Para nadie es un secreto que el dólar ha llegado a su nivel más alto en 20 años. Sin embargo, en los últimos dos meses, la Tasa Representativa del Mercado (TRM), ha tenido constantes variaciones que, de acuerdo al Banco de la República, a comienzos de octubre de 2022, el dólar se ubicó en promedio de los $ 4.600, pasando luego los $ 4.800 tan solo 10 días después y superando la barrera de los $ 5.000 a mediados de noviembre y finalmente, mostrar una baja en diciembre donde hoy está alrededor de los $ 4.700.
Frente a este escenario, Ana María Díez Pérez, directora del programa Administración de Empresas de Areandina seccional Pereira y Diego Fernando Serna Osorio, docente del mismo programa académico, se dieron a la tarea de hablar con varios empresarios y expertos de la región de algunos sectores de la economía sobre cómo estar bien preparados para los cambios del dólar y evitar riesgos financieros para la organización.
“El dólar alto significa no solo las fluctuaciones que observamos, sino que es más caro comprar en dólares, dado que nuestro peso colombiano se deprecia, generando aumento en muchos de los productos y materias primas que importamos”, explica la directora Díez, lo que para el docente Serna, “el primer riesgo es que, con la subida del dólar, se generan sobrecostos en la producción y con esto se vuelve más costos en el mercado nacional”.
Al consultar con Lucas Valencia, CEO- ULTIMATE Technology S.A.S, “una de las acciones que debería realizar la empresa cuando es importadora, es prepararse frente al riesgo cambiario, utilizando una herramienta que en el mercado financiero denominada forward que, en palabras simples, no es más que un compromiso entre dos partes en comprar y vender un activo a un precio fijado en una fecha determinada”. Para el experto, esto ayuda a proteger el flujo de caja de las fluctuaciones del dólar en momentos complejos o de incertidumbre, lo que hace necesario que las empresas identifiquen, cuánto de los ingresos, costos y gastos, están en dólares.
Para Lina María Ripoll, gerente ESENZIA SAS, “un buen consejo es la compra de forward, exportar con ventas en USD, comprar materias primas en el extranjero, mantener inventarios bajos, tener capacidad de reacción para cambiar precios de venta, cuidar el capital de trabajo en especial inventario y cuentas por cobrar, cash is king, buscar tener activos líquidos o corrientes, así como realizar y analizar muy bien inversiones o casos de negocio”.
De acuerdo con Yanika Barrios, gerente de la Banca Empresaria Bancolombia, los clientes deben estar enfocados en su core de negocio y evitar distracciones al caer en la trampa de la especulación. “Las herramientas financieras como los forwards les permite gestionar el costo y/o monetizar sus ventas con control de los ingresos. Dejar estas variables sin coberturas es como salir a navegar sin brújula”.
Y agrega: “la cadena de abastecimiento es crucial para la operación, entender de punta a punta todo el ecosistema, proveedores, logística, producción, comercialización y post venta, podrán llevar a las compañías a que su cadena de valor se pueda materializar en sus clientes y puedan diferenciarse de la competencia como por ejemplo el buen relacionamiento con los proveedores, atomizar las opciones de estos y lograr negociaciones por volúmenes vía descuentos por pronto pago, lo que permitirán que se pueda tener mayor control de los márgenes mejorando la generación de caja de la compañía y llevar mejores precios al mercado o garantizar los recursos para reposición de activos fijos productivos o repartir dividendos a los accionistas”.
Por su parte, Ramiro Germán Villanueva, Trader Mesa de Dinero Bancolombia, es enfático en señalar que generalmente las compañías están tomando el riesgo a la ligera y la administración del riesgo se debe realizar bajo unos parámetros, por lo que primero es medir ¿cuánto equivale ese riesgo? y si dependen de esa variación en sus resultados, deberán tener una política de riesgo muy bien definida.
“Esta política responde a lo que se busca en la gestión del riesgo. Por ejemplo, si la empresa quiere controlar sus costos, siendo un importador y su demanda es muy elástica frente a la variación del precio, la empresa se enfocará en que la tasa de cambio se suavice. Esto se logra a través de una cobertura por capas, lo que indica que cubre porcentajes pequeños de su exposición mensual y definir los plazos en los cuales se deben hacer esas coberturas de 1 a 3 meses, de 1 a 6 meses recomendable para importadores y para exportadores mayores a 6 meses”, explica Villanueva.
Finalmente, Jorge Mario Morales, gerente financiero Chevrolet Caminos, señala que en esta situación económica es difícil dar consejos, sobre todo que las expectativas de las reformas que se vienen dando no son alentadoras para la economía.
“Con respecto al dólar, nuestra empresa no tiene afectación directa sobre la tasa de cambio ya que no somos ni exportadores ni importadores, todas nuestras compras son nacionales. Ahora bien, el costo de nuestros productos si se han visto afectados ya que provienen especialmente de Brasil y China; el costo se desde el año 2020 ha tenido un incremento del 46% sumado a la dificultad logística generando retrasos en la entrega de vehículos y repuestos a los clientes”, explica el directivo.
Y agrega: “Con el actual cambio gobierno, aperturamos una cuenta en dólares, con el fin de tener inversiones en el exterior y minimizar el impacto de una posible devaluación del peso, decisión demasiado acertada si tenemos en cuenta que la inversión se ha valorizado un 27%, superando el indicador de inflación. Lo más importante para las empresas que manejan moneda extranjera es operar a mercados futuros, manejar cuentas de compensación, tener contratos de forward y evitar el endeudamiento, dado que la tasa de usura ha superado el 40% y a los empresarios nos toca andar liviano”.
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