse.

En Colombia los bancos y entidades financieras están negociándose como máximo a 1,4 veces su valor en libros y en su mayoría no llegan a una vez y el estándar es que estos pueden negociarse hasta tres veces el valor en libros.

Hay que recordar que entre 2005 y 2006 los bancos colombianos llegaron a negociarse en la bolsa hasta tres veces su valor en libros “y ahí sí había una clara sobrevaloración”, dice Moreno.

Un ejemplo de una baja valoración en el mercado frente al valor en libros son las acciones de holdings como el Grupo Argos ya que es normal que se negocien similar a su valor en libros, pero esos dos títulos están muy por debajo de ese indicador.

Para Edgar Jiménez, del Laboratorio Financiero de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, uno de los primeros parámetros de un inversionista del mercado accionario es “buscar una empresa con buena situación financiera, perspectiva de crecimiento y una Q de Tobin baja. Eso le indica si está barata o subvalorada”.

Otro tema que hay que ver, es que algunos papeles pueden representar una oportunidad de compra pero tener una baja liquidez.