sábado, julio 20, 2019

Certificación del mandatario en contratos de mandato

Compartimos un modelo de certificación de las operaciones realizadas a través de un contrato de mandato, con el fin de que el mandatario pueda soportarle al mandante los ingresos, costos, deducciones, impuestos descontables o devoluciones a los que hubo lugar en el curso de dichas operaciones. 

Los mandatarios en contratos de mandato deben expedir certificaciones periódicas con el fin de soportar los ingresos, costos, deducciones, impuestos descontables o devoluciones que deben ser reconocidos por los mandantes en sus estados financieros y sus declaraciones de renta. 

Aunque la periodicidad de estas certificaciones no está establecida en ninguna norma, se recomienda que sean emitidas mensualmente, pues el mandante debe declarar y pagar las retenciones y autorretenciones a las que haya lugar. 

Tenga en cuenta que todas las operaciones que el mandatario realiza en nombre del mandante deben ser transferidas íntegramente mediante una certificación.


https://actualicese.com/modelos-y-formatos/certificacion-del-mandatario-en-contratos-de-mandato/?referer=email&campana=20190626&accion=click&utm_source=act_boletindiario&utm_medium=act_email&utm_campaign=act_boletincontenidos&utm_content=20190626_contable&MD5=415e8678af580f50598f653f78613c8d

viernes, 19 de julio de 2019

Los canales alternativos que facilitarán el pago de las obligaciones de la Dian


Además de implementar la factura electrónica o el régimen simple de tributación, la Dian buscará fomentar nuevos canales de pago y dar más soluciones a los contribuyentes. 

La reforma de la Dian es junto con el recorte de subsidios y las ventas de algunos activos estatales la forma que tiene el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, de evitar una nueva reforma tributaria en los próximos años y que ya ha plasmado a través del nuevo marco fiscal de mediano plazo que presentó la semana pasada. 

En concreto, con la reestructuración de la entidad técnica más importante del país la cartera económica pretende reducir la evasión tributaria, un flagelo que se ha llegado a estimar por más de $40 billones. 

A pesar de que ya se conocía que la entidad que administra las obligaciones tributarias llevará a cabo una transformación tecnológica y de talento humano, al mismo tiempo que buscará ser más cercana con los contribuyentes y ganar en legitimidad, en la hoja de ruta del Gobierno se plasman varias de las estrategias que se realizarán para conseguir una mayor eficiencia en la entidad. 


Entre ellas, aparte de las ya presentadas de manera oficial por el director de la entidad, José Andrés Romero, como la implementación de la factura electrónica, con la que se espera tener ingresos tributarios adicionales de 1,3% del PIB desde 2023; o el Régimen Simple de Tributación, con el que se esperan vincular a alrededor de 500.000 empresas en los próximos tres años, existen otras estrategias en las que están trabajando. 

LOS CONTRASTES

Andrés Felipe RojasVicepresidente de Asuntos Corporativos de Asobancaria

“Esto representa una alternativa importante en la medida en que el contribuyente podrá realizar su pago en lugares más cercanos a sus hogares de trabajo”. 

En concreto, en el documento se habla de la implementación de canales alternativos que le facilitarían un poco más la vida a los contribuyentes a la hora de realizar el pago de sus obligaciones fiscales. Por ejemplo, se indica que se viene trabajando para que en julio de 2020 estén listas herramientas que permitan cumplir las obligaciones tributarias a través de corresponsales bancarios, para que se pueda realizar la implementación del recaudo a través de tarjeta de crédito en diciembre de 2019 o para que los contribuyentes puedan financiar su pago a través de Fintech. 

“A partir de este año será posible pagar impuestos nacionales con tarjeta de crédito. Con respecto al pago de estos mediante corresponsales bancarios, al interior de la Asociación continuamos trabajando con el objetivo de alcanzar los requerimientos tanto técnicos como operativos que garanticen de manera eficiente el recaudo a través de este canal”, indicó Andrés Felipe Rojas, vicepresidente de Asobancaria. 

Igualmente, se establecen estrategias como la de que se disminuya el tiempo de devolución de impuestos de 50 días o que se proporcione a los contribuyentes un borrador de su declaración tributaria para poder disminuir costos tributarios y facilitar el pago. 

Lo que se ha avanzado en la transformación del talento de la entidad 
Con el objetivo de fortalecer institucionalmente a la Dian, para que cuente con los medios idóneos para la recaudación, la fiscalización y el cobro de las obligaciones, se ha venido trabajando en un decreto de carrera administrativa para que la vinculación y la movilidad de los funcionarios sea a través de concurso para que exista un mejor talento o para fortalecer la Escuela de Estudios de la Dian, entre otros. “Se trata de un decreto muy tímido frente a las expectativas generadas”, indicó Pedro Giovanni Caro, del sindicato Sinedian.


https://www.larepublica.co/economia/los-canales-alternativos-que-facilitaran-el-pago-de-las-obligaciones-de-la-dian-2875441

Contador público, la negación no es la solución

El artículo que escribimos sobre que el contador público no es el único habilitado para diligenciar declaraciones de renta ha sido muy mal recibido por la comunidad de contadores, y muchos nos han escrito exigiendo que nos retractemos, y revisando lo  escrito nos reafirmamos en lo dicho con alguna precisión, por las razones que pasamos a exponer.

El papel de Gerencie.com.

Se nos ha acusado de vendidos y de no defender los intereses de los contadores públicos, entre otras cosas, respecto a lo cual planteamos nuestra opinión.
En primer lugar, Gerencie.com es un blog donde se ofrece información de distinto tipo a nuestros lectores, y no ha sido nuestra prioridad el beneficio económico, y por eso toda nuestra información es de acceso libre, gratuito,  sin ningún tipo de restricción, y además nos hemos esforzado por no excedernos en la cantidad de publicidad expuesta, tanto que en la portada o página principal no aparece ninguna, pues históricamente hemos privilegiado la comodidad y experiencia del usuario frente a los beneficios económicos.
Por tanto, no escribimos por motivaciones puramente económicas ni en beneficio de ningún patrocinador, y por eso mismo en el artículo referido se advirtió de la existencia de una circunstancia que podría dar lugar a que se nos acusara de parcialidad o falta de objetividad, por lo que tuvimos la delicadeza de comunicarlo al lector como una muestra de nuestro respeto hacia él.
Nuestro papel ha sido y será ofrecer información para enriquecer el conocimiento de nuestros lectores, ya sean contadores, abogados, empresarios, etc., y en esa medida consideramos que estamos contribuyendo a las distintas profesiones, y naturalmente que debemos procurar algunos ingresos, porque para generar el contenido que ofrecemos gratis al lector debemos incurrir en unos costos, pero no por ello actuamos por motivaciones económicas. Si nuestra motivación fuera el dinero exclusivamente, aceptaríamos muchos más anunciantes de los que tenemos, pero no lo hacemos para no molestar en exceso al lector.

Sobre el origen del articulo cuestionado.

El artículo surge en respuesta al comunicado de la Junta Central de contadores donde se da a entender, o por lo menos así lo entendimos nosotros, que una declaración tributaria no puede ser diligenciada por una persona que no sea contador público, lo que a nuestro entender es equivocado y consideramos que era nuestra obligación hacer esa observación porque aquí no sólo escribimos para los contadores públicos, sino para el lector que no es contador como los pequeños empresarios, trabajadores informales, empleadas del servicio doméstico, etc., con los que también nos sentimos obligados.
El artículo se hizo únicamente en respuesta a la comunicación de la JCC y a la reacción de la comunidad de contadores frente a las nuevas herramientas que han surgido, y no en respuesta a una acción publicitaria.

Mensaje mal transmitido.

Cuando afirmamos que cualquier persona puede hacer una declaración de renta, incluso quien apenas hubiera cursado primero de primaria, lo hicimos en el contexto que aborda la facultad legal para hacerlo, pues estábamos dando una opinión respecto al comunicado por la JCC donde en nuestro entender se deja el mensaje que sólo los contadores están facultados para diligenciar declaraciones de renta.
No quisimos transmitir que no hiciera falta competencia profesional para hacerlo, lo cual es obvio, pues se espera que quien haga algo lo haga bien, máxime si cobra por ello.
Naturalmente que una persona que conoce la legislación tributaria puede hacer un mejor trabajo, y quien sin tener la idoneidad lo hace corre el riesgo de equivocarse, y en cuestiones de impuestos las equivocaciones suelen ser costosas, y en ese sentido no hemos querido demeritar el trabajo del contador.
Lo que quisimos significar es que la ley no exige habilitación especial para diligenciar una declaración de renta, y no quisimos decir que cualquier persona tiene la idoneidad para hacerlo, pues tenemos claro que sólo la persona que conoce la norma, sea contador o no, debería ser quien elabore una declaración. Es simple prudencia y responsabilidad, tanto del que contrata como del que es contratado, o de quien decide hacerlo por sí mismo.
En ese sentido aceptamos los cuestionamientos, pues no transmitimos el mensaje de la forma correcta.

La realidad de la profesión contable.

Hay indignación en la comunidad contable porque han aparecido herramientas que elaboran la declaración de renta a precios competitivos, incluida la Dian que ha incursionado en ese campo con su declaración de renta sugerida sin costo, y esa es una realidad que no podemos ignorar.
Entendemos la frustración del profesional que al despertar se entera que hay una herramienta que hará su trabajo por mucho menos de lo que él lo hace; no es su culpa ni la nuestra, simplemente es lo que hay.
Nosotros simplemente le estamos señalando al contador público que existe una nueva realidad, y la reacción de muchos ha sido la negación y la indignación, lo que no hará que la realidad cambie.
El camino correcto no es matar al mensajero que da una noticia desagradable. Nosotros estamos señalando que el mercado laboral del contador público está cambiando, y puede que no hayamos sido políticamente correctos pero ello no cambia el nuevo contexto que enfrenta la profesión.

La necesidad de que el contador público se adapte.

negacion-resignacion
No es prudente enterrar la cabeza como un avestruz que intenta ignorar el peligro que le acecha. Ser conscientes de la realidad es el primer paso para que tomemos la decisión de adaptarnos. Debemos empezar por reconocer que hay un problema, que hay una nueva condición.
En el caso particular de las declaraciones de renta automatizadas, el contador público debe entender que difícilmente podrá hacer desaparecer esas herramientas, y no está en nuestra mano,  ni es nuestro propósito invisibilizarlas, ni es el papel del estado prohibirlas para proteger los intereses de un gremio, pues se trata del normal transcurrir de la evolución tecnológica, así que entre más pronto aprendamos a convivir con ellas y con las que vengan en un futuro, más rápido buscaremos soluciones y alternativas.
En el artículo referido sugerímos que el contador debe trabajar para agregar valor a su trabajo, un valor que no puedan ofrecer las máquinas, un valor por el que los clientes estén dispuestos a pagar, es simple adaptación.
En la actual economía existe una evolución constante, donde continuamente desparecen oficios y profesiones y surgen otras, o surgen nuevas formas de hacer las cosas, y debemos esforzarnos por seguir el paso que mercan las tendencias, pues el mercado no se va quedar estático para no perjudicar a un profesional que no sigue su ritmo. Es incomodo decirlo, y más admitirlo, pero hay que escucharlo.
Como un ejemplo crudo de adaptación transcribimos el siguiente aparte de un comentario dejado por un lector que cuestiona nuestra posición, pero en el que creemos se auto responde:
«…y bueno tendremos que dedicarnos según esta persona a otras vainas, porque somos del siglo upa!! que mentalidad tan egoísta y tan pobre!! perdónalo Señor porque no sabe lo que hace!!»
Y eso, señores, aunque exagerando, es precisamente lo que se debe hacer cuando lo que hacemos deja de ser negocio... se llama adaptación, o seguir el queso en palabras de Spencer Johnson.
La salida a estos nuevos retos no es lamentarnos, es adaptarnos a los nuevos desafíos.
Nuestra invitación es a que las entidades encargadas de proteger los intereses del gremio de contadores, como los mismos contadores, las universidades, la JCC, el CTCP, etc., tomen acciones encaminadas a brindar las herramientas necesarias para que la profesión de la contaduría pueda ponerse a la altura la de las nuevas circunstancias, de los nuevos retos y desafíos.

De nuestra parte haremos lo que siempre hemos hecho: ofrecer, en la medida de nuestras capacidades,  información libre y gratuita para que cada lector enriquezca sus conocimientos y sus competencias.