sábado, noviembre 06, 2021

Clasificación de personas naturales en los grupos de aplicación de Estándares Internacionales

 


En Colombia, la aplicación de Estándares Internacionales de Información Financiera dependerá de una clasificación previa de los reportantes del sector privado en 3 grandes grupos.

Aquí te contamos cuáles son los criterios para clasificar a una persona natural en uno de los grupos en cuestión.

En Colombia, quienes deseen desarrollar negocios empresariales u actividades mercantiles pueden operar como personas naturales o jurídicas. Estos tipos de personas son reconocidos por los artículos 73 y 74 del Código Civil.

La persona jurídica es una persona ficticia con la capacidad de ejercer derechos y contraer obligaciones, además de ser representada judicial y extrajudicialmente.

En este editorial, nos centraremos en las personas naturales, las cuales están definidas como:

Todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición.

Una persona natural puede contar entre sus ventajas, que tiene menos responsabilidades tributarias cuando está iniciando la actividad, además de poseer una serie de diferencias importantes en relación con las sociedades.

Te presentamos en la siguiente guía las diferencias que deben tenerse en cuenta al decidir la forma de constitución de la empresa: Matriz: comparativo de las diferencias al emprender como persona natural o sociedad

Los Estándares Internacionales de Información Financiera clasifican las empresas en 3 grandes grupos que deberán aplicar, cada uno, un marco técnico de información financiera diferente: los grupos 1 y 2 (Estándar Pleno y Estándar para Pymes respectivamente) se derivan del estándar internacional, en tanto que el grupo 3 es una construcción de carácter nacional que busca responder a las necesidades específicas de las pequeñas empresas nacionales.
¿Qué personas naturales están obligadas a llevar contabilidad?

Antes de abordar los grupos de aplicación en los que están clasificadas las personas naturales, es necesario expresar que para poder clasificarse en uno de los grupos la persona natural debe estar obligada a llevar contabilidad.

La regulación colombiana indica que, de acuerdo con el artículo 19 del Código de Comercio:

Es obligación de todo comerciante:
Matricularse en el registro mercantil;
Inscribir en el registro mercantil todos los actos, libros y documentos respecto de los cuales la ley exija esa formalidad;
Llevar contabilidad regular de sus negocios conforme a las prescripciones legales;
Conservar, con arreglo a la ley, la correspondencia y demás documentos relacionados con sus negocios o actividades;
Denunciar ante el juez competente la cesación en el pago corriente de sus obligaciones mercantiles, y
Abstenerse de ejecutar actos de competencia desleal.

(Los subrayados son nuestros).

Por lo anterior, todas las personas naturales que desarrollan actividades mercantiles están en la obligación de llevar contabilidad. Las actividades mercantiles están definidas en el artículo 20 del Código de Comercio, entre las que se encuentran, por mencionar algunas:
La comercialización de bienes.
Las actividades de arrendamiento de bienes inmuebles.
Los establecimientos de comercio.

No obstante, desde el punto de vista tributario, la ley otorga el deber de llevar contabilidad a las personas naturales responsables de IVA (antes denominado régimen común del impuesto a las ventas).

Las personas naturales responsables de IVA son las que cumplen los requisitos y topes determinados en el parágrafo 3 del artículo 437 del Estatuto Tributario –ET–.

En el siguiente video, el Dr. Juan Fernando Mejía, experto consultor de Estándares Internacionales de Información Financiera e impuestos, explica ¿Cuáles son los requisitos para que una persona natural sea obligada a llevar contabilidad? ¿Qué se puede hacer para retornar de obligada a no obligada?:


¿En qué grupo debe clasificarse una persona natural?

El Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– aclara en el Concepto 0348 del 2 de junio de 2021 que una persona natural obligada a llevar contabilidad debe clasificarse dentro de los grupos establecidos en el Decreto 2420 de 2015, como se muestra a continuación:
Condición Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3
Persona natural con planta de personal superior a 200 trabajadores o activos totales superiores a 30.000 smmlv y que realicen importaciones o exportaciones que representen más del 50 % de las compras o ventas respectivamente (artículo 1.1.1.1 del Decreto 2420 de 2015).

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Persona natural con planta de personal no superior a diez (10) trabajadores con activos totales, excluida la vivienda, por valor inferior a quinientos (500) smmlv, y que tengan ingresos brutos anuales inferiores a 6.000 smmlv (anexo 3 del Decreto 2420 de 2015, párrafo 1.2).

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Persona natural que no cumpla los requisitos anteriores.

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Adicional a ello, los reportantes que cumplan con la totalidad de los requisitos establecidos por el artículo 499 del ET y las normas que lo modifiquen o adicionen (ver parágrafo 3 del artículo 437 del ET), serán catalogados como integrantes del Grupo 3: implementadores del estándar de contabilidad simplificada.
“las personas naturales podrán optar de forma voluntaria por la aplicación de las normas del grupo 2”

Es importante aclarar que aún sin el cumplimiento de los requisitos,las personas naturales podrán optar de forma voluntaria por la aplicación de las normas del grupo 2.

El CTCP expresa:

Ahora bien, de forma voluntaria la persona natural podría decidir aplicar las normas del Grupo dos, un marco técnico que también puede ser aplicado por personas naturales obligadas a llevar contabilidad.

Para profundizar qué tipo de personas naturales se encuentran obligadas a aplicar los nuevos marcos contables de información financiera, te invitamos a escuchar de primera mano al Dr. Juan Fernando Mejía, consultor de Estándares Internacionales y conferencista de Actualícese:

Para evaluar de forma fácil y rápida a qué grupo normativo para la aplicación de Estándares de información Financiera pertenece, no dude en acceder a nuestra Plantilla para clasificar una entidad en un grupo de aplicación de las NIIF en Colombia.
Contabilidad simplificada para el grupo 3

Las entidades del grupo 3 no están obligadas a aplicar Estándares Internacionales, sino un marco de contabilidad simplificada que omite muchos de los requerimientos de las entidades que aplican el Estándar para Pymes y el Pleno, debido a que su base principal de medición es el costo.

Dicho marco de contabilidad está compilado en el anexo 3 del DUR 2420 de 2015, el cual contiene el Decreto 2706 de 2012, cuyas modificaciones fueron introducidas por el Decreto 3019 de 2013.

El grupo 3, como ya se indicó líneas atrás, entre otros requisitos se caracteriza por estar conformado por las personas naturales que cumplan con los siguientes requisitos establecidos en el parágrafo 3 del artículo 437 del ET:
Requisito Límite (o restricción)
Ingresos brutos totales en el año anterior o en el año en curso. Inferiores a 3.500 UVT.
Establecimiento de comercio, oficina, sede, local o negocio. Uno.
Actividades bajo franquicia, concesión, regalía, autorización o cualquier otro sistema que implique la explotación de intangibles. No llevar a cabo este tipo de actividades.
Usuarios aduaneros. No se debe tener esta responsabilidad.
Monto de contratos de venta de bienes y/o prestación de servicios gravados con IVA en el año inmediatamente anterior o en el año en curso. Por cuantía individual, debe ser inferior a 3.500 UVT.
Monto de consignaciones bancarias, depósitos o inversiones financieras durante el año anterior o en curso. Inferior a 3.500 UVT.

Conoce más acerca del marco de información de las entidades del grupo 3 en nuestra Cartilla Práctica Contabilidad para microempresas, la cual contiene una guía detallada.


Horas trabajadas se recuperan más rápido que el número de empleos

 


El volumen de horas que los colombianos trabajaron en julio creció 35,9 por ciento.

Desde el 2016, no se veía a tanta gente trabajando más de 40 horas.

Apesar de que la economía colombiana dejó atrás la recesión que sufrió por cuenta de la pandemia del covid-19 y empezó a crecer en el primer trimestre de este año, los niveles de empleo no se han recuperado al mismo ritmo. Muchas de las empresas que redujeron su personal en medio de los confinamientos estrictos ya producen más que antes de la crisis, pero ahora lo hacen con menos gente.

“Esta situación puede deberse principalmente a dos razones: a la optimización de procesos resultado de la crisis o a la ‘aversión al riesgo’ hasta que se mejore el nivel de confianza en la agenda de reactivación de la economía”, le dijo a EL TIEMPO el director del Dane, Juan Daniel Oviedo.

La realidad es que mientras que el número de horas trabajadas por las personas ocupadas ya está por encima de lo observado en julio de 2019, antes del impacto de la pandemia, el volumen de empleo no se ha corregido de una manera tan rápida, es decir, las empresas producen los mismo, pero con menos empleados.

En concreto, el volumen de horas que los colombianos trabajaron en julio creció 35,9 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, mientras que la población ocupada solo aumentó 16,2 por ciento hasta llegar a 20,9 millones de personas, es decir, la brecha existente es de 19,7 puntos porcentuales (ver gráfico).

Aunque todavía no se puede analizar si esto significa que los trabajadores son más productivos puesto que también hay que revisar cómo se combinó el factor trabajo con el capital y los materiales, según algunos analistas no iría por ese camino. Dewin Pérez Fuentes, docente de la Universidad de Cartagena e investigador del Observatorio Laboral, explicó que la cantidad de bienes y servicios que produce hoy nuestra economía con unos 20,7 millones de trabajadores durante el trimestre mayo-julio, la producía en el 2019 antes de la pandemia con 22,6 millones de empleados, lo cual no puede interpretarse como aumentos de la productividad laboral porque se está logrando más debido a la destrucción de empleo y no por una mayor eficiencia en el uso del factor trabajo.

Al contrario, lo que está sucediendo es que la mano de obra se está usando con mayor intensidad, lo que se refleja en un mayor número de horas laboradas por cada trabajador. Según los últimos datos del Dane, el porcentaje de empleados que trabajaron más de 40 horas efectivas a la semana fue del 58,9 por ciento en julio del 2021.

Estos datos están muy por encima de los registrados en el mismo mes del año pasado (44,8 por ciento), incluso ya superan las cifras de hace dos años, cuando fue de 57,4 por ciento. Además, según Oviedo, desde el 2016 no se ve tanta gente trabajando ese número de horas.

Según los últimos datos del Dane, el porcentaje de empleados que trabajaron más de 40 horas efectivas a la semana fue del 58,9 por ciento en julio del 2021

“Esto trae consecuencias para los trabajadores, sobre todo cuando la remuneración crece por debajo del aumento de la productividad, se infiere un mayor aumento de la plusvalía, entendida como el aporte adicional de los trabajadores al proceso productivo que no les es compensado en su remuneración. De igual manera, podría tocar con aspectos físicos y psicológicos, de hecho, la mayor intensidad del trabajo es una de las categorías que se relacionan con el deterioro de la calidad del empleo, y en lo psicológico es importante tener en cuenta que los datos reflejan que el 26,6 por ciento de todo el personal ocupado a nivel nacional, esto es unos 5,6 millones de trabajadores, manifiestan sentirse estresados, preocupados y deprimidos”, explicó Pérez.

Horas trabajadas a la semana

En total, todos los ocupados colombianos trabajaron en julio 887 millones horas semanales, una cifra que ya está en los mismos niveles de antes de la pandemia y muy por encima a la observada en abril del año pasado, cuando se tocó mínimos con solo 407 millones de horas trabajadas a la semana (ver gráfico).

En mayo, junio y julio del año pasado se vio un proceso gradual de reactivación de horas, todavía por debajo de los 600 millones de horas trabajadas a la semana, y en agosto ya se llegó a 760 millones.

“Eso significa que el volumen de horas trabajadas se ha corregido más rápido que el del empleo. En el segundo trimestre de este año hemos observado una mayor recuperación. Incluso en abril el volumen aumentó 102 por ciento. Esto está detrás de que la velocidad del crecimiento de la actividad económica puede estar yendo más rápido que la de la reactivación del empleo”, explicó el director de la entidad estadística.

Excepto en el agro, en todos los sectores se aprecia esa recuperación más acelerada de las horas trabajadas frente al personal ocupado. Esto quiere decir que ramas como el comercio, el transporte o la manufactura, entre otros, que son de las que más empleo generan, están usando más intensivamente a su personal ocupado y no tanto las nuevas contrataciones. Sobre todo, se vio un crecimiento más intensivo en abril, mayo y julio.

Por ejemplo, un comerciante está trabajando en promedio 44,8 horas a la semana, mientras que en julio de hace un año empleaba 36,7, es decir, más de 8 adicionales. Lo mismo sucede en la industria manufacturera, donde ahora emplean 44,4 horas frente a las 35,8 de julio del 2020.

Según Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, esta situación obedece a las debilidades de las políticas activas con enfoque diferencial que apoyen el proceso de reactivación. “Se debe considerar que la recuperación del volumen de horas trabajadas sin traducción en el empleo está referido al tránsito progresivo a la presencialidad, aunado a la aceleración de los procesos de automatización de la producción en el marco de la crisis”, dijo Jaramillo.

Para Maribel Castillo, directora de la carrera de Economía de la Universidad Javeriana de Cali, el empleo presenta una condición especial que se conoce como histéresis y volver a los niveles iniciales antes del choque que generó el desequilibrio es demorado. Por tanto, las acciones de reactivación deben esperar una reducción lenta de la tasa de desempleo.

En Cali luego de la situación del estallido social se inició un proyecto de reactivación de empleo para jóvenes con subsidio desde el Mintrabajo y la Alcaldía

"En Cali luego de la situación del estallido social se inició un proyecto de reactivación de empleo para jóvenes con subsidio desde el Mintrabajo y la Alcaldía. La idea es generar nuevos empleos para jóvenes. El tema es que dada la situación de persistencia del desempleo no mejora la totalidad de la tasa de desempleo cesante que es la más alta", explicó Castillo.

Con el objetivo de dar un mayor empuje a la reactivación y poder crear más empleos, dentro de la reforma tributaria que ya pasó su primer examen en el Congreso y que avanza hacia las plenarias de Cámara y Senado también se incluyeron una serie de medidas para apoyar el empleo, como los subsidios a las empresas que contraten a jóvenes de entre 18 y 28 años o a las mujeres.

Estrategias para generar más empleos

Después de tres trimestres consecutivos con contracciones anuales, la economía colombiana logró crecer 1,1 por ciento en el primer trimestre de este año y en el segundo registró una variación anual de 17,6 por ciento. Sin embargo, la recuperación del empleo no va al mismo ritmo y, según los últimos datos de julio, todavía hacen falta recuperar cerca de 1,2 millones de puestos de trabajo para retornar a los niveles similares de ocupación de 2019.

Para muchos expertos, esta situación puede tener consecuencias negativas si no hay soluciones rápidas, y hay que tomar acciones para poder impulsar el empleo, sobre todo, de los más vulnerables como pueden ser las mujeres y los jóvenes.

Por ejemplo, según Paula Herrera Idárraga, profesora de la Universidad Javeriana, y Helena Hernández, project manager del proyecto Quanta-Cuidado y Género, promover la reactivación de los servicios de cuidado tendría efectos positivos para las mujeres en dos vías: aumentaría el empleo de las mujeres en estas actividades (el sector es altamente feminizado y es el que más mujeres ocupa) y permitiría que las que han dejado de trabajar o de buscar empleo, por el aumento en las cargas de cuidado, puedan volver a participar en el mercado laboral.

Si bien en julio, las tasas de desempleo de hombres y mujeres disminuyeron, la brecha de género sigue siendo alta. La tasa de las mujeres fue de 18,8 por ciento, mayor en 7,7 puntos a la de los hombres, que fue de 11,1 por ciento.

“En el top 10 de subramas que están más alejadas de su nivel de ocupación de julio de 2019 se encuentran algunas actividades de cuidado remunerado como educación de la primera infancia, preescolar y básica primaria (n.º 2 con 199.000 empleos menos), personal doméstico (n.º 3 con 177.000 empleos menos) y otras actividades de asistencia social sin alojamiento (n.º 6 con 85.000 empleos menos). Estas tres actividades de cuidado remunerado explican el 37 por ciento de los empleos que todavía no se han recuperado. Estas ocupan a un número significativo de mujeres y su lenta recuperación podría explicar por qué el empleo femenino no ha tenido un comportamiento similar al de los hombres”, explicaron las expertas.

Aparte de los incentivos a las mujeres, el vicepresidente de Anif, Carlos Prada, también nombró otras políticas que se deberían llevar a cabo para generar empleo en medio de la pandemia. Por ejemplo, desde el centro de estudios económicos proponen que los empleadores y trabajadores dejen de cotizar de manera paulatina a salud para que se eliminen algunas de las rigideces o elementos que hacen el trabajo formal más costoso.

“Hay otra cosa que también deberíamos empezar a discutir como tercera medida y es que llegó el momento de analizar el tema de un salario mínimo diferencial por ciudades. Eso permitirá llegar a más gente que hoy en día trabaja en condiciones muy diferentes a los formales”, opinó.Aumentó la productividad el año pasado

Si bien todavía no se puede calcular la productividad laboral actual, según el reporte ‘Ralentización de la recuperación del empleo y el mercado laboral de jóvenes’ del Banco de la República, la del año pasado tuvo un importante incremento. Esto se dio como resultado de una mayor contracción tanto en el número de ocupados en la economía como de las horas trabajadas.

En el informe también se explica que sectores como el de servicios o las manufacturas presentaron un incremento anual en su productividad durante el primer trimestre del 2021 del 13,2 y 11,8 por ciento, respectivamente. En contraste, la construcción, el agro y la minería presentaron caídas, y sobresale, en especial, la del primer sector, la cual se venía observando desde el 2019.