Presentar la declaración de renta es una obligación formal de las personas naturales que cumplan los requisitos consagrados en la ley para hacerlo.
Constantemente se piensa que el deber de declarar renta lleva implícita la obligación de pagar el impuesto.
¿Mito o realidad?
La
declaración de renta es la recopilación de la información tributaria derivada de las actividades económicas realizadas durante un determinado año por parte de una persona natural o jurídica, involucrando el movimiento de sus ingresos, egresos, patrimonio, ganancias, retenciones, entre otros.
Con dicha información el contribuyente determina si debe o no pagar un impuesto acorde con su situación financiera y las normas tributarias vigentes para el determinado año fiscal.
Posteriormente, esta información es enviada a la Dian y con base en ella se toman decisiones a nivel nacional.
Recordemos que en materia fiscal existen dos tipos de obligaciones: formales y sustanciales. Las primeras se orientan al procedimiento que se debe realizar para el cumplimiento de la obligación sustancial, y esta última se relaciona con el pago de la obligación tributaria (ver nuestro editorial
Obligaciones formales y sustanciales: conceptos).
En este orden de ideas, en materia de la declaración de renta de personas naturales existe un gran mito en cuanto a que el deber de declarar renta lleva implícita la obligación de pagar el impuesto. No obstante, esto no es del todo cierto. A continuación, te contamos el porqué.
Diferencia entre declarar renta y pagar el impuesto
El deber de presentar la declaración de renta es netamente formal, y lo deberán acatar las personas naturales que durante el respectivo año gravable objeto de declaración hayan cumplido los requisitos consagrados en la ley.
Por ejemplo, por el año gravable 2021 deberán presentar la declaración de renta las personas naturales y sucesiones ilíquidas, residentes fiscales en Colombia, que durante dicho año hayan sido responsables del IVA o hayan cumplido algunos de los requisitos señalados en el
artículo 592 del Estatuto Tributario –ET– y el
artículo 1.6.1.13.2.7 del Decreto 1625 de 2016, sustituido por el
Decreto 1778 de 2021, entre los que se destacan:Que el patrimonio bruto en el último día del año gravable 2021 haya excedido de 4.500 UVT ($163.386.000).
Que los ingresos brutos obtenidos durante 2021 hayan sido iguales o superiores a 1.400 UVT ($50.831.000).
Que al 31 de diciembre de 2021 los consumos mediante tarjeta de crédito hayan excedido de 1.400 UVT ($50.831.000).
Que el valor total de compras y consumos realizados en 2021 haya superado las 1.400 UVT ($50.831.000).
Que el valor total acumulado de consignaciones bancarias, depósitos o inversiones financieras haya excedido de 1.400 UVT ($50.831.000).
Para que evaluar estos requisitos sea mucho más fácil, hemos elaborado para ti un sencillo cuestionario con el cual podrás determinar si una persona natural se encuentra entre los obligados a declarar renta por el año gravable 2021:
“el hecho de estar obligado a presentar la declaración de renta no implica que el contribuyente deberá pagar el impuesto, debido a que para determinar este último”
Ahora bien, el hecho de estar obligado a presentar la declaración de renta no implica que el contribuyente deberá pagar el impuesto, debido a que para determinar este último se deberá depurar el ingreso bruto recibido durante el período gravable, imputando los respectivos costos y deducciones incurridos, además de las rentas exentas consagradas en la ley. Sobre el resultado final obtenido después de realizar el anterior cálculo se determinará el impuesto a cargo del contribuyente de acuerdo con la tarifa aplicable según el
artículo 241 del ET.
Recordemos que, de acuerdo con el
artículo 241 del ET, las personas naturales deberán pagar impuesto de renta si su renta líquida gravable (ingresos brutos menos ingresos no gravados, costos y deducciones y rentas exentas) supera las 1.090 UVT ($39.576.000 por el año gravable 2021). Así se tendría el deber de cumplir la obligación sustancial que sería el pago del impuesto a cargo para el respectivo año objeto de declaración.
Para comprender lo anterior, veamos el siguiente ejemplo:
Supongamos que durante el año gravable 2021 una persona natural asalariada recibió por concepto de rentas de trabajo un total de $52.800.000. Sobre dicho dinero se realizaron aportes a salud por valor de $2.112.000 y al fondo de pensiones obligatorias por $2.112.000; adicionalmente, la persona natural tiene a cargo un dependiente.
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