Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dice que la pandemia obligó a aumentar el ritmo de endeudamiento que ahora hay que comenzar a pagar.
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miércoles, septiembre 20, 2023
BID, más optimista con deuda de Colombia que el Gobierno
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que a causa de la pandemia, el país, como otros, aumentó su deuda para enfrentar el impacto que representó la covid-19, pero ahora hay que enfrentar altos vencimientos de las obligaciones para el 2024 y el 2025.
En un evento del Ministerio de Hacienda y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el que se entregaron los resultados de su estudio insignia Lidiar con la deuda: Menos riesgo para más crecimiento en América Latina y el Caribe, Bonilla dijo que no se puede ‘demonizar’ la deuda siempre y cuando esta no se use para gasto corriente.
“Si se usa para inversión, ayuda a construir competencia e infraestructura y además sirve para lograr ingresos futuros”, aseguró.
Consideró que los países que tienen problema con la deuda la usaron para gasto corriente y hay unos con deuda del 150% del PIB, sin problemas para pagarla, pues es sostenible dado que tienen recursos para cubrirla y en ese caso es sostenible pues crearon condiciones para pagarla.
Y advirtió que “otros tienen una deuda que representa el 50% del PIB y es impagable e insostenible, pues gastaron donde no era y además no superan el test de sostenibilidad. La tasa de crecimiento del país debe superar la tasa de interés que paga por la deuda y hay que usar otros instrumentos para pagarla”.
Aseguró que “algo parecido le pasa a Colombia pues el gobierno se endeudó fuertemente en la pandemia y ahora vienen altos pagos en 2024 y 2025, lo que limita la capacidad del país para invertir”.
De acuerdo con las cifras del Banco de la República, la deuda externa pública y privada sumaban a mayo un total de US$186.850 millones, el 55,1% del PIB.
Bonilla dijo en la presentación del Presupuesto General de la Nación de 2024 por $502,6 billones, que para el servicio de la deuda se destinarán $95 billones.
En este contexto, según el Ministerio de Hacienda, se proyecta que el déficit fiscal del GNC pase de 4,3% del PIB en 2023 a 4,4% del PIB en 2024, debido esencialmente al pago de intereses de la deuda pública.
El informe del BID resalta la importancia de la prudencia fiscal en la región de América Latina y el Caribe en medio de un contexto macroeconómico de altos niveles de endeudamiento, desaceleración global y choques de oferta persistentes.
Asegura que los países de la región han experimentado un incremento significativo en su deuda total en los últimos años, pasando de un promedio del 58% del PIB en 2019 al 72% del PIB en 2020. Esos niveles de deuda pueden llevar a inversores a exigir mayores rendimientos, desplazando inversiones privadas.
La publicación destaca que los gobiernos deberían reducir su porcentaje de deuda pública a un rango de 46%-55% del PIB.
Dijo que Colombia se encuentra en camino de convergencia hacia niveles prudentes de deuda del 55% del PIB, gracias a un crecimiento pospandemia fuerte y avances en la gestión de la recaudación y manejo contracíclico de gasto en el corto plazo a través de reducción del estímulo fiscal durante la pandemia.
Ramiro López-Ghio, Representante del Grupo BID en el país, dijo que “Colombia es un referente regional en materia de institucionalidad fiscal. La adopción del ancla de deuda contribuye a la sostenibilidad de las finanzas públicas mediante la señalización de la política fiscal y el desarrollo de una estrategia de gestión de la deuda creíble”.
El BID destacó que Colombia logró aumentar su recaudación tributaria en la pospandemia. El recaudo en 2022 logró igualar el máximo histórico registrado en 2015 de 14,5% del PIB.
Los empresarios muestran un menor ánimo para invertir
La incertidumbre económica es lo que más pesa para 23,5% de los que deciden aplazar o descartar proyectos para el segundo semestre.
Cerca del 23,5% de las empresas han aplazado o han descartado proyectos de inversión para el segundo semestre del año.
Así lo muestra la Encuesta Ritmo Empresarial (ERE) que presentará este 29 de agosto la Cámara de Comercio de Cali y que muestra el clima de los negocios en el país.
Participaron 27 cámaras de comercio, un total de 7.408 empresarios respondieron la encuesta de percepción empresarial más amplia del territorio, entre el 31 de julio y el 4 de agosto del 2023.
Los departamentos incluidos en la encuesta que se realiza desde el 2014 representan las zonas de Colombia que aportan el 80% del PIB nacional y corresponden al 80% del tejido empresarial.
Además del porcentaje de empresas que han aplazado o han descartado inversiones, otro 23,4% dice que mantiene los planes y un 11,7% habla de que ha tenido que hacer ajustes al monto que iba a destinar para ese objetivo.
Estas opiniones están dentro del 58,6% de encuestados que manifestaron planes de fortalecimiento en sus empresas en la segunda parte del 2023. Otro 41,4% de los consultados afirma que no tiene proyectos de inversión.
Luis Fernando Pérez, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, advierte que si crece este porcentaje de empresarios que descartan o posponen iniciativas de ensanche o expansión, “la desaceleración se va a mantener en el tiempo porque son proyectos a futuro”.
Los empresarios indican que los tres principales motivos para congelar los planes de crecimiento están relacionados con la incertidumbre económica (47%), la incertidumbre política (39,3%) y el incremento de las tasas de interés (24%).
Luego mencionan la inflación (23,1%), el flujo de caja (20,5%) la tasa de cambio (14,9%) y el incremento en el monto de inversiones (8,8%).
También llama la atención en el reporte que cuando se indaga por las percepción sobre el estado actual de los atributos para los negocios en la ciudad, el de peor desempeño es el de la seguridad, ya que el 37,1% dice que es pésimo. De hecho, se subraya que Buenaventura, Ipiales y Cali registran la mayor percepción de inseguridad para hacer negocios.
Por su parte, que el acceso a internet es el atributo al que le va mejor, en opinión del 46,7% de los consultados que califican ‘excelente’ el servicio.
La respuesta de la muestra refleja los resultados del primer semestre del 2023 y evalúa el pulso económico de las empresas y su perspectiva de crecimiento para el segundo semestre del año en curso.
Luis Fernando Pérez, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, explicó que los empresarios coinciden en una visión general del país.
Eso, afirma, se evidencia en los resultados sobre las ventas y la generación de empleo del primer semestre, en correspondencia con la desaceleración que vive el país, apenas normal luego de dos años de un ciclo de crecimiento.
Según la encuesta el 38,3% de los encuestados reportó que sus ventas disminuyeron en el primer semestre de 2023, de los cuales, el 49,4% reportó una reducción de más del 20%.
Otro 40,2% dijo que se mantuvieron y un 21,5% habló sobre un aumento en sus negocios.
Pese a que ha disminuido un poco respecto al 2022, la inflación y el alto costo de los insumos utilizados por las empresas para sus procesos productivos es el principal problema para el desarrollo de sus actividades durante el primer semestre del año.
Después está la falta de demanda (17,9%), la elevada competencia (9,0%), la tasa de cambio (6,6%), el incremento de las tasas de interés (5,0%) y las escasez de trabajadores calificados (3,6%).
Sobre las perspectivas, el 30,2% de las empresas espera que la situación económica esté mejor o mucho mejor en los próximos seis meses frente a la situación actual, muy cerca al porcentaje (29%) de quienes creen que la situación va a estar ‘peor o mucho peor’.
Sin embargo, el 45,8% cree que sus ventas aumentarán, el 41,4% que se mantendrán y otro 12,9% cree que experimentará una reducción.
Llamado para reaccionar al ciclo de desaceleración
Para el presidente de la Cámara de Comercio de Cali, los resultados de la ERE muestran un menor optimismo en el empresariado y, en ese sentido, su llamado es a que mejore el clima para hacer negocios en el país.
A su juicio, un ciclo a la baja implica un trabajo conjunto entre el Gobierno y los empresarios. También considera que son importantes los mensajes de confianza y de estabilidad macroeconómica, para la reactivación de la inversión.
“En los ciclos de desaceleración se deben generar los incentivos adecuados”. Al citar un ejemplo, Luis Fernando Pérez comenta que eso sería clave en un sector en crisis como el de la vivienda. “La falta de medidas a tiempo y de mensajes adecuados al sector privado genera un golpe muy fuerte”, afirma.
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