domingo, noviembre 21, 2021

Así es el proyecto que cambiaría la forma de presentar el estado de resultados (NIC 1)

 


Sandra Fetecua explica que la IASB busca unificar la estructura y presentación del estado de resultados, y mejorar la utilidad de la información que se brinda.

Reemplazaría a la actual NIC 1, pero todavía es un proyecto.

Son tres temas los que presenta la propuesta. A continuación, se explican.

Sandra Fetecua, contadora pública, gerente especialista de Normas Internacionales de Información Financiera en Postobón, explicó en #CharlasConActualícese el proyecto de norma que cambiaría la forma de presentar el estado de resultados (NIC 1).

En diciembre de 2019 la IASB puso a disposición del público un proyecto de norma que cambiaría la forma de presentar el estado de resultados. Su objetivo es unificar su estructura y presentación, y mejorar la utilidad de la información que se brinda.


Razones que impulsaron este proyecto
La estructura de los estados financieros varía significativamente de una entidad a otra (dificultando la comparabilidad y tomas de decisiones financieras).
Los indicadores (o medidas de desempeño) se calculan de forma distinta entre las entidades de un mismo sector, y en la mayoría de los casos no informan cómo ni por qué calculan determinadas medidas de desempeño.

Al respecto, Fetecua explica:

La propuesta está encaminada a unificar la estructura y presentación del estado de resultados para proporcionar información más comparable en el estado de pérdidas y ganancias, y dar un enfoque más disciplinado y transparente de la notificación de las medidas de rendimiento definidas por la dirección.

Si esto llega a quedar en firme reemplazaría a la actual NIC 1, pero todavía es un proyecto.
Las propuestas abarcan tres temas principales
Nuevos subtotales en el estado de pérdidas y ganancias.
Transparencia no GAAP.
Mejor desglose de la información.
Nuevos subtotales en el estado de pérdidas y ganancias

Al hablar de los nuevos subtotales, el proyecto propone volver a lo que se tenía antes, un resultado operacional; sacar un resultado de los ingresos menos los gastos operacionales.

Propone un nuevo subtotal de utilidad o pérdida operativa, e ingresos y gastos de inversiones en asociadas y negocios conjuntos. «Nunca se ha tenido de forma clara cuál es el impacto que se tiene entre las operaciones entre las mismas compañías de un grupo», dice. Finalmente, la utilidad y pérdida está antes de la financiación y el impuesto de renta.
Transparencia no GAAP

Fetecua explica que las empresas estarían obligadas a revelar las medidas de desempeño de la administración (subtotales de ingresos y gastos que no se especifican en las normas IFRS) en una sola nota a los estados financieros.

Esta nota debe explicar por qué las medidas proporcionan información útil, cómo se calculan y proporcionar una conciliación con el subtotal de beneficios comparable especificado por las NIIF.

Lo anterior añadiría transparencia y disciplina en el uso de las medidas no GAAP y facilitarían a los inversores la búsqueda de la información que necesitan para realizar sus propios análisis.
Mejor desglose de la información
“La junta ha propuesto nuevas directrices para ayudar a las empresas a desglosar la información de la manera más útil”

La junta ha propuesto nuevas directrices para ayudar a las empresas a desglosar la información de la manera más útil.

Las empresas también estarían obligadas a proporcionar un mejor análisis de sus gastos de explotación, identificar y explicar en las notas cualquier ingreso o gasto inusual, utilizando la definición de inusual de la IASB.

Desde su punto de vista, «estos requisitos ayudarían a los inversores a analizar los beneficios de las empresas y prever los flujos de efectivo futuros».
Cuatro nuevas categorías en el estado de resultados
Operación. Conformada por los ingresos y gastos derivados de las principales actividades de la entidad y de aquellos que no clasifiquen en las otras categorías.
Grupos económicos y negocios conjuntos. Se reconocen en este grupo las inversiones que generan integración vertical y los negocios conjuntos, siempre que se reconozcan financieramente por el método de participación patrimonial, dando lugar a la aplicación de la NIC 28 de inversiones en asociadas y negocios conjuntos.
Inversión. Incluye los rendimientos de las otras inversiones no incluidas en el punto anterior.
Financiación. Incluye actividades como ingresos y gastos de efectivo, y equivalentes de efectivo; ingresos y gastos por pasivos derivados de actividades de financiación; ingresos y gastos por intereses sobre otros pasivos.

El proyecto de norma no pretende alinear las actividades del estado de resultados a las del estado de flujos de efectivo (operacional, inversión, financiación), por lo cual los elementos pueden tener clasificaciones diferentes en uno y otro estado.

Empleo: además de ser pagado adecuadamente, debe ajustarse a la calidad de vida de las personas

 



El mercado laboral se está reacomodando. La adaptación de personas al trabajo remoto y su deseo de no renunciar a la flexibilidad así lo indican.

La satisfacción de las personas en el lugar de trabajo incidirá directamente en la calidad de sus labores, y puede conectarse con indicadores productivos.

La protección de puestos de trabajo y la creación de nuevos empleos ha sido una prioridad desde el inicio de la crisis provocada por la pandemia.

La promoción del empleo es una de las prioridades de las políticas públicas que con el paso de los meses ha dado a conocer el Gobierno nacional, así lo demuestran diversas estrategias planteadas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo y en las proposiciones expuestas en el proyecto de ley de reforma tributaria.
“la prioridad es y seguirá siendo la creación de más y más empleos”

Según los los discursos que a diario vemos por parte de nuestros gobernantes, la prioridad es y seguirá siendo la creación de más y más empleos. Además, la mayoría de las personas todavía se muestran preocupadas por mantener sus empleos y proteger sus ingresos en medio de la crisis.

Frente a lo anterior, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana en su blog detalla una tendencia laboral que se está presentando en el mundo denominada «la gran renuncia».

¿Qué puede aprender Colombia de «la gran renuncia»?

¿Qué quiere decir este concepto? Se trata del récord histórico de renuncias voluntarias registrado en Estados Unidos: “Casi cuatro millones de trabajadores (…) dejaron sus puestos en abril de 2021. Se trata de la cifra más alta desde que se comenzó a llevar este registro en el año 2000″, registra el blog.

La reacomodación del mercado laboral estadounidense se explicaría a partir de cuatro factores:
Muchos empleados que ya tenían pensado renunciar simplemente retrasaron su decisión debido al COVID-19. “Se estima que en 2020 hubo en Estados Unidos casi seis millones de renuncias menos de las que se preveían”.
El agotamiento laboral derivado de factores como niveles excesivos de presión o la imposibilidad de equilibrar las responsabilidades laborales con las expectativas personales o el tiempo en familia.
Las epifanías, manifestadas en cómo muchas personas han reevaluado sus prioridades y expectativas a partir de los cambios propiciados por la pandemia.
La adaptación de muchas personas al trabajo remoto, y su deseo de no renunciar a la flexibilidad y la libertad derivadas de no estar de forma permanente en la oficina.

Destaca el Observatorio:

“La gran renuncia” podría convertirse en un fenómeno global, a juzgar por los resultados de un estudio encargado por Microsoft que revela que más del 40 % de la fuerza laboral global está evaluando la posibilidad de cambiar de empleador este año.
Reto para los empleadores: diseñar y ofrecer mejores condiciones para los empleados

¿Una dinámica de esta naturaleza podría tener impactos potenciales en Colombia?, se pregunta el Observatorio. Dinámicas como la rotación en puestos con salarios bajos pueden observarse en sectores productivos del país, como el sector de servicios, y en los renglones operativos de las cadenas de valor.

Es un proceso que también impulsa a los empleadores a diseñar y ofrecer nuevas y mejores condiciones a los nuevos talentos que quieran atraer a sus empresas (no solo a los empleos mejor pagados). Puntualiza el Observatorio:

Esta es una consideración relevante en el contexto laboral de Colombia en la actualidad, donde la prioridad en la generación de empleo se ha puesto en poblaciones como los jóvenes.

La preocupación de los ciudadanos se centra en la disponibilidad de empleo, y las perspectivas que advierten las personas no son del todo alentadoras. La más reciente encuesta Pulso social, realizada por el Dane, indica que el 67,5 % de los encuestados considera que el empleo va a disminuir.

El Observatorio señala que un análisis de la política laboral y de la generación de empleo corre el riesgo de caer en una equivocada simplificación del tipo “les están dando trabajo, que estén felices y no se quejen tanto, al fin y al cabo, tienen empleo en medio de la crisis”.
Satisfacción de las personas en el lugar de trabajo incidirá directamente en la calidad de las labores

Tener empleo en medio de una coyuntura tan compleja es un elemento más que positivo. Aunque las condiciones no sean las deseadas, siempre serán más las personas que quieran conservar su empleo que aventurarse a encontrar otro en un escenario incierto. Tener empleo será siempre mejor que no tenerlo:

No obstante, las políticas de promoción del empleo deben tener en cuenta este tipo de dinámicas globales, pues dan cuenta de las expectativas de las personas y de cómo se ven a sí mismas dentro del mercado laboral.

La satisfacción de las personas en el lugar de trabajo incidirá directamente en la calidad de las labores, y puede conectarse directamente no solo con la productividad, sino con los valores agregados (gestión del tiempo, clima personal y reputación) que inciden en los indicadores productivos y, en últimas, en indicadores de carácter macroeconómico e, incluso, fiscal:

Aunque tendencias como “la gran renuncia” parecería alejadas de la realidad que vivimos, varias lecciones se pueden extraer. Generar empleo es una necesidad de primer orden. Garantizar que este, además de digno y pagado de forma adecuada, comience a ajustarse a las expectativas de las personas en materia de calidad de vida, debe estar también en este orden de prioridades.