Para evitar impactos significativos en tu economía, prepárate para interpretar los aspectos económicos según sucedan y actuar financieramente de acuerdo con los efectos que estos causen en los mercados regionales y sus industrias.
Distintos aspectos económicos y conflictos de orden político y bélicos entre las naciones, incidirán este año directamente en el precio de los commodities, los mercados de capitales y las inversiones entre otros sectores.
Frente a esta situación, Jamez Hernández, presidente y cofundador de la consultora Trust Corporate, plantea que serán siete las perspectivas económicas que podrían afectar las finanzas personales en Latinoamérica:
Crecimiento económico moderado:
Este año se perfila como año de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB en la mayoría de los países de Latinoamérica. Se espera que alcancen cifras y un comportamiento similar al que tenían hace tres años y antes de iniciar la propagación del Covid-19; sin embargo, este crecimiento dependerá de muchos factores como el avance en el proceso de vacunación y la aparición de nuevas cepas del coronavirus.
Aumento de las tasas de interés:
El Banco Mundial estima que el crecimiento de la economía de América Latina disminuirá a un 2,9% para este año. Gran parte de la región tardará mucho en lograr recuperarse plenamente y volver a los niveles de producción anteriores a la pandemia.
“En 2022 veremos un incremento en las tasas de interés, lo que significa que el costo de los créditos será mayor; factores como el presentado en Estados Unidos, donde en octubre pasado se presentó una inflación interanual del 6,2 %, la más alta de los últimos 30 años, afectarán directamente en la economía de la región. Los países que se podrían ver más afectados son Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú, por lo que recomendamos ser medidos en el gasto y estar atentos a estas variaciones para no pagar elevados costos debido a las altas tasas de interés de los créditos y préstamos que se adquieran durante el año”, comentó Hernández.
Inclusión financiera:
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), identificó que las medidas de distanciamiento social impulsaron el proceso de digitalización de las transacciones, al incentivar la utilización de servicios y canales financieros no presenciales. Por su parte un informe publicado por Mastercard destacó que en Latinoamérica antes de la pandemia sólo el 45% de la población había realizado una transacción en línea; sin embargo, durante los dos últimos años esta cifra creció hasta el 83%.
“El sector bancario extenderá su oferta y aprovechará los próximos meses para conectarse con sus clientes, los tradicionales y las nuevas generaciones de usuarios, que en su mayoría son nativos digitales. Los emprendedores y los comercios vienen incorporando soluciones basadas en la tecnología para beneficiar a las personas al ofrecerles alternativas de productos y servicios, disminución de costos y una oferta amplia”, opinó el representante de Trust Corporate.
Dólar y la devaluación de las monedas locales:
Las monedas de las mayores economías de Latinoamérica sufrieron durante el año pasado fuertes caídas frente al dólar, una de las razones que explican este fenómeno es que hay una ola de cambios políticos e incertidumbres que están afectando el mercado cambiario, lo que se verá reflejado en el encarecimiento de las importaciones, el valor de los automóviles, electrodomésticos y juguetes, además del incremento del valor en la canasta familiar en un 20% en toda la región.
“Hemos visto, cómo los países, las monedas y las empresas presentaron una parálisis del aparato productivo y que representa un compleja engranaje que aún tardará tiempo para reactivarse, y es por esto que hemos visto un desabastecimiento en la cadena de suministros de materias primas, aparatos eléctricos, repuestos, producción de automóviles que no solo son producto de los desafíos que planteó la pandemia para la industria y el comercio, sino que comenzó en el año de 2019, con la guerra comercial que desde este momento adelantan China y Estados Unidos y que sin duda afectan a los mercados de todo el mundo”.
Auge de las criptomonedas:
Actualmente hay más de 16.701 tipos de divisas digitales, de los cuales el Bitcoin representa el 39%, seguida por Ethereum con el 19,4% y que en total constituyen un mercado global de 2 billones de dólares anuales. Los países latinoamericanos con mayor actividad en esas divisas, según reportó la plataforma de estadísticas Coin Dance, son Colombia con el 45% de la región; Perú (13%); Chile (12%); México (11%) y Brasil (11%). En la región ya es posible encontrar más de 100 cajeros electrónicos habilitados para recibir este activo.
“Este tipo de activos llegaron para quedarse, y a pesar de su inestabilidad, la tendencia indica que serán cada vez más comunes y los gobiernos se sumarán a su regulación. Al momento de invertir lo importante es ser precavidos y diversificar el riesgo para soportar así las variaciones de su cotización, siendo conscientes de que a mayor utilidad mayor es el riesgo y así como podemos ganar mucho, también podemos perderlo todo”, explicó Hernández.
Aumento en la demanda del petróleo:
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), espera que la producción mundial del crudo alcance este año los 99,5 millones de barriles diarios, cifra que superará los niveles presentados antes de la llegada del Covid-19. Esto deriva de la escasez en la oferta y el alto precio que viene presentando el gas natural y el carbón.
El incremento en el valor de la energía, y el alza del crudo provocará una subida en el galón de la gasolina, que junto con el aumento de los derivados del petróleo, incidirán en los precios de la cadena de suministros y consumo de las personas para este año.
Consolidación del Comercio Electrónico:
La CEPAL indicó que la pandemia y las restricciones de movilidad aceleran el crecimiento del eCommerce en todo el mundo.
América Latina y el Caribe, fue la segunda región en el mundo con mayor dinamismo en términos de crecimiento entre 2014 y 2019, y se proyecta que podría liderar la progresión mundial en el 2024. La oportunidad que representa esta actividad para los comercios, sin importar su tamaño o ubicación constituye una gran oportunidad para los emprendimientos y la reactivación económica y es a su vez un importante estímulo para la generación de empleo, en todo el ecosistema del comercio electrónico en los países de la región”, concluye el CEO de Trust Corporate.
“Este año la economía global se verá expuesta a diferentes factores que deberían motivar a las personas a estar preparadas en mayor o menor medida a sus efectos. Eventos como los conflictos de orden político y bélicos entre las naciones, tal y como vienen ocurriendo entre Rusia y sus países vecinos o las arriesgadas pruebas nucleares que adelanta Corea del Norte, incidirán directamente en el precio de los commodities, los mercados de capitales y las inversiones entre otros sectores; ante esto, se requerirá interpretar los hechos según sucedan y actuar financieramente de acuerdo con los efectos que estos causen en los mercados regionales y sus industrias”, afirmó Hernández.
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