martes, abril 13, 2021

Empresas hechas por familias deben buscar asesoría para manejar su patrimonio

 


La sucesión del patrimonio familiar en términos empresariales es un punto importante y requiere de la búsqueda de asesoría

La sucesión del patrimonio familiar en términos empresariales es un punto importante que todas las familias con sociedades comerciales deben tener presente. Para Rodrigo Lozano Vila, socio y fundador de Lozano Vila y Asociados, una de las herramientas más importantes para que haya una buena administración y un correcto legado empresarial es el uso de la figura llamada Family Office.

¿En qué consiste el mecanismo del Family Office?

Se trata de una unidad de gestión y administración que presta servicios tan diversos como administración de portafolios de inversión y de inmuebles, contratación grupal de servicios y seguros. Además, ofrece servicios tipo consejería para los miembros familiares.

¿Cuál es la ventaja de esta modalidad?

Los dueños de los patrimonios deben saber que es mejor buscar asesoría. El primer paso y la ventaja principal es invitar a terceros a que evalúen a la empresa desde afuera y, sin tener consideraciones subjetivas, puedan formular observaciones que mejoren la gestión y administración del patrimonio.

¿Cuáles son los aspectos principales del patrimonio?

El negocio familiar o la empresa se administra de forma particular: accionistas, es decir, la familia; directivos compuestos por miembros de la familia y terceros; y un equipo. Este negocio genera dividendos que la familia distribuye e invierte en otros negocios como activos financieros o inversiones inmobiliarias. Conforme pasa el tiempo, los frutos del negocio familiar se convierten en el patrimonio de todos los miembros, lo cual es el meollo del asunto y ahí entra el Family Office.

¿Cuáles son los principales retos al administrar el patrimonio familiar empresarial?

Lo principal es que los miembros familiares deben aprender a separar su rol familiar de los negocios. La participación de las personas debe ser un papel serio y profesional y aprender a diferenciar a través de reglas claras, expresas y escritas, un proceso organizado y participativo para que todos los accionistas puedan participar.

¿Cómo deben funcionar las empresas para atender de forma correcta el patrimonio?

La tendencia mundial sugiere que las familias empresarias, independientemente de su patrimonio, gestionen y administres sus inversiones con los mismos criterios de organización, profesionalismo y dirección de una empresa. Es importante crear una unidad o estructura sólida, fuerte y administrada por profesionales que apoyen la gestión. Separar los roles familiares y empresariales es crucial para proteger el patrimonio.

¿Cuáles son los problemas legales que enfrentan las empresas familiares?


JORGE PERALTADIRECTOR JURÍDICO DE PERALTA Y ASOCIADOS ABOGADOS

“Es importante que las familias estén asesoradas por un profesional del derecho para que haya designación de figuras jurídicas y, sobre todo, para aconsejar de la mejor forma a las familias”.

Cuando una familia no cuenta con niveles altos de patrimonio acuden a este concepto que, como su nombre lo sugiere, está basado en que varias familias se unan para compartir gasto de estructura y puedan beneficiarse de los servicios de administradores y gestores del patrimonio. Es importante trabajar con lo que se tiene y, sobre todo, buscar asesoría para administrar los recursos que se tienen a disposición. Iniciar con un Multi Family Office es una buena alternativa antes de tener el Family Office.

IVA simple, eficiente y menos regresivo: propuesta de Anif para la reforma tributaria

 



Se extendería la base de bienes y servicios que generen su pago efectivo en tres fases a partir del 2022.

Se pasaría a una reducción de la tasa hasta fijarla en 18 % a partir de 2024.

Solo existirían dos categorías: bienes “incluidos”, que pagarían una tarifa general de 18 %, y bienes excluidos.

En su comentario económico del 23 de marzo de 2021 titulado Propuesta de ANIF para hacer del IVA un impuesto más simple, eficiente y menos regresivo, el centro de estudios económicos presenta su propuesta para simplificar la estructura del IVA.

«Hoy, debido al afán de subsanar el mal diseño, bajo recaudo y poca eficiencia del sistema, preocupa que los ingresos tributarios del gobierno dependen cada vez más del IVA que es, por definición, un impuesto regresivo», afirma Anif.

Buena parte de los problemas del pago del IVA vienen de su compleja estructura. La existencia de cuatro categorías distintas (tarifa general, tarifa reducida, exención o exclusión) erosiona el recaudo del impuesto y hace que su seguimiento y pago sea complejo.

Los pilares sobre los cuales se desarrolla la propuesta de la nueva estructura del IVA son:
Ampliar gradualmente la base de bienes y servicios que generen el pago efectivo de IVA en etapas que suponen una transición desde 2022 hasta 2024.
Reducir la tarifa plena respecto a la que se tiene hoy en día. Es decir, pasar progresivamente de la tarifa plena actual del 19 % al 18 %.
Una vez termine la transición, se propone que en el 2024 existan únicamente dos categorías: bienes “incluidos”, que pagarían una tarifa general de 18 %, y bienes excluidos (más el impuesto al consumo específico a algunos bienes). Es decir, desaparecería la categoría de tarifa reducida y la categoría de bienes exentos.

Compensación completa del IVA a los hogares más pobres y vulnerables ampliando el grupo de hogares beneficiarios y el monto total de la devolución.
¿En qué consiste la reforma al IVA planteada?

La propuesta presentada por Anif busca cumplir con tres puntos fundamentales:
Lograr una estructura de tributación más simple, que reduzca los subsidios que reciben los hogares de altos ingresos por los bienes con tratamiento especial, exentos o excluidos.
Fortalecer el programa de devolución del IVA a los hogares de más bajos ingresos y así compensarles por el pago de este impuesto.
Aumentar el recaudo neto recibido por el Gobierno nacional.
“La reforma del IVA consiste en extender la base de bienes y servicios que generen el pago efectivo de IVA, en tres fases a partir del 2022”

La reforma del IVA consiste en extender la base de bienes y servicios que generen el pago efectivo de IVA, en tres fases a partir del 2022. Paralelamente, teniendo en cuenta el impacto que el impuesto tiene en los hogares de menores ingresos, Anif propone fortalecer el esquema de devolución del IVA.

Lo anterior implica ampliar el grupo de hogares beneficiarios (pasar de 1 millón en 2020 a más de 4 millones en 2024), así como el monto total de la devolución.

Adicionalmente, «proponemos simplificar el sistema actual con el paso gradual de cuatro a dos categorías manteniendo los bienes y servicios con impuesto al consumo inalterados».

Finalmente, una vez se consolide la ampliación de la base de bienes y servicios que pagan el impuesto a la tarifa plena, se podrá pasar a una reducción de la misma hasta fijarla en 18 % a partir de 2024.

Anif plantea una serie de etapas a partir de 2022 que permitirán llegar en 2024 a que solo existan dos categorías: bienes “incluidos”, que pagarían una tarifa general de 18 %, y bienes excluidos.

Recaudo si se llegaran a tener en cuenta las recomendaciones

Desde el punto de vista de la entidad, la propuesta para modificar la estructura del IVA llevaría a un recaudo adicional que comienza con 0,2 % del PIB en 2022 y llega a un nivel entre 0,7 y 1 % en 2024.

Solo con las reformas al pago de renta e IVA el recaudo tributario aumentaría entre 1,5 y 1,8 % del PIB en 2024.

Es posible que Latinoamérica crezca menos del 1% en 2021?

 Los escenarios más negativos de algunos organismos apuntan a esa opción, pero los expertos ven improbable que ocurra.



Si se llegara a dar un avance de alrededor de 1% este año, ese sería un esce- nario desolador, con enormes impactos sociales.

Cada nuevo informe de perspectivas económicas que se publica siempre va acompañado de la aclaración de que la alta incertidumbre podría modificar el pronóstico. Y en este sentido, para Latinoamérica, algunos han apuntado a la posibilidad de que los riesgos a la baja lleven a un crecimiento incluso inferior al 1% en 2021 para la región.

El último en esta línea fue el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en su Asamblea publicó un reporte económico en el que prevé que, en su escenario más negativo, América Latina podría crecer tan solo 0,8% este año e incluso caer 1,1% durante el 2022.

Eso se suma a las previsiones más pesimistas de otros organismos, que semanas atrás señalaron la posibilidad de que ese crecimiento sea del 0,9% este año; también el caso de la Cepal, que plantea la posibilidad de un avance promedio de 0,3% durante la próxima década, o la visión un poco más optimista del Banco Mundial, que cree que ese avance podría bajar hasta el 1,9%, en su reporte de enero.

Por supuesto, no sobra resaltar que estos escenarios negativos no son los pronósticos base. En el caso del BID, se espera que este año la región crezca 4,4%, y el FMI que lo haga al 4,1% en este ejercicio.

Según explica Andrew Powell, asesor principal del Departamento de Investigación del BID y coautor del estudio, “es muy difícil hacer previsiones dado el alto nivel de incertidumbre. Así, existen riesgos de que el crecimiento sea menor, pero también de que la región crezca más de nuestro escenario base. De hecho, en un escenario positivo, el avance podría ser de 5,2% en el 2021”.

Ante esto, los expertos ciertamente no cierran por completo la puerta a un escenario así. Por ejemplo, Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de Credicorp Capital, apunta que al igual que era imposible prever la pandemia, “no se puede descartar que Latinoamérica presentara un crecimiento muy bajo”, lo cual resalta que si se llegara a dar, sería una tragedia económica y social para la región.

“Esos pronósticos serían desastrosos para la región, que lleva muchos años creciendo por debajo del promedio de los emergentes. Después del golpe de 2020, eso nos dejaría muy lejos de recuperar los niveles pre crisis, y generaría problemas en indicadores sociales como empleo y pobreza”.

No obstante, como indican los analistas, las posibilidades de ello son bajas. Miguel Ricaurte, jefe de análisis económico de Itaú para la región Andina, señala que “aún cuando el alza de contagios y en la tasas de interés globales suponen riesgos, un crecimiento cercano a 1% luce poco probable, pues enfrentamos una base de comparación muy baja y, aunque con vaivenes, se retomará algún grado de normalización”.

Otra de las preguntas que surgen más allá de esto es ¿qué tipo de ‘shocks’ podrían generar un impacto de esa magnitud en América Latina? Ante esto, Powell asegura que “los riesgos provienen de la crisis sanitaria. Si la vacunación se retrasa o si hay nuevas mutaciones más contagiosas y resistentes, esto puede implicar más casos y hospitalizaciones, y la necesidad de políticas de contención”.

Velandia, por su lado, apunta hacia esa misma dirección, aunque cree que no sería suficiente para registrar un crecimiento cercano a 1%. “Sumado a una pandemia sin controlar, cierres permanentes durante 2021 e incluso alguna variante que no se pudiera combatir, para que tuviera lugar tendría que darse un problema conjunto en toda la economía mundial, y que los socios comerciales principales, como Estados Unidos y China, también presentaran ese freno”.

MAYOR PREPARACIÓN

Aún así, la perspectiva actual es que aunque en este año siguieran los problemas sanitarios de la región, la mayor preparación serviría para mitigar el golpe.

Como indica Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, “si bien hay muchos riesgos latentes como la velocidad de vacunación, la evolución de nuevas cepas y el avance de nuevas olas de contagio, estos son menores que los observados en 2020 y las sociedades y gobiernos han aprendido a manejar mejor el virus. Esto no implica que no se pueda dar un menor crecimiento, pero lo hace un poco más difícil”.

Es por esto que Reyes apunta a que es clave evitar esa posibilidad. “Para desencadenar un escenario macro complejo seguramente se deban tomar medidas de aislamiento como las del inicio de la pandemia, por lo que es crucial para evitar que esto ocurra que el sistema de salud siga siendo operativo. También es importante lograr una vacunación acelerada y, por último, mantener la capacidad de tomar medidas que reduzcan el estrés de los productores y hogares”.

Los expertos coinciden en que la probabilidad de que se materialice un escenario tan negativo para la región son bajas, pero no se pueden descartar aún.

CRECIMIENTO MARGINAL

Más allá del crecimiento que presente la región, lo que sí se espera que es la mayor parte del avance no sea “genuino” según indicó recientemente la Cepal. Tal como aseguró en uno de sus últimos informes, si en el 2021 América Latina crece a un ritmo de 3,7%, de esa cifra un 3,1% se le podría atribuye al rebote estadístico por la caída del 2020, mientras que tan solo 0,6% supondría un crecimiento ‘real’. Eso haría difícil mantener una cifra elevada de crecimiento.