El mercado colombiano es uno de los más castigados del mundo, ya que tiene una desvalorización superior al 7% este año.
En general, las acciones colombianas muestran un espacio potencial para seguir subiendo de precio como lo han venido haciendo desde el pasado 9 de agosto.
Este jueves, el índice MSCI Colcap subió el 0,28% y cerró en 1.329,67 puntos con lo que en apenas 10 días ya recuperó la mitad de la caída que traía este año. La cifra negativa de todas maneras es del 7,53% desde enero.
Solo con la lupa puesta en el indicador Q de Tobin (aunque hay varios), y que mide la relación entre el valor en la bolsa de una empresa y su valor intrínseco, es decir, si está sobrevalorada o infravalorada, las principales firmas muestran que se están negociando en promedios bajos, según el sector en el que están.
Y aunque en el mercado de acciones colombiano, de las 41 con alguna o mucha negociación apenas dos títulos se negocian dos veces por encima de su valor en libros, otras 13 un poco más de una vez y 26 por debajo de una vez, eso no quiere decir que estén sobrevaloradas o recalentadas, ya que lo que se debe mirar son los flujos futuros de las compañías en los que se deben tener en cuenta sus planes de ensanche, inversiones, mercado internacional, alianzas, y compras, entre otros aspectos.
Pero en cambio, lo que sí se ve es que la mayoría de títulos representan una oportunidad potencial para subir de cotización.
Según el analista certificado, Andrés Moreno, en el caso del sector petrolero es muy común que las acciones de esas firmas se negocien hasta cuatro veces su valor en libros y en el caso de Colombia, Ecopetrol y Canacol se negocian con indicadores que apenas sobrepasan dos veces. En el sector de energía también es común que las compañías se negocien en la bolsa más de dos veces su valor en libros y en el caso de ISA, su precio no llega a ese indicador y en casos como los papeles del GEB y Celsia, sus indicadores son más bajos.
Lo que los analistas advierten es que al mirar las cifras no hay que llamarse a engaños comparando la Q de Tobin de una petrolera con una constructora o un banco, ya que cada sector responde a unas dinámicas de negocio y mercado que no pueden compararse.
En Colombia los bancos y entidades financieras están negociándose como máximo a 1,4 veces su valor en libros y en su mayoría no llegan a una vez y el estándar es que estos pueden negociarse hasta tres veces el valor en libros.
Hay que recordar que entre 2005 y 2006 los bancos colombianos llegaron a negociarse en la bolsa hasta tres veces su valor en libros “y ahí sí había una clara sobrevaloración”, dice Moreno.
Un ejemplo de una baja valoración en el mercado frente al valor en libros son las acciones de holdings como el Grupo Argos ya que es normal que se negocien similar a su valor en libros, pero esos dos títulos están muy por debajo de ese indicador.
Para Edgar Jiménez, del Laboratorio Financiero de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, uno de los primeros parámetros de un inversionista del mercado accionario es “buscar una empresa con buena situación financiera, perspectiva de crecimiento y una Q de Tobin baja. Eso le indica si está barata o subvalorada”.
Otro tema que hay que ver, es que algunos papeles pueden representar una oportunidad de compra pero tener una baja liquidez.
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