martes, abril 13, 2021

Es posible que Latinoamérica crezca menos del 1% en 2021?

 Los escenarios más negativos de algunos organismos apuntan a esa opción, pero los expertos ven improbable que ocurra.



Si se llegara a dar un avance de alrededor de 1% este año, ese sería un esce- nario desolador, con enormes impactos sociales.

Cada nuevo informe de perspectivas económicas que se publica siempre va acompañado de la aclaración de que la alta incertidumbre podría modificar el pronóstico. Y en este sentido, para Latinoamérica, algunos han apuntado a la posibilidad de que los riesgos a la baja lleven a un crecimiento incluso inferior al 1% en 2021 para la región.

El último en esta línea fue el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en su Asamblea publicó un reporte económico en el que prevé que, en su escenario más negativo, América Latina podría crecer tan solo 0,8% este año e incluso caer 1,1% durante el 2022.

Eso se suma a las previsiones más pesimistas de otros organismos, que semanas atrás señalaron la posibilidad de que ese crecimiento sea del 0,9% este año; también el caso de la Cepal, que plantea la posibilidad de un avance promedio de 0,3% durante la próxima década, o la visión un poco más optimista del Banco Mundial, que cree que ese avance podría bajar hasta el 1,9%, en su reporte de enero.

Por supuesto, no sobra resaltar que estos escenarios negativos no son los pronósticos base. En el caso del BID, se espera que este año la región crezca 4,4%, y el FMI que lo haga al 4,1% en este ejercicio.

Según explica Andrew Powell, asesor principal del Departamento de Investigación del BID y coautor del estudio, “es muy difícil hacer previsiones dado el alto nivel de incertidumbre. Así, existen riesgos de que el crecimiento sea menor, pero también de que la región crezca más de nuestro escenario base. De hecho, en un escenario positivo, el avance podría ser de 5,2% en el 2021”.

Ante esto, los expertos ciertamente no cierran por completo la puerta a un escenario así. Por ejemplo, Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de Credicorp Capital, apunta que al igual que era imposible prever la pandemia, “no se puede descartar que Latinoamérica presentara un crecimiento muy bajo”, lo cual resalta que si se llegara a dar, sería una tragedia económica y social para la región.

“Esos pronósticos serían desastrosos para la región, que lleva muchos años creciendo por debajo del promedio de los emergentes. Después del golpe de 2020, eso nos dejaría muy lejos de recuperar los niveles pre crisis, y generaría problemas en indicadores sociales como empleo y pobreza”.

No obstante, como indican los analistas, las posibilidades de ello son bajas. Miguel Ricaurte, jefe de análisis económico de Itaú para la región Andina, señala que “aún cuando el alza de contagios y en la tasas de interés globales suponen riesgos, un crecimiento cercano a 1% luce poco probable, pues enfrentamos una base de comparación muy baja y, aunque con vaivenes, se retomará algún grado de normalización”.

Otra de las preguntas que surgen más allá de esto es ¿qué tipo de ‘shocks’ podrían generar un impacto de esa magnitud en América Latina? Ante esto, Powell asegura que “los riesgos provienen de la crisis sanitaria. Si la vacunación se retrasa o si hay nuevas mutaciones más contagiosas y resistentes, esto puede implicar más casos y hospitalizaciones, y la necesidad de políticas de contención”.

Velandia, por su lado, apunta hacia esa misma dirección, aunque cree que no sería suficiente para registrar un crecimiento cercano a 1%. “Sumado a una pandemia sin controlar, cierres permanentes durante 2021 e incluso alguna variante que no se pudiera combatir, para que tuviera lugar tendría que darse un problema conjunto en toda la economía mundial, y que los socios comerciales principales, como Estados Unidos y China, también presentaran ese freno”.

MAYOR PREPARACIÓN

Aún así, la perspectiva actual es que aunque en este año siguieran los problemas sanitarios de la región, la mayor preparación serviría para mitigar el golpe.

Como indica Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, “si bien hay muchos riesgos latentes como la velocidad de vacunación, la evolución de nuevas cepas y el avance de nuevas olas de contagio, estos son menores que los observados en 2020 y las sociedades y gobiernos han aprendido a manejar mejor el virus. Esto no implica que no se pueda dar un menor crecimiento, pero lo hace un poco más difícil”.

Es por esto que Reyes apunta a que es clave evitar esa posibilidad. “Para desencadenar un escenario macro complejo seguramente se deban tomar medidas de aislamiento como las del inicio de la pandemia, por lo que es crucial para evitar que esto ocurra que el sistema de salud siga siendo operativo. También es importante lograr una vacunación acelerada y, por último, mantener la capacidad de tomar medidas que reduzcan el estrés de los productores y hogares”.

Los expertos coinciden en que la probabilidad de que se materialice un escenario tan negativo para la región son bajas, pero no se pueden descartar aún.

CRECIMIENTO MARGINAL

Más allá del crecimiento que presente la región, lo que sí se espera que es la mayor parte del avance no sea “genuino” según indicó recientemente la Cepal. Tal como aseguró en uno de sus últimos informes, si en el 2021 América Latina crece a un ritmo de 3,7%, de esa cifra un 3,1% se le podría atribuye al rebote estadístico por la caída del 2020, mientras que tan solo 0,6% supondría un crecimiento ‘real’. Eso haría difícil mantener una cifra elevada de crecimiento.


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