El más reciente informe de la Cepal plantea que en la región no existen las mismas facilidades para trabajar desde casa o acceder a internet
La tecnología se convirtió en un salvavidas para que el mundo no se detuviera completamente por la pandemia, e impulsó a los diferentes sectores a migrar hacía la virtualidad, por ello, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), analizó la importancia de este recurso para afrontar el impacto del coronavirus, así como las implicaciones y dificultades para la región.
El informe señala que mundialmente, entre el primer y segundo trimestre de 2020, el tráfico en sitios web y usos de aplicaciones relacionadas con el teletrabajo aumentó 324%. En el análisis se tienen en cuenta plataformas como Zoom o Google Meets, sin embargo, en la región, solo 76% de los empleados podrían trabajar desde sus casas.
Las cifras de la entidad contemplan la probabilidad para hacer teletrabajo de 13 países y un estimado de la región. En el caso de Guatemala la cifra es de 14% al igual que Honduras; Bolivia cerca de 15%; Ecuador, 16%; México, 17%; Belice, 18%; El Salvador, 18%; Guyana, 19%; República Dominicana, 22%; Panamá 24%; Chile, 25%; Brasil, 26% y Uruguay, 31%. La cifra promedio de América Latina es de tan solo 22%.
Para Colombia no hay registro de la probabilidad, sin embargo, según cifras del Ministerio de Trabajo, 122.000 personas están legalmente registradas haciendo teletrabajo en el país.
La Cepal señala que uno de los principales problemas que tiene América Latina para migrar al teletrabajo es el porcentaje de trabajadores informales, que para 2018 superaba 50% del empleo total, además de las facilidades que tienen los sectores con mayor ocupación.
Las cifras del estudio expresan que los servicios profesionales, científicos y técnicos, tienen 85% más de probabilidad de teletrabajar, seguido de la educación con 62%; finanzas y seguros, 80%; bienes raíces, 60%; en quinto lugar, están los medios de comunicación con 53%.
En cuanto a las actividades económicas con menor probabilidad de teletrabajar se encuentra en primer lugar, la agricultura, ganadería y pesca, con menos de 1%; seguido de alojamiento y comida, 4%; construcción, 4%; industria manufacturera, 8% y minería con 12%.
Frente a la situación de Colombia Víctor Solano, consultor en reputación digital de Grandes Genios explicó que la brecha digital reduce las oportunidades de transformación de los diferentes sectores, por ejemplo el agrícola.
“En una estructura social y económica como la colombiana, la dependencia de los grandes centros urbanos es muy grande y no se alcanza todo el potencial en generación de riqueza que tienen las regiones”, añadió Solano.
Esto podría ser consecuencia de que la digitalización de los procesos productivos en la región se encuentre muy rezagada, según las cifras de la entidad, mientras 70% de las empresas de los países que pertenecen a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde) utilizan internet en su cadena de aprovisionamiento, en América Latina la cifra sería de 37% para algunos países.
La Cepal coincide en el riesgo de que la desigualdad se incremente como consecuencia del teletrabajo en los países de la región. “En la mayoría de las ocupaciones que se pueden desarrollar de manera remota los trabajadores tiene un mayor nivel de formación y, en promedio, perciben salarios mayores que los de las actividades que no se pueden hacer en forma remota”, señala el informe.
Con un promedio ponderado de Chile, Ecuador, El Salvador, México, República Dominicana y Uruguay, la Cepal analizó la probabilidad de teletrabajar de acuerdo a los quintiles de salario promedio, siendo el quintil I el más bajo y el V el más alto.
De los primeros tres quintiles se estima que más de 80% no podría teletrabajar, mientras que 50% de los empleados entre los quintiles IV y V sí podrían hacerlo. Las principales razones tras las cifras sería el riesgo de reducciones salariales o pérdidas de empleo.
Otros de los elementos que impiden el trabajo en casa es la infraestructura digital con la que cuenta cada país, el nivel de digitalización de las empresas y las habilidades digitales con las que cuentan.
Para Alejandro Delgado Moreno, consultor de temas digitales, la pandemia logró demostrar que hay una urgencia de conectar a todos, en especial porque el trabajo está cada vez más ligado con la tecnología.
“Entre más haya digitalización y uso de tecnologías como inteligencia artificial, se crearán nuevos empleos y se destruirán otros. Así, el reto es lograr que los latinos tengamos las habilidades necesarias para afrontar esa nueva realidad. Es un trabajo conjunto entre los gobiernos, el sector privado y un cambio profundo en cómo nos educamos y reeducamos”, añadió Delgado.
Pese a que hay dificultades para algunos sectores, algunas empresas han logrado mantenerse vigentes gracias a la digitalización. Esto se soporta con un incremento en la presencia en internet de las empresas. Por ejemplo, en Colombia y México entre marzo y mayo de 2020 el aumento de los sitios web empresariales fue de 800%, y en Brasil y Chile cerca de 360%.
Además, migrar a las plataformas digitales ha impulsado el comercio electrónico de la región, con lo que los incrementos de presencia en línea se registran principalmente en sitios empresariales de tipo transaccional o presencia activa y en sitios de comercio electrónico.
Colombia y México aumentaron su presencia activa más de 500% respecto a la cifra de abril de 2019, además, Brasil y México se mostraron con fuerza en los sitios nuevos de comercio electrónico con un aumento de 450% versus 2019.
Con un cambio en las plataformas y los canales de venta, la Cepal plantea que un elemento fundamental para las empresas será mejorar su capacidad de entrega, que creció 157% en Latinoamérica durante los primeros meses de la crisis.
La Cepal plantea la creación de una canasta básica de las TIC para la población
En su análisis, la Cepal plantea varias soluciones a la brecha digital de los países de la región, entre esas está crear una canasta básica con herramientas de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para entregarle a los hogares sin conexión de cada país.
La entidad propone que la canasta cuente con un computador, un celular inteligente, una tableta y acceso a internet funcional. Se estima que los países tendrían un costo anual de no más de 1% de su PIB para poder desarrollar esta iniciativa.
INFORME
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