domingo, junio 18, 2023

Reducción de intereses del artículo 91 de la Ley 2227 de 2022: en junio 30 de 2023 finaliza dicho beneficio

 


La norma contempla una reducción de intereses al 50 % de la tasa original para las obligaciones tributarias que se hayan presentado sin pago antes o después de ser expedida la Ley 2277 de 2022. Además, no solo aplica a impuestos nacionales sino también a impuestos territoriales.

Conoce más detalles al respecto.

El artículo 91 de la Ley 2277 de diciembre 13 de 2022 contempla uno de los beneficios tributarios transitorios dirigidos a reducir la carga fiscal de los contribuyentes que estén adeudando valores por impuestos nacionales y/o territoriales. Sin embargo, el plazo para aprovecharlo terminará el 30 de junio de 2023

En dicha norma se lee:

Artículo 91. Tasa de interés moratoria transitoria. Para las obligaciones tributarias y aduaneras que se paguen totalmente hasta el treinta (30) de junio de 2023, y para las facilidades o acuerdos para el pago de que trata el artículo 814 del Estatuto Tributario que se suscriban a partir de la entrada en vigencia de la presente ley y hasta el treinta (30) de junio de 2023, la tasa de interés de mora será equivalente al cincuenta por ciento (50 %) de la tasa de interés establecida en el artículo 635 del Estatuto Tributario. La solicitud para la suscripción de las facilidades o acuerdos para el pago de que trata el presente artículo deberá ser radicada a más tardar el 15 de mayo de 2023.


Para los efectos de este artículo será válido cualquier medio de pago, incluida la compensación de los saldos a favor que se generen entre la fecha de entrada en vigencia de la presente ley y el treinta (30) de junio de 2023.

A partir de lo anterior, teniendo en cuenta las interpretaciones que sobre esta norma ha hecho el Ministerio de Hacienda (ver el Concepto 61000 de diciembre 19 de 2022) y la Dian (ver los conceptos 165 de febrero 7 de 2023 y 620 de mayo 29 de 2023), se pueden hacer los siguientes comentarios:La norma aplica tanto a las declaraciones tributarias por impuestos nacionales o aduanas como a las declaraciones por impuestos territoriales.

La norma aplica a declaraciones que antes de la vigencia de la Ley 2277 de 2022 se habían presentado (oportuna o extemporáneamente, pues la norma no hizo distinción) liquidando saldos a pagar por impuestos o retenciones y autorretenciones (que son los únicos conceptos que pueden generar intereses de mora), pero el pago de dichos valores aún sigue pendiente de ser realizado. También aplicaría a todas las que se lleguen a presentar sin pago después de la vigencia de la Ley 2277 de 2022 hasta el 29 de junio de 2023.

La norma establece que si el pago total de ambos tipos de declaraciones (lo cual implica el pago total del impuesto, más las sanciones e intereses de mora) se llega a realizar a más tardar el 30 de junio de 2023 (sin importar la cantidad de cuotas o pagos parciales que se quieran realizar entre la fecha de la vigencia de la Ley 2277 de 2022 y el 30 de junio de 2023), en tal caso el contribuyente o responsable se podrá beneficiar de que el cálculo de los intereses de mora que se generarían hasta el día del pago se efectuaría solo con el 50 % de la tasa de mora que esté vigente el día del pago.

El mismo beneficio también aplicará si el deudor por lo menos firma con la Dian una “facilidad para el pago” (regulada con el artículo 814 del ET, el cual incluso fue modificado con el artículo 81 de la misma Ley 2277 de diciembre 13 de 2022), y con ello puede contar hasta con 5 años de plazo para cumplir con el pago programado.

También aplica si el deudor decide hacer una solicitud de compensación entre los valores que está adeudando y los nuevos saldos a favor que se generen en algunas de sus declaraciones tributarias que se presenten con posterioridad a la vigencia de la Ley 2277 de diciembre 13 de 2022 (ver los artículos 850 a 865 del ET, los artículos 1.6.1.21.1 hasta 1.6.1.21.31 del DUT 1625 de 2016 y la Resolución Dian 000151 de noviembre de 2012, modificada con las resoluciones 000057 de febrero de 2014 y 000082 de junio de 2020; ver también los instructivos del portal de la Dian sobre este tema).

En relación con este mismo tema, es importante destacar que el artículo 815 y siguientes del ET establecen que si alguna obligación tributaria ya cumplió más de 5 años sin ser pagada (contados desde la fecha del vencimiento del plazo para declarar, o desde la fecha de la presentación extemporánea de la declaración, o desde la fecha de presentación de la declaración de corrección), pero la Dian no hizo ningún proceso de cobro coactivo, en tal caso dicha obligación tributaria se prescribió y ya no es obligatorio cancelarla.

Incluso, si alguien comete el error de pagar deudas ya prescritas, en tal caso, cuando caiga en cuenta de su error, ya no podría luego solicitar la devolución del dinero alegando que hizo un “pago de lo no debido”, pues los artículos 850 y 854 del ET indican que la oportunidad para hacer la solicitud de devolución de dichos dineros se prescribe dentro de los dos años siguientes al vencimiento del plazo para declarar.

Mientras los inversores se preparan para una recesión, los mercados emergentes se preparan para el futuro

 


El gestor de cartera Daniel Graña explica cómo las empresas de los mercados emergentes (ME) están adoptando la innovación, la desglobalización y la descarbonización para posicionarse de cara al crecimiento futuro.

La volatilidad de los mercados debida a la inflación, el endurecimiento monetario y la crisis bancaria regional estadounidense ha desviado la atención de algunos inversores de los mercados emergentes (ME). Aunque es comprensible, la atención del mercado a estos acontecimientos ha ocultado, al menos temporalmente, las poderosas tendencias que están reconfigurando el panorama de la renta variable de los mercados emergentes. Mucho más que la convergencia económica histórica y las historias de externalización, creemos que las fuerzas detrás de la prosperidad futura de los mercados emergentes y el crecimiento de los beneficios estarán cada vez más impulsados por los temas de la innovación, la desglobalización y la descarbonización.

Para los inversores con una visión a más largo plazo, creemos que la volatilidad actual ofrece una oportunidad para comprender mejor -y quizás aumentar la exposición a- estos motores ascendentes del crecimiento de los mercados emergentes. Y aunque la incertidumbre económica y del mercado puede hacer que parezca un momento inoportuno para considerar las acciones de los mercados emergentes, creemos que merece la pena destacar que la elevada inflación, una respuesta política chapucera y las tensiones en el sector bancario emanan de las economías avanzadas del mundo. Por el contrario, la experiencia ha obligado a los gestores de empresas y a los responsables políticos de los mercados emergentes a permitir tolerancias mucho más estrechas a la hora de enfrentarse a estos problemas.

Innovando hacia el futuro

Los inversores saben desde hace tiempo que los países emergentes anhelan ascender en la cadena de valor para hacerse con una mayor parte de los beneficios de los productos acabados. Lo que quizá sea nuevo es el grado en que los empresarios de los mercados emergentes están aprovechando la innovación para hacer frente a las fricciones específicas de estos países.

Estos innovadores se apresuran a desarrollar tecnologías y modelos de negocio para hacer frente a una serie de barreras que durante mucho tiempo han sofocado el progreso social y económico en estas regiones. Los principales son la proporción de la población que carece de servicios bancarios o está insuficientemente bancarizada y las lagunas existentes en los sistemas de prestación de asistencia sanitaria. Por ejemplo, en los mercados emergentes, las empresas innovadoras están combinando la tecnología financiera (fintech) y el comercio electrónico para ofrecer a los clientes un mayor acceso tanto a los bienes como a los métodos para pagarlos.

Un ámbito en el que se ha dado prioridad a la innovación es el impulso hacia la descarbonización, especialmente por parte de China. El país está motivado no sólo por lo que percibe como la vulnerabilidad estratégica de depender de las importaciones de hidrocarburos para alimentar su base industrial, sino también desde una perspectiva comercial, ya que se ha posicionado como un actor fundamental en tecnologías alternativas como la solar y las baterías.

En una línea similar, Arabia Saudí ha puesto en marcha su ambicioso programa Visión 2030 con los objetivos complementarios de disminuir su dependencia de los hidrocarburos y desbloquear las capacidades productivas del país, lo que incluye aumentar el papel de la mujer en la población activa. La proporción de trabajadoras en la población activa del país ha aumentado hasta el 34%, superando ya el objetivo fijado en Visión 2030. Al reconfigurar la composición de la economía del país -orientándola más hacia industrias innovadoras y de valor añadido, así como hacia el consumo- y reescribiendo esencialmente el contrato social entre el Estado y sus ciudadanos, los dirigentes saudíes intentan diversificar las palancas del crecimiento económico en un mundo menos dependiente del petróleo y el gas.

Como casi todas las innovaciones, estas iniciativas requerirán una inversión considerable. En el caso de los países emergentes que no disponen de grandes reservas de efectivo, gran parte de esta financiación procederá de inversores de los mercados desarrollados. Sin embargo, a diferencia de las anteriores oleadas de flujos de inversión hacia los mercados emergentes, en nuestra opinión, es probable que una mayor proporción de los beneficios proceda de la actividad comercial dentro de los mercados emergentes y de empresas regionales cada vez más sofisticadas.

Cambio de rumbo

Espoleada por la geopolítica y el deseo de seguridad en la cadena de suministro, la tendencia de varias décadas de globalización se está invirtiendo. En lugar de dirigirse a la fuente de mano de obra más barata, la producción se definirá cada vez más por la deslocalización cercana y la deslocalización amiga. Esto es intrínsecamente inflacionista. Pero aunque existen riesgos, también hay oportunidades para los inversores, ya que las cadenas de suministro deben reconfigurarse. A medida que las multinacionales intentan reducir su dependencia de China, países como Vietnam, India, México e Indonesia pueden salir beneficiados.

China seguirá siendo un componente importante del universo de renta variable de los mercados emergentes. Es probable que muchas de sus industrias se beneficien de la desvinculación, ya que tratan de reducir su exposición a fuerzas externas. Este razonamiento subyace en el modelo de doble circulación del país, que implica generar más crecimiento a partir de fuentes internas y, al mismo tiempo, seguir suministrando productos manufacturados al resto del mundo.

Al considerar la exposición a China, los inversores deben comprender cómo ha evolucionado la actitud del gobierno hacia el sector privado y sus objetivos. Cada vez más, el gobierno central espera que la actividad comercial esté alineada con los objetivos del partido de prosperidad común, innovación y descarbonización. Por ello, creemos que los inversores deben incorporar una perspectiva de gobernanza para determinar si las iniciativas comerciales en China están en consonancia con las del Gobierno central.

El juego a largo plazo

Con la ralentización de la economía mundial y la volatilidad de los mercados de renta variable, cabría esperar que las clases de activos de mayor riesgo, como las acciones de los mercados emergentes, se vieran sometidas a presión. Y aunque este año han ido a la zaga del mercado en general, la debilidad no ha sido tan aguda como muchos esperaban. En nuestra opinión, esto se debe a que la comunidad inversora en general es cada vez más consciente de los cambiantes factores que impulsan el crecimiento de los mercados emergentes. Consideramos que estos motores son de naturaleza secular y, como demuestra la innovación, están cada vez más impulsados por empresarios que buscan soluciones comerciales a los retos locales.

Inevitablemente, el crecimiento de los mercados emergentes seguirá viéndose influido por el ciclo económico mundial. Pero a medio plazo, esperamos que disminuya el grado en que los factores macroeconómicos influyen en el crecimiento económico y de los beneficios de los mercados emergentes. A medida que se desarrolle esta evolución, esperamos que los flujos de inversión se vuelvan menos cautelosos con respecto a lo que históricamente se ha considerado un segmento más arriesgado de los mercados mundiales de renta variable.

Colombianos mayores de 35 ahorran entre el 10 y 20% de sus ingresos

 


Según un estudio realizado por Pibank, la marca de banca directa del Banco Pichincha, las personas ahorran a través de diferentes mecanismos como fondos de empleados, cuentas de ahorro o CDT´s.

A raíz de la inflación y el aumento de precios de algunos productos y servicios, ahorrar cada vez se convierte en un hábito más importante para los colombianos, en especial para aquellos que cuentan con un ingreso fijo.

De hecho, un estudio realizado por Pibank, el cual analizó el comportamiento de ahorro de los colombianos mayores de 35 años, reveló que hoy en día las personas de nivel socioeconómico (NSE) 3 ahorran entre el 8 y el 30% de sus ingresos; mientras que las de NSE 4, entre el 2 y el 15%; las de NSE 5, entre el 10 y el 20% y finalmente, las de NSE 6, entre el 10 y el 30%.

El promedio de ahorro de los encuestados está entre $500.000 y $1.000.000, llegando hasta los $3.000.000 mensuales en el NSE 6. También se demostró que en el NSE 6 el monto de ahorro puede ser aún mayor, pero en ese caso las personas prefieren utilizar productos especializados como fiducias o cuentas en dólares para administrar esos recursos superiores.

De acuerdo con el análisis, los encuestados aseguran que su capacidad de ahorro depende de sus ingresos y la prioridad de sus metas futuras; haciéndolo a través de diferentes mecanismos como fondos de empleados, cuentas de ahorro o CDT´s, entre otros. Adicionalmente, el estudio concluyó que entre los colombianos hay un interés genuino por ahorrar y que buscan hacerlo mediante productos que ofrezcan respaldo, bajos costos en su uso y mayor rentabilidad.

En este sentido, Begoña Martínez, vicepresidente de banca directa de Banco Pichincha, manifestó: “desde el Banco estamos convencidos que propuestas seguras, con buena rentabilidad y que faciliten el ahorro, son el camino para mejorar las finanzas personales de los colombianos”.

¿Cuenta de ahorros?

Respecto a los instrumentos de ahorro, el estudio demostró que para el 100% de los encuestados, las cuentas de ahorro son un producto indispensable en su vida diaria, el cual utilizan como un medio transaccional para recibir la nómina y realizar pagos o transferencias, más no para ahorrar. En línea con lo anterior, las cuentas remuneradas son herramientas de ahorro e inversión para quienes desean guardar su plata en un lugar que genere rentabilidad, es decir, que pague intereses por el dinero depositado.

“La investigación realizada nos desveló que los clientes, en su mayoría, no entienden los términos financieros, por eso en Pibank nos pusimos en la tarea de crear una campaña que nos permita exaltar las bondades de nuestro portafolio de productos de ahorro, sin caer en confusiones e imprecisiones”, expresa Martínez.

En sintonía con esto, Pibank lanzó al mercado esta iniciativa bajo la premisa “¡Entiéndelo fácil!”, a través de la cual la marca planea posicionarse por su lenguaje claro y trasparente,

explicando de forma sencilla los términos financieros y las ventajas del producto. Lo anterior, buscando que los colombianos tomen conciencia sobre la importancia del ahorro.

Recordamos que la cuenta Pibank, una cuenta para ahorrar de verdad, se destaca por ofrecer una tasa efectiva anual del 10%, da el 4×1000 de todo el dinero que entra en la cuenta, transferencias gratuitas a cualquier banco y no cobra cuota de manejo ni comisiones.