miércoles, julio 22, 2020

Las mujeres, con la carga más pesada por la crisis sanitaria

Tanto a las que responden por las labores del hogar, como a las que trabajan en sector salud, se les han multiplicado sus tareas. 


La Ley 1413 de 2010 busca incluir la economía del cuidado en las cuentas nacionales.

Si bien la crisis provocada por la covid-19 ha impactado a todo el país, la pandemia se está convirtiendo en un bulto más pesado en términos económicos y laborales para las mujeres, quienes además de tener que responder por sus cargas profesionales, dedican más tiempo a las tareas del hogar y el cuidado que los hombres.

A propósito del tema, este viernes el Dane publica un informe de gestión de la Ley 1413 de 2010, la cual busca incluir el tema en las cuentas nacionales.

Y es que la importancia de la economía del cuidado, que es toda la que está compuesta por el trabajo doméstico y de los cuidados, no es menor si se tiene en cuenta que pesa el 20% del PIB, de acuerdo con los datos más recientes de la Cuenta Satélite de Economía del Dane. Eso significa que si esas tareas se pagaran, estarían por encima de sectores como el comercio (18% del PIB), el sector de la administración pública (15%) y el de la industria manufacturera (12%), dice un informe publicado por ONU Mujeres y el Dane en mayo de este año.

Sumado a que el 78% de las horas anuales que se destinan a los cuidados no remunerados del hogar son realizados por mujeres, según estimaciones de ONU Mujeres con datos de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT), las mujeres son la mayor parte de la fuerza laboral del sector salud, el cual está en cuidados intensivos por la crisis.

La exministra Cecilia López, una voz clave en economía del cuidado, le manifestó a este diario que “las mujeres están viviendo una contradicción increíble, porque el cuidado es la actividad más importante en este momento y no se ha detenido, al contrario. Muchas actividades que antes eran reconocidas, como las de la educación, ahora se sumaron a las que siempre se han subestimado. El otro ingrediente es que más del 70% del sector salud lo constituyen mujeres”, agregó.

Organizaciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han prendido también las alarmas porque reconocen que la desigualdad para las mujeres se puede incrementar por cuenta de la crisis.

Según un informe publicado por ese organismo en abril de este año, la pandemia ha puesto de relieve “de forma inédita la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida y la poca visibilidad que tiene este sector en las economías de la región, en las que se sigue considerando una externalidad y no un componente fundamental para el desarrollo. La crisis sanitaria en curso pone en evidencia la injusta organización social de los cuidados en América Latina y el Caribe”.

Incluso, las voces consultadas por este diario creen que las medidas que se tomen para atender los efectos de la crisis sanitaria deberían tener un enfoque de género.

Maribel Castillo, directora del departamento de Economía de la Universidad Javeriana de Cali, y quien hace poco estuvo liderando un foro del tema para esa institución, manifestó que el cuidado “debe incluirse en la inminente reactivación económica pospandemia. De no ser así tendremos mayores niveles de desigualdad y brechas entre hombres y mujeres en el mercado laboral”.

¿Y LAS MUJERES DEL SECTOR SALUD?

Si bien varias organizaciones, asociaciones y sindicatos del sector salud han protestado por el exceso de horas laborales, la precarización de su trabajo e, incluso, las amenazas en su contra, las mujeres se están llevando la peor parte.

Edilma Suárez, presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (Anec) seccional Cundinamarca, también expresó su preocupación por la precarización laboral de las mujeres de ese gremio. Suárez cita unas cifras del Observatorio de Talento Humano del Ministerio de Salud, que revelan que el 85% de las auxiliares, el 63% de las técnicas y el 81% de las profesionales del sector son mujeres.

“Si nos vamos a los salarios, vemos que las auxiliares ganan un promedio de un millón, los técnicos entre 1,5 y 2 millones y los profesionales apenas 2,2 millones”, agregó.

Suárez también habló de la difícil situación que viven muchas mujeres en el sector y que se ha profundizado por la crisis. De acuerdo con la presidenta, muchas de estas personas están contratadas por prestación de servicios y, como ya lo han denunciado, no están recibiendo todos sus elementos de protección.

Ante esa situación, la dirigente de la Anec seccional Cundinamarca le contó a Portafolio que ha tenido un par de reuniones con personas del Ministerio de Salud para exponer la situación y ver qué salidas hay para equilibrarles las cargas a las mujeres.

Como un solución a esa desigualdad de condiciones que describen las expertas y que se evidencia en las cifras, López, Castillo, Suárez y el informe de la Cepal resaltan que lo primero que debe hacer el Gobierno es reconocer la importancia de este sector del cuidado.

“Cuando eso sea visibilizado, los mercados también empezarán trabajar para que las tareas del cuidado no sean exclusivas de las mujeres”, concluyó la exministra López.

EL LLAMADO DE LA CEPAL

En el informe de la Cepal, hacen un llamado a los gobiernos de América Latina para que las políticas que se formulen de ahora en adelante tengan un enfoque de género. “Resulta imprescindible visibilizar y redistribuir este trabajo que las mujeres realizan tanto dentro como fuera de los hogares. Como ha advertido la Cepal, uno de los desafíos más impor- tantes que tiene la región es la reorganización social de los cuidados para alcanzar la plena corresponsabilidad entre el Estado, el mercado y las familias”.

Incluso, la Cepal alerta para que el tiempo de las mujeres no se convierta “como ha sucedido a lo largo de la historia, en un factor de ajuste del que los Estados disponen para afrontar la crisis”.



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