Desde Fenalco se ha iniciado una campaña para aconsejar a los tenderos sobre medidas de protección para ellos y sus clientes
Cuando comenzaron los primeros casos de Covid-19 en el país y las autoridades decidieron que se iba a implementar la cuarentena, las personas recurrieron a los comercios de grandes superficies para adquirir alimentos, productos de aseo y lo que cada quien consideraba esencial durante el aislamiento social.
A medida que han avanzado los días de cuarentena, la manera como consumen los hogares ha ido variando, así como la percepción del ahorro. Para las personas se ha vuelto más importante cuidar cómo gastan sus recursos, ya que no se sabe cómo evolucionará la pandemia ni si los días de aislamiento seguirán aumentando.
De hecho, según un informe realizado por la plataforma de estudios de mercado LookApp, esto ha generado que los usuarios prefieran hacer sus compras en almacenes low-cost (68,5%) y en tiendas de barrio (53,3%).
En cuanto a los establecimientos donde se han realizado las compras, D1 (56,8%) y Justo&Bueno (40,9%) lideran la lista. Les siguen Éxito, con 33,8%, y las droguerías de barrio, con 27%.
A esta información se suma que la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) reportó que, con la pandemia, más de 60% de los comerciantes reportó reducciones en sus ventas.
De los 719.000 pequeños comercios del país, 278.000 son tiendas de barrio y el panorama que viven es totalmente diferente según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco Nacional, quien aseguró que sus ventas han aumentado.
“Desde que comenzó a hablarse del coronavirus, las ventas de las tiendas de barrio han aumentado y cuando se conoció el primer caso de contagio se disparó la demanda por productos de aseo para el hogar”, dijo.
Debido a que las normas de la cuarentena permiten que las personas se puedan abastecer de bienes de primera necesidad, Cabal garantizó que ni los supermercados ni los pequeños comercios cerrarán sus puertas.
Por eso cuando inició el aislamiento, los retailers se aliaron y fijaron compromisos para que no falten los alimentos ni los productos de primera necesidad mientras se mantengan las medidas excepcionales.
Incluso, el fin de semana del 21 y 22 de marzo, según un informe de Puntored y otras entidades, el gasto promedio en tiendas subió a $12.000, mientras que el fin de semana del 20 y 21 de febrero la venta promedio en una tienda en el país fue de $5.250 por persona. Los productos que más variación positiva tuvieron durante esos días fueron: arroz (38,6%), aceites (31,7%), galletas (30,2%), y pan empacado (19,2%).
Según las cuentas de Fenalco, de las 278.000 tiendas de barrio, 32% vende hasta $5 millones mensuales, 36% hasta $10 millones y el resto más de $10 millones. “La utilidad para 70% de las tiendas es un ingreso más o menos de un salario mínimo mensual. Esto se genera con una atención de estas tiendas de barrio de 150 personas por día”, aseguró el líder gremial.
Como los tenderos también han seguido trabajando y son un gran apoyo para sus comunidades, pues son cercanos a sus clientes, venden en pequeñas cantidades, a veces ofrecen servicios a domicilio y hasta fían, desde Fenalco se creó la campaña ‘Mi tienda abierta, mi tienda segura’, en la que también participan Coca-Cola, Postobón y Pepsico. Por medio de esta iniciativa, se les brindan consejos a los tenderos para que cuiden de ellos mismos y de sus clientes durante la pandemia.
Por medio de redes sociales les han compartido que para evitar los contagios, deben delimitar una zona de seguridad. Para ello se puede usar una cinta o una línea en el suelo, de manera que los clientes mantengan una distancia segura frente al tendero. También se les ha recomendado que pongan una mesa a la entrada de su tienda y que atiendan desde adentro o que reorganicen los muebles de los locales para tener más espacio, para que se puede preservar la distancia.
Para evitar el uso de efectivo, la principal propuesta es que se aventuren a utilizar plataformas de pago virtual, que además son varias las opciones que hay en el mercado.
Propuestas para mitigar la crisis
Por otro lado, como en otras actividades comerciales se ha disminuido el dinamismo o, incluso, está completamente detenido, desde Fenalco Bogotá se han realizado varias propuestas para reducir el impacto económico entre los comerciantes.
El gremio le propuso al Gobierno Nacional una línea de crédito especial para pagar nóminas, con por lo menos seis meses de gracia, dos años de plazo y sin intereses.
También le planteó un Régimen Temporal de Empleo para permitir acuerdos colectivos al interior de las empresas, que modifiquen temporalmente las condiciones de los contratos laborales mientras dura la crisis, garantizando el mantenimiento total de la nómina, con un salario menor, pero con la obligación de restablecer las condiciones iniciales una vez termine esta coyuntura.
Además, el director de Fenalco Bogotá, Juan Esteban Orrego, también envió un documento al Concejo con otras propuestas que también buscan reducir el impacto negativo. Entre esas está derogar el Decreto de Valorización, con el fin de generar liquidez y devolver el dinero a quienes pagaron dándoles la posibilidad de donar el porcentaje que deseen para crear un fondo voluntario que podrá atender a las Mipyme y personas naturales.
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