viernes, mayo 28, 2021

La probabilidad de perder el grado de inversión es de 76% según Bancolombia

 


Tras el retiro de la tributaria y los hechos de orden público, analistas perciben mayor probabilidad de perder el grado de inversión

Con el retiro de la reforma tributaria y las recientes manifestaciones, algunos analistas prevén que hay mayor probabilidad de que Colombia pierda su grado de inversión. De hecho, Bancolombia calculó que la probabilidad de que esto suceda el próximo año es de 76%, es decir, 19 puntos porcentuales más que en su estimación previa (57%).

Corficolombiana, por su parte, considera que el panorama no es tan gris. La firma planteó tres posibles escenarios de acuerdo con lo que suceda en los próximos meses con la reforma fiscal y con la coyuntura sociopolítica.

En un primer escenario, el Ministerio de Hacienda, con el nuevo equipo económico del que está a cargo José Manuel Restrepo, lograría que se apruebe un nuevo texto de la reforma tributaria y que se recaude lo suficiente para empezar a poner en orden las finanzas del país.




Según Julio César Romero, economista jefe de Corficolombiana, este escenario es el más probable, y en este caso el país no perdería el grado de inversión y habría una corrección en las tasas de los títulos de deuda pública del país durante el tercer trimestre del año.

LOS CONTRASTES

Julio César RomeroEconomista jefe de Corficolombiana

“Hemos intentado estar en el lado más optimista. El nuevo equipo del Ministerio de Hacienda nos parece que puede liderar este tema y conseguir consensos”.


Sergio OlarteEconomista jefe de Scotiabank Colpatria

“Si se percibe que el país no va a poder tener los ingresos para pagar la deuda, ya no sería grado de inversión y ya no le prestarían o le prestarían más caro”.

En un segundo escenario, se aprobaría un nuevo texto de la reforma pero este no recaudaría lo suficiente, por lo que la calificadoras disminuirían el grado de inversión. Sin embargo, habría condiciones que hagan viable un ajuste fiscal en el futuro cercano, por lo que habría una corrección en las tasas de los bonos soberanos luego del anuncio de la rebaja de la calificación.

En el escenario más pesimista, la calificación no solo bajaría a BB+, sino que quedaría con perspectiva negativa y podría sufrir más reducciones en el futuro. Esto en el caso de que se continúen deteriorando las condiciones sociopolíticas, a tal punto que no sea posible que se apruebe una reforma fiscal, aunque según Romero este es el escenario menos probable.

“Hemos intentado estar en el lado más optimista. El nuevo equipo del Ministerio de Hacienda nos parece que tiene personas que pueden liderar este tema y llegar a consensos”, dijo.

No todo está dicho en normas para laborar fuera de la oficina

 La Ley de Trabajo en Casa fija reglas para tiempos excepcionales como la actual crisis sanitaria, aunque le falta modernizar el teletrabajo.



Adriana Hincapié, directora Laboral de PwC Colombia. / Mónica García, directora ejecutiva de Acrip.
La reciente legislación sobre el trabajo en casa dejó claras las reglas de juego para trabajadores y empresas que han tenido que operar lejos de la oficina a causa de la crisis sanitaria o por cualquier circunstancia temporal.

Sin embargo, los expertos consideran que hay ‘zonas grises’ que todavía se deben resolver en esta materia, teniendo en cuenta que los estudios demuestran que, cuando la pandemia sea superada, esta práctica o el modelo híbrido será cada vez más común en las organizaciones, y por ello es necesario modernizar la legislación.

Así lo advierte Adriana Hincapié, directora de Servicios Laborales, PwC Colombia, quien explica que existe la Ley 1221 del 2008 denominada la Ley del Teletrabajo.

El país fue uno de los primeros en establecer estas normas, pero “en la práctica se volvió una legislación muy rígida, poco flexible, con muchas formalidades para aplicar”, sostiene.

De hecho, la tendencia en estos años ha sido otorgar a los colaboradores un día de trabajo en casa, más bien en el plan de beneficios.
A su juicio, se debe pensar en cómo actualizarla y llama la atención en que se deben disminuir las cargas administrativas y económicas que tienen las empresas que adoptan el Teletrabajo, definido para quienes se desempeñan fuera de la oficina apoyados en tecnologías de la información.

Considera que una oportunidad para esa modernización puede ser la reglamentación pendiente de la nueva Ley de Emprendimiento sancionada en diciembre y que ordena dictar las normas sobre Trabajo Remoto, un concepto que supera el de Teletrabajo, ya que se refiere a las actividades laborales de los llamado nómadas digitales.

Incluso, la expectativa es que esta normatividad también aborde el controversial tema de quienes trabajan con las plataformas de domicilio y mensajería.

“Uno esperaría una norma un poco más flexible desde el punto de vista de seguridad y salud en el trabajo, que los colaboradores no se tengan que registrarse en el Ministerio”, sostiene.

Y agrega la importancia de “una ley que sea muy clara respecto al cubrimiento de las aseguradoras de riesgos laborales, hoy hay un vacío muy grande. Que se equilibren de manera más clara los costos entre empleador y trabajador porque hoy el teletrabajo impone que el empleador asuma todos los gastos”.

Portafolio consultó al Ministerio de Trabajo sobre los términos de reglamentación del Trabajo Remoto y dijo que por ahora desarrolla unas mesas técnicas al respecto.

Sobre el tema, Mónica García Espinel, directora ejecutiva de la Federación Colombiana de Gestión Humana, Acrip, destaca que la Ley de trabajo en casa es clave para definir cómo llevar las relaciones laborales en tiempos de pandemia, al advertir que muchas organizaciones no están en las condiciones de llevar a la práctica el Teletrabajo.

Cree que la Ley del 2008 es importante a pesar de que en una encuesta que se hizo antes de la pandemia solo el 11% de las empresas manejaban esta modalidad.

Sin embargo, un año después, otra consulta a las compañías arrojó que un 90% anunció que han tomado la decisión de practicarla al menos uno o dos días de la semana, lo que confirmaría, en coincidencia con Adriana Hincapié, que la tendencia es al modelo híbrido.

En esa línea, también está de acuerdo en que es el momento de procurar una modernización que tienda a una mayor flexibilidad.

LAS TENDENCIAS INTERNACIONALES

Un estudio de Unisys con más de 1.000 líderes y empleados de Colombia, México, Brasil y Chile muestra varios datos sobre la tendencia del trabajo remoto. El 83% de los empleados está de acuerdo con los líderes de las organizaciones (77%) sobre el hecho de que son tan productivos o más en casa o en otra ubicación remota frente a la oficina.

El 39% de los empleados señala además que prefiere trabajar fuera de los límites de la empresa, en lugares como casas, cafeterías y oficinas compartidas.


Economía de EE. UU., entre el optimismo y los riesgos para el futuro

 Análisis apuntan que el país crecería más que si no hubiera existido la pandemia, pero también se duda de que el repunte sea sostenido.



El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

La economía de Estados Unidos ha sido una de las grandes protagonistas de la recuperación mundial. No solo al anunciar una caída de ‘tan solo’ 3,5% en 2020, sino también por la posibilidad de que presente el mejor desempeño en décadas durante este 2021.

No obstante, pese al gran optimismo que rodea su evolución, algunos datos recientes y las dudas de que el repunte sea sostenido ensombrecen su buen desempeño.

Independientemente de qué ocurra, nadie duda que Estados Unidos tendrá un buen 2021.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un alza de 6,4%, y la semana pasada la Fed de Nueva York aseguró que esa cifra podría llegar a 7%, lo que sería el mayor avance desde 1980. Incluso, algunos análisis han vaticinado que el alza podría ser similar a los avances tras la Segunda Guerra Mundial.

Según Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research para Colombia, “nuestra estimación es de 6,2% en 2021, pero los datos del primer trimestre apuntan a un buen desempeño, lo que podría apoyar la tesis de un alza mayor. Entre los factores para ello están los programas de estímulo de infraestructura y apoyo a jóvenes, así como el importante ahorro de los hogares, que podría convertirse en gasto. El crecimiento puede ser uno de los más elevados en registro”.

Este optimismo ha llevado a que algunos analistas hayan afirmado que los planes de estímulo de Estados Unidos harán que el país crezca más que lo que lo hubiera hecho sin pandemia en los próximos años.

De acuerdo con Reyes, “en nuestras previsiones, el crecimiento de 2022 es de 5,1%, lo que hace, con el de 2021 dos años consecutivos de muy buen desempeño y logre sobreponerse muy rápido a los efectos de la pandemia, e incluso logre superar el nivel de producto que hubiere tenido si no se presenta la crisis”.

Es cierto que Estados Unidos, previo a la pandemia, no crecía por encima de 3% desde 2015 (3,1%), lo que ha hecho que el promedio de la última década sea de alrededor de 2%. Frente a esto, los datos del FMI prevén un alza de 6,4% este año y 3,5% en el 2022. Pero, eso sí, hacia delante el impulso se enfriaría: 1,4% en 2023, 1,5% en 2024 y 1,6% en 2025 y también en el 2026, lejos del promedio de 3% que apuntan los economistas.
Diego Camacho, economista sénior internacional de Credicorp Capital, apunta que “si bien es probable que se dé este año un crecimiento de 7%, esto tiene que ver por el choque inusual de 2020, y si a ese repunte le quitas el 3,5% del año pasado, da un avance de alrededor de 3,5% real, que no es tan significativo y está en línea con los estímulos. Es decir, su crecimiento este año va a ser notable respecto a otros países desarrollados, pero no creo que sea el caso de un punto de inflexión en su economía que genere ganancias sostenidas en el tiempo”.

Además, según Camacho, hay varios factores hacia futuro que hacen dudar de que la economía estadounidense logre un avance sostenido hacia delante, como es la tendencia hacia el envejecimiento de la población, que la transición tecnológica va a dejar por fuera a un segmento importante, y que la apuesta energética es peligrosa, pues el país no controla la producción de esos equipos ni la extracción de tierras raras.

Cabe apuntar que la semana pasada se conoció el dato de desempleo del país, que volvió a crecer una décima hasta el 6,1%, mientras que algunas cifras de actividad han estado por debajo de las estimaciones de los analistas, lo que ha vuelto a crear dudas sobre el gran optimismo con el que Estados Unidos inició el año.