martes, enero 10, 2023

Maïté Issa, experta en manifestación: "Las mujeres nos autosaboteamos en el camino al éxito"

 Maïté Issa, 'coach' experta en manifestación y autora del libro 'Tu éxito es inevitable', nos explica el rol que han interiorizado las mujeres, cómo nos limita el subconsciente y qué podemos hacer para librarnos de esa carga y alcanzar el éxito



Durante generaciones, las mujeres hemos asumido el rol de cuidadoras, y lo hemos integrado tan profundamente que nos hemos olvidado de que nosotras tambien merecemos tenerlo todo. Entre las páginas de Tu éxito es inevitable, de la coach experta en manifestación Maïté Issa, aprenderás cómo alcanzar el exito a traves de la manifestación, el proceso mediante el cual, usando las leyes del subconsciente y del Universo, lograrás hacer real y tangible algo que existía solo en tu imaginación.

Nutrirás tu mente con contenidos que derrumbarán creencias internas nocivas, romperán el techo de cristal, te reprogramarán y obtendrás así lo que deseas y mereces. Al final de cada capítulo se incluyen ejercicios prácticos donde aplicar los conceptos y principios expuestos.

Tu éxito es inevitable es un libro que inspira, empodera y ofrece soluciones a los problemas más frecuentes que sabotean a las mujeres en su camino al éxito en todas las áreas de su vida. Si puedes usar la mente para destruirte, ¿por que no usarla para crearte y mejorar?

Hacer realidad tus sueños más grandes es fácil, si sabes cómo. Descúbrelo con el poder de la manifestación. Para asegurarte una vida llena de amor, prosperidad, abundancia, salud y exito, aprende a poner tu subconsciente y el Universo a trabajar para ti.
¿Hay muchas diferencias entre el camino hacia el éxito de hombres y mujeres?

Antes de responder a esta pregunta, quiero dejar claro lo que entiendo por éxito. No se trata de un estatus social, de un feed perfecto de Instagram ni de un número preciso en la cuenta bancaria. En nuestra sociedad adicta a la imagen, la mayoría de las personas persiguen espejismos por haberlos visto en las redes sociales, sin darse cuenta de que tienen acceso sólo al 0,00001% más feliz de la vida de sus modelos. Hipnotizados por esos ejemplos irreales, no se paran a pensar qué es, para ellos mismos, el éxito.

El éxito, es tener una vida plena. Sentirte miserable mientras el mundo te admira no es éxito. Despertarte cansado y estresado pero conseguir todos los objetivos que te planteaste, tampoco lo es. El éxito es vivir plenamente. Sí, eso implica, por supuesto, tener los medios económicos para financiar tus sueños, pero no solo eso. También se trata del amor que sabes dar y recibir, de tu sensación de realización personal y profesional y de la vitalidad que te acompaña cada día. En este sentido, sí, el camino hacia una vida plena, aunque conlleva similitudes, es diferente entre hombres y mujeres.

Por cultura, durante siglos, era considerada despreciable la idea de que una mujer pudiera perseguir sus sueños (o incluso tenerlos). Buscar nuestra propia satisfacción y felicidad no eran opciones. Nuestro papel ha sido, y en muchos casos, sigue siendo, el de cuidar. Apoyar a los demás en su búsqueda de una vida satisfactoria. Y si nuestro foco tenía que ser constantemente en el otro, ¿cómo podríamos saber qué queremos y cómo alcanzarlo?

A eso se añade el perfeccionismo heredado de una exigencia social que nos impuso ser las 'mujeres maravillas' en todos los ámbitos de la vida. Las mejores madres, parejas, empleadas, sin olvidar mantener la necesaria delgadez y juventud eternas. En el libro detallo cómo esa biografía social y personal nos ha hundido en la autocrítica y el juicio que nos sabotean en la creación de nuestra vida plena y sobre todo, cómo liberarnos de ellos.


©Anna Svobodova
¿Cuáles son los pensamientos limitantes con los que nos boicoteamos más a menudo las mujeres?

A lo largo de tantos siglos de sumisión y exigencia inalcanzable, hemos interiorizado la voz que nos juzga constantemente. La llamo el “patriarcado interno” o el “segundo techo de cristal.” Nos volvimos nuestros propios verdugos. Debajo de esos pensamientos yacen dos creencias principales, que comparten el 99,9% de las mujeres:No soy suficiente: Debo enseñar al mundo que valgo, a costa de mucho trabajo, ser productiva en todo momento -incluso el descanso es solo para “trabajar mejor después”-, no debo necesitar ni pedir ayuda, me comparo con los demás para medir mi valor, lo que me lleva a una insatisfacción vital, sea lo que sea que se consiga.

No soy merecedora: Por definición, la perfección no existe, y como hemos sido educadas para anhelarla, nos encerramos en una sensación de pequeñez e inadecuación permanente que nos lleva a creer que no merecemos más de lo que tenemos. Que nos debemos conformar “con lo que toca”.

Estas creencias derivan en una cantidad infinita de pensamientos limitantes que varían según las mujeres, los momentos vitales y los objetivos que desean manifestar. Algunos de esos pensamientos pueden ser: “Para qué te esfuerzas, si nunca lo vas a conseguir”; “Lo que quieres es posible para los demás, pero no para ti”; “Eres egoísta, sólo piensas en ti y tus objetivos. Hay gente que tiene menos que tú”; “¿Y si te juzgan?”; “¿Y si fracasas?”; “Eres demasiado vieja/joven/gorda/fea/tonta/inexperimentada para conseguirlo”; “No tienes nada especial para interesar”; “Ya deberías estar contenta con lo que tienes, no vayas a pedir más que lo puedes perder todo”, etc.

Cada una se puede dar cuenta de esos pensamientos y en el libro explico maneras de reconocerlos y sobre todo, de darles la vuelta para que dejen de sabotearnos.
¿La relación con el dinero y la prosperidad crees que es de lo que más nos cuesta?

Sin la mínima duda, es un tema muy cargado tanto a nivel emocional como mental. La mayoría de las personas tienen una relación de amor-odio con el dinero: lo queremos pero a la vez lo culpamos por todos los males del planeta.

En el caso de las mujeres, se añade el hecho de que históricamente, el dinero ha sido “una cosa de hombres”. Durante siglos no podíamos tener ni posesiones económicas propias ni trabajos remunerados, y eso grabó en el inconsciente colectivo femenino que nos somos capaces de ser prósperas por nosotras mismas.

En mis alumnas, muchas descubren tener creencias enraizadas como “si quiero ser rica, debo casarme con un hombre rico” o “no es honrado ser rica siendo mujer”, y por supuesto, la mente subconsciente siendo responsable del 95% de nuestras acciones y resultados, nos sabotea a la hora de querer prosperar si tenemos estas ideas.

Para empezar a sanar nuestra relación con el dinero y así permitirnos manifestarlo en abundancia, debemos entender que no es más ni menos que una herramienta neutra. Una herramienta necesaria para financiar nuestros proyectos, cuidar de los nuestros y de las causas que nos importan.

Al contrario de la creencia popular, el dinero no cambia a las personas, sólo potencia los rasgos de nuestro carácter. Si eres generoso, podrás donar más teniendo más dinero. Es la razón por la que me apasiona tanto ayudar a las mujeres que vienen a mí, que suelen ser mujeres conscientes, a dominar su capacidad de ser prósperas. Cuando una se eleva, todas y todos nos elevamos.

En el capítulo Conviértete en un imán para el dinero, inspirado en mi programa online Eres un Imán para el Dinero, explico los mayores saboteadores de nuestra relación con el dinero y hábitos de riqueza para empezar a permitir que toda la abundancia económica, que es nuestro derecho de nacimiento, llegue a nuestra vida.


©Anna Svobodova
¿Somos responsables de nuestros pensamientos y, por ende, de nuestras acciones?

Nuestras heridas nunca son nuestra culpa. Nuestra sanación, siempre es nuestra responsabilidad. Muchas veces se confunde esos dos conceptos y se piensa que responsabilizarse equivale a culparse. Es todo lo contrario. La responsabilidad es entender que, sean las que sean las cartas que la vida me dio, puedo jugarlas de la mejor manera y decidir dónde dirigir mi futuro. En el momento en el que rechazamos esa idea, perdemos todo poder. Caemos en el victimismo y nos quedamos atrapados en nuestras circunstancias, ciegos a todas las soluciones que se presentan a nosotros cuando abrimos los ojos.

Responsabilidad es libertad y poder. En cuanto a nuestros pensamientos, es lógico entender que nadie entrará en nuestra cabeza para llenarla de rosas y mariposas, o de la certidumbre de qué queremos en la vida. Es un camino personal, en el que, en mi experiencia, es necesario estar acompañado (y en caso de trastornos mentales, por un profesional de la salud) por alguien que lo ha recorrido antes de nosotras y puede enseñarnos la vía para poner nuestra mente a nuestro servicio. El regalo inmenso de responsabilizarnos de nuestros pensamientos y acciones es el de vivir esa vida plena, el famoso éxito que tantos buscan.
En ese sentido, ¿crees que tenemos la vida que nos merecemos?

No, nos merecemos mucho más, solo que por todo lo explicado anteriormente, no nos damos cuenta de ello. Es cuando nos liberamos, poco a poco, de los saboteadores internos que hemos empezado a mencionar en este artículo y aplicamos los principios de la manifestación, que podemos crear lo que, de verdad, nos merecemos.
¿Qué hay de la famosa zona de confort? ¿Siempre tenemos que salir de ella o hay ocasiones en las que no?

Esa es otra simplificación que hace a menudo mundo del desarrollo personal, y convierte mensajes profundos en conceptos vacíos, sólo válidos para posts que generen unos likes fáciles en las redes sociales. La zona de comodidad es perfecta, si te sientes satisfecha. Es decir, si te sientes cómoda en tu vida, y a la vez realizada, plena y feliz. El problema es que la mayoría de las personas están en una zona de confort, que en realidad, es dolorosa. Se han quedado atrapados por costumbre en un círculo vicioso que no les aporta ni paz, ni bienestar, ni amor, ni abundancia. A esa zona la llamo la zona donde se mueren los sueños.

Por evolución, el cerebro tiene lucha contra toda novedad y hace lo posible para que mantengamos nuestros automatismos, aunque esos sean nefastos para nuestro bienestar. Lo que nosotros consideramos un sueño, él lo considera un peligro de muerte a evitar. Por ello, muchísimas veces, nuestras intenciones y nuestras acciones están en contradicción, y en vez de dejar a la pareja que no nos quiere, escribir el libro que deseamos, cambiar el trabajo que nos insatisface, nos quedamos paralizados.

En la mayoría de los casos, las personas necesitan un accidente o acontecimiento trágico que sacuda a esta zona y le quite toda comodidad, para que despierten y vayan a por lo que de verdad desean. Por eso, después de la primera cuarentena del 2020, a pesar de la incertidumbre ambiente, tantas personas dejaron su empleo y cambiaron de estilo de vida. La buena noticia es que no hace falta esperar un drama, hace falta aprender a reprogramar nuestro cerebro para que nos apoye en vez de frenarnos.


¿Qué hábitos sí nos suman en lugar de restarnos?

Solo para mencionar unos cuantos que me vienen a la mente enseguida:Reducir el consumo de noticias catastróficas
Cuestionar y desmontar nuestras creencias y pensamientos negativos
Consumir contenidos empoderadores (libros, documentales, podcast etc)
Invertir en uno mismo (para cualquier objetivo que tengamos, alguien ya ha hecho el camino y se trata de estar acompañados por ellos)
Visualizar nuestros objetivos
Si pudieras lanzar tres mensajes empoderantes para mujeres, ¿cuáles serían?Eres merecedora de toda la abundancia del planeta
Tu éxito es inevitable
Siempre estás en el bueno camino
¿Manifestar lo que deseamos y merecemos significa actuar como si ya tuviéramos aquello que anhelamos?

Es muchísimo más que eso y no basta la respuesta a una pregunta para detallarlo. Sí, actuar como si tuviéramos aquello que anhelamos es algo importante. Sin embargo, para conseguir lo que deseamos, debemos entender que la manifestación no es un “truco”, es un estilo de vida.

Es revolucionar nuestra mente subconsciente, nuestras creencias más profundas, sanar el no merecimiento crónico, actualizar nuestra identidad, poner nuestras emociones a nuestro servicio, tomar acciones inspiradas y aprender a soltar. Es un camino completo de transformación personal que permite la manifestación de nuestros sueños más grandes, a la vez, volver a enamorarnos de nosotras mismas.

No hay comentarios.: