La actualización de la legislación laboral es una gran oportunidad para el país.
Estatuto laboral debe aprovecharse para reglamentar trabajo por horas y salario por regiones.
El reciente llamado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) al Congreso para que Colombia actualice su legislación laboral mediante la expedición del Estatuto del Trabajo llevó a representantes de los empresarios, analistas económicos y expertos a discutir sobre qué aspectos debe abordar el estatuto y si ese llamado es el definitivo para ocuparse de una reforma laboral, que por factores políticos y de polarización se ha venido postergando.
En su artículo 53, la Constitución Política precisa que tal estatuto debe expedirse bajo los principios de igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo y la irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales.
Pero, además, la Constitución también invoca como puntos de partida las facultades para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; que haya una situación más favorable para el trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho, al igual que la primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales; la garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario, y la protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad.
Y sobre la aplicación de los principios de la remuneración mínima vital y proporcional al trabajo, así como la prevalencia de la realidad sobre las formalidades ya establecidas, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, el gremio de los comerciantes, destaca que, con la Corte, ya no son solo los gremios los que ven la urgencia de poner a tono la normatividad laboral con las nuevas realidades, ya que la legislación data de hace 50 años y solo ha tenido ajustes muy específicos, con la Ley 50 y la Ley 100.Puntos por incluir
Sobre los aspectos que son claves para modificar, el dirigente gremial dice que las distintas disciplinas apuntan hoy más hacia la digitalización y automatización, fenómeno del que Colombia no es la excepción y que hace que muchas actividades no requieran de un trabajo de tiempo completo, ya que, por ejemplo, se pueden prestar servicios profesionales o técnicos por horas o por media jornada, e inclusive hacerlo para varias empresas o para varios clientes.
Y eso da pie a que, según Cabal, en el estatuto se deba incluir la flexibilización de la contratación por horas y un salario integral por hora, que recoge la tasación del salario incorporando la proporcionalidad de las prestaciones sociales de cada hora.
Para ello, el presidente del centro de estudios económicos Anif, Mauricio Santamaría, dice que es esencial que se reglamente bien, porque hoy en día los parámetros de la norma vigente la hacen inoperante.
“Esa mejora al mercado de trabajo podría reducir el desempleo y la informalidad, especialmente en los grupos más vulnerables como los jóvenes, las mujeres y las personas de menor educación”, precisó.Trabajo en casa
Además, Cabal advierte que si bien la pandemia demostró que la presencialidad en varias actividades no es necesaria, el trabajo desde casa requiere mejor reglamentación, al igual que los subsidios de transporte atados a los incrementos del salario mínimo, para que se transformen en subsidios de conectividad, que puedan usarse tanto para transporte o para cubrir gastos y costos de trabajar por internet desde cualquier parte del país o del mundo.
Por su parte, Juan Carlos Guataquí, consultor en políticas laborales, señala que es necesario encontrar un punto armónico entre los nuevos desafíos de la gran economía y el respeto a la relación laboral de dependencia.
“Hay avances para el caso de Uber y otras plataformas a nivel internacional. Y dado el enorme esfuerzo fiscal que el país está realizando en apoyar la regularización de migrantes venezolanos, el caso de Rappi es estratégico, tanto en términos laborales como sociales. Hay puntos importantes que requieren actualización en el derecho laboral colectivo”, agrega.Oportunidad
Pero cree que no debe confundirse una exhortación a la modernización del Código Sustantivo del Trabajo, que puede beneficiar a todas las partes implicadas, con las motivaciones para una reforma laboral que, dependiendo de su diseño y articulado, puede beneficiar a algunas partes con perjuicio para otras.
“Es una muestra de respeto que las altas cortes no hayan hecho un llamado en este último sentido”, indicó.
A su turno, el presidente del centro de estudios económicos Anif, Mauricio Santamaría, recalca que la actualización de la legislación laboral es una gran oportunidad para resolver problemas que traemos desde hace varios años y que la prioridad, en estos momentos, debe ser la construcción de políticas públicas para favorecer a las mujeres, los jóvenes, los trabajadores informales y proteger al adulto mayor.¿Acudir a la Comisión de Concertación?
Los expertos consultados también expusieron las razones por las que el llamado de la Corte Suprema de Justicia para actualizar la legislación laboral debería surtir o no un paso previo ante la Comisión de Concertación de Políticas Salariales.
Mientras que Juan Carlos Guataquí, consultor en temas laborales, cree que no, el presidente de Anif, Mauricio Santamaría, considera que sí, ya que el objetivo es crear un pacto social que beneficie a todos y sea incluyente. “Es importante que haya concertación y se logre el consenso que este tipo de medidas requieren para salir adelante”, dijo.
Y para Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, aunque esa idea de buscar acuerdo en esta comisión sería ideal para enriquecer y llevar un proyecto consensuado, “lamentablemente siempre que se ha tratado de plantear temas de reforma de la legislación laboral o actualización de la legislación laboral, las centrales obreras mantienen una posición radical de oposición”, lo cual hace que este paso se vuelva insulso e improductivo.El salario por regiones
En esa modernización de la legislación laboral también debe incluirse, según Mauricio Santamaría, presidente de Anif, la figura de salarios mínimos distintos para las regiones, debido a la disparidad en el costo de vida de cada zona del país, la mano de obra calificada y sus diferencias productivas. “En un país tan diverso como Colombia es absurdo tener el mismo salario mínimo en todas las regiones”, insiste.
Pero Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, partidario también del salario mínimo por regiones, cree que el esquema para el incremento anual del salario debe replantearse, ya que hoy es una negociación de un porcentaje que muchas veces no llega a ningún acuerdo y el Gobierno termina expidiendo un decreto, pero se deja de contemplar la realidad regional.
“Las regiones tienen dinámicas distintas, vocaciones económicas diferentes, tienen, igualmente, costos de vida y poder adquisitivo distintos; de ahí que sea necesario establecer el salario mínimo diferenciado por horas y por regiones para que haya muchas más oportunidades y estímulos para que empresas lleguen a otras regiones o para el desarrollo de proyectos”, recalcó.
No obstante, el consultor Juan Carlos Guataquí cree que los salarios mínimos por regiones son un interesante concepto teórico, pero su implementación y los argumentos prácticos que la apoyarían plantean una situación en la cual sus consecuencias negativas serían mayores que sus beneficios, “por conceptualmente plausibles que estos puedan ser”.
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