domingo, agosto 08, 2021

Reformar planes de estudio y volver a enfocar el perfil profesional, tareas que se están abordando

 



Fabio Trompa afirma que la formación de los contadores está sufriendo impactos significativos provenientes de la crisis global de la educación superior.

La ausencia de un gremio único que represente de forma legítima los intereses de los contadores es un problema para el desarrollo de la profesión.

Fabio Raúl Trompa Ayala, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables y director del Programa de Contaduría Pública de la Universidad Central, afirma que la contaduría pública en el mundo es una industria de servicios de contabilidad, impuestos y auditoría:

Solo las Cuatro Grandes mueven entre 160.000 a 180.000 millones de dólares al año. Este oligopolio es difícil de controlar en cada uno de los países donde operan, de tal manera que una regulación sólida que fije reglas claras para un mercado competitivo es uno de los retos por abordar.

Para él, regular el ejercicio de la revisoría fiscal y actualizar la Ley 43 de 1990 son tareas urgentes para nuestro país.

Enfatiza que la formación profesional de contadores está sufriendo impactos significativos provenientes de la crisis global de la educación superior, así como de las transformaciones que la revolución digital y tecnológica están provocando en el mundo laboral:

Reformar los planes de estudio y volver a enfocar los perfiles profesionales son tareas que están siendo abordadas por un grupo importante de programas académicos en nuestro medio.
Ausencia de un gremio único de contadores es perjudicial
“el desarrollo de la profesión en nuestro medio ha presentado problemáticas desde sus orígenes”

Trompa Ayala explica que el desarrollo de la profesión en nuestro medio ha presentado problemáticas desde sus orígenes. Uno de estos orígenes es la ausencia de un gremio único que represente de forma legítima sus intereses.

Para él, tanto el CTCP, la JCC, como la Contaduría General de la Nación, tienen una órbita funcional definida por la ley, ya sea de inspección, vigilancia y control del ejercicio profesional, de orientación técnico-científica o de regulación de la contabilidad pública, las cuales cumplen en medio de sus limitaciones:

La real transformación debe ser provocada por los propios contadores, los registrados y activos, los estudiantes en diferentes niveles de formación. La consolidación de un gremio único que convoque a la mayoría y logre los consensos para su desarrollo es el camino. De lo contrario, otros seguirán decidiendo sobre nuestro propio destino.
Perfil profesional debe profundizar en las habilidades blandas

Trompa Ayala afirma que la forma de ejercer las labores, tanto para los contadores independientes como para los que están vinculados a las organizaciones, se ha visto claramente afectada en medio de la pandemia:

Se observa una creciente incorporación de herramientas tecnológicas con énfasis en analítica de datos. Aparecen enormes retos para el ejercicio de la auditoría por las eventuales dificultades para la valoración real de riesgos por la creciente en las medidas de excepcionalidad que se adoptaron en las empresas para enfrentar la crisis.

El aumento pospandemia del teletrabajo y el trabajo remoto se incorporará de forma permanente en las empresas y en las organizaciones profesionales de contadores, lo que indica claras políticas laborales para incentivar y mantener el trabajo en equipo y una eventual “deshumanización” en las relaciones intra y extralaborales:

De esta forma, el perfil profesional debe profundizar, como se venía exigiendo, en las denominadas habilidades blandas (empatía, trabajo en equipo, resolución de problemas, comunicación asertiva, resiliencia, gestión de cambio, etc.) que se combinen con una excelente preparación técnica, de capacidad analítica y profunda convicción ética y deontológica.


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