El jefe de estrategia de BlackRock dice que el 2023 será de renta fija y que América Latina puede beneficiarse por la recuperación de China y EE.UU.
Benjamín Souza, director de Estrategia de Renta Fija para América Latina de BlackRock
Benjamín Souza es el director de Estrategia de Renta Fija para América Latina de BlackRock, considerada como la empresa más grande del mundo en gestión de activos.
El ejecutivo evalúa, en entrevista con Portafolio, el impacto de la inflación y el alza de las tasas en las inversiones de tasa fija y los créditos.
¿Las tasas de interés dejarán de subir pronto?
Tuvimos un periodo de tasas bajas y eso era un problema para invertir. La inflación es más grave en unos países y aunque en Estados Unidos sigue en 6%, es tres veces más alta que la meta. Donde esté más alta, las decisiones serán más difíciles para los bancos centrales.
Así como hubo una carrera por quién subía más rápido las tasas, ahora la carrera es por quién logra controlar la inflación. Algunos bancos centrales van a demorarse en tener éxito, pero todos tendrán que tomarse una pausa para evaluar lo que pasó, el efecto de las medidas y qué tanto afecta la demanda, para eventualmente comenzar a bajarlas. En promedio, son 12 meses a partir de que terminen de subir y no han terminado de subirlas.
¿Entonces el costo del dinero estará todavía un tiempo más?
Por eso el 2023 es el escenario perfecto para la renta fija. Nos vamos a quedar ahí un rato. Tardará un buen tiempo todavía. La razón es la inflación. Vamos a estar obligados por esa inflación de doble dígito y creo que el problema no está resuelto y no estamos cerca de resolverlo.
¿Por qué se disparó la inflación?
Por tres razones: La política de cero covid de China, que generó inflación de los bienes por el cierre de ciudades y regiones; la segunda es por la invasión de Rusia a Ucrania, que distorsionó precios de algunos bienes como granos y fertilizantes y la tercera es domestica y es la demanda con la recuperación de la pospandemia. La que se está resolviendo es la primera.
Desafortunadamente todos nos vamos a quedar con un poco más de inflación y aprender a vivir con ella. Ningún banco central puede estar conforme con inflación de doble dígito y tiene que apretar. En el resto de países de la región hay que aprender, probablemente, a lidiar con esas inflaciones a pesar de los objetivos de los bancos centrales y vivir cerca de los rangos, tal vez en la parte alta de ellos.
El otro lado de la moneda es el crédito, con tasas altas. ¿Acá lo sufrirán quienes están endeudados?
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