Los activos no financieros son todos los recursos que una compañía posee para su propio beneficio usándolos en las operaciones diarias. Ejemplos de estos activos son los inventarios, la propiedad, planta y equipo, las propiedades de inversión y los intangibles.
Los activos no financieros no tienen una definición formal en las Normas Internacionales de Información Financiera –NIIF– Plenas ni en las Normas Internacionales para Pymes. No obstante, pueden definirse con base en la definición que los Estándares tienen para los activos financieros, como aquellos tangibles e intangibles no monetarios que no se tienen como fin primario para intercambiarlos por una cantidad fija de efectivo ni están representados por títulos valores ni en instrumentos derivados.
En otras palabras, el fin primario que tienen estos activos es ser usados por la compañía, y el fin secundario podría ser la venta cuando ya no se necesiten en la entidad.
Los inventarios son un ejemplo de estos activos no financieros, ya que su fin primario es el uso para la venta, y el fin secundario se presenta cuando ya son vendidos.
Por otro lado, las propiedades, planta y equipo también son consideradas activos no financieros porque la empresa obtiene beneficios al usarlas en sus operaciones administrativas o de producción, lo que demuestra su uso como fin primario.
El fin secundario se presentaría cuando por decisiones internas se venden porque no se tiene planeado usarlas en el futuro.
Teniendo en cuenta esta información, los activos no financieros son aquellos que generan la mayor parte de los ingresos y utilidades para las pymes.
Para conocer más sobre los activos no financieros, debido a la importancia que tienen para las pymes, Actualícese presenta el seminario Activos no financieros: tratamiento contable bajo NIIF, un espacio donde se explicarán los tratamientos contable y fiscal de los activos no financieros.
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