miércoles, agosto 14, 2024

La vida del Bitcoin

 Hoy, en medio de la crisis, no se descarta que (...) las criptomonedas recuperen su curso y nuevamente registren crecimientos en el mercado.


No es una novedad que a lo largo de la historia las personas hayan encontrado mecanismos de intercambio de productos, otorgándoles un valor según la demanda y el contexto. El trueque, un ejemplo básico, resulta de la posibilidad de intercambiar dos productos diferentes con un valor específico. Luego, la posibilidad de que los países emitieran dinero y controlaran sus políticas monetarias facilitaron el establecimiento de un sistema internacional en el que hoy predominan las monedas de los países del primer mundo, como el caso de Estados Unidos con el dólar, Europa con el euro y ahora China con el Yuan.

Tan imponente ha sido el funcionamiento de estas divisas sobre las economías del tercer mundo, que por estos días América Latina padece la devaluación de sus monedas locales frente al dólar con la frustración de no poder hacer mucho en medio de la crisis global que se avecina.

Sin embargo, el contexto con la llegada de la Cuarta Revolución Industrial y el auge de nuevas tecnologías ha cambiado al punto que gracias al blockchain entraron en funcionamiento las criptomonedas hace casi una década, como un nuevo mecanismo de intercambio, con un crecimiento vertiginoso en valor y legitimidad entre sus usuarios.

En realidad, con alternativas como el Ethereum, el Dogecoin o el Bitcoin, las criptomonedas se constituyeron en un desafío a la teoría del valor que acostumbró a los más ortodoxos a que una moneda tenía como único origen la emisión desde un banco central con respaldo (tradicionalmente en oro). Pero lo cierto es que el funcionamiento de estos nuevos activos digitales que han surgido desde iniciativas privadas han logrado ganarse espacios como el de la economía salvadoreña o el estado de la Florida en los EE. UU., pero además ha permitido la creación de plataformas digitales como Binance, Bitso o Buda que tienen a cientos de miles de usuarios.

Luego de que el Bitcoin, la más famosa de las criptomonedas, se desplomara desde los 60.000 dólares hasta los 19.000 dólares, hay quienes consideran que fracasó la posibilidad de descentralizar el funcionamiento del dinero. Sin embargo, lejos de ser el fin del blockchain como autopista para el desarrollo de este tipo de soluciones lo que sucede es una corrección similar a la que se daría con una moneda convencional o con una acción en el mercado de valores.

El aumento acelerado de las criptomonedas, tan veloz como el crecimiento de las startups, mal acostumbró a los inversionistas que se acostumbraron a recibir grandes ganancias en poco tiempo. Hoy, en medio de la crisis, no se descarta que una vez superadas las variables de presión inflacionaria y estabilización de las tasas de interés, las criptomonedas recuperen su curso y nuevamente registren crecimientos importantes en el mercado. Si eso pasa, sobrevivirán los persistentes.


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