Creció 6,5% en su tasa anual en el segundo trimestre, bastante peor del 8,4% que veía el mercado, pero suficiente para recuperar su tamaño previo.
Al hablar de la recuperación económica durante el 2021, Estados Unidos es uno de los protagonistas por el alto desempeño que se espera para ese país este año. Tanto así que tan solo un año después, la primera potencia mundial ya recuperó lo perdido por la pandemia y cuenta en la actualidad con un producto interno bruto (PIB) mayor al que entró en la crisis.
Estados Unidos ayer presentó sus cifras para el PIB del segundo trimestre del año, el cual avanzó un 1,6% de manera trimestral o 6,5% en términos anualizados. Incluso, al comparar con el segundo trimestre de 2020, que fue el periodo en el que se sintió con mayor fuerza la crisis del coronavirus en la economía, cabe decir que la actividad ha crecido ya un 12,2%.
Según los datos actuales que publica Refinitiv a precios constantes desde 2012, al cierre del segundo semestre y con el crecimiento que se presentó ayer, el PIB de Estados Unidos llega en estos momentos hasta los US$22,72 billones, mientras que antes de que se iniciara la crisis, al cierre del 2019, el tamaño de la economía llegaba hasta US$21,48 billones. Es decir, desde el cierre de ese año hasta la actualidad, no solo recuperó lo perdido, sino que pesa un billón adicional.
Este dinamismo va en línea con las previsiones de la Fed, pues según dijo recientemente su presidente, Jerome Powell, “el país tendrá en 2021 el incremento más rápido de las últimas décadas”.
Eso sí, cabe resaltar que si bien el crecimiento en el segundo trimestre es positivo para la recuperación del país, el dato estuvo por debajo de lo que esperaba el mercado, pues el promedio de los analistas pronosticaba alrededor de un avance de 8,4%.
De esta forma, según un reporte de EFE, “los ‘paquetes de estímulo’ económico de Donald Trump y Joe Biden han logrado que la economía retorne a su valor previo a la crisis mucho más rápido que lo ocurrido en las recesiones de 1980, 1990, 2001 y 2007”.
De hecho, según las cifras, frente a los cuatro trimestre que ha necesitado en esta ocasión para recuperar lo perdido, en la Gran Recesión tardó dos años completos.
Aunque no todos los aspectos del PIB ya ha regresado a niveles prepandemia, como es el caso del PIB per cápita. Como indican las cifras del gobierno estadounidense, este indicador llega ahora a los US$53.748, por debajo de los US$55.886 que presentaba en 2019, que había sido el récord histórico de esa cifra.
No obstante, aunque las cifras no sean tan positivas como se prevería, el balance hasta el momento de la reactivación es positivo.
Así lo considera Edward Stuart, profesor emérito de economía de la Universidad Northeastern Illinois, quien indica que “aunque es un poco menos de lo esperado, no es una mala noticia para la economía. La tasa de crecimiento del PIB más baja se debe a varios factores: hay interrupciones y problemas en la cadena de suministro que aún quedan por la pandemia y que se solucionarán en los próximos dos trimestres, se produjo una desaceleración en la construcción residencial, los inventarios bajaron, los minoristas han disminuido el ‘pedido de pánico’ provocado por los temores de que los problemas de suministro continúen, parte del estímulo fiscal se está desacelerando a medida que se reducen los pagos a los hogares y las empresa y, por último, los trabajadores aún se muestran reacios a volver al trabajo”.
TEMOR POR EL FUTURO
En la reciente actualización de las previsiones económicas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo el optimismo para la economía estadounidense, con una previsión de que al final del 2021, el avance en el PIB sea de 7%, con una ligera desaceleración en el 2022, bajando a 4,9%.
El dinamismo estadounidense estaría por encima del de la economía internacional, cuyo alza este ejercicio sería de 6%.
No obstante, en las últimas semanas se ha venido incrementando el temor a que la propagación de la variante delta, y la necesidad de muchos países de reimponer parte de las restricciones que habían venido quitando, afecte el ritmo de la recuperación de naciones como Estados Unidos.
“No creo que la variante delta de la covid-19 sea responsable de la decepción de este trimestre. No obstante, mi gran temor es que la propagación de la pandemia a través de esta afecte severamente la producción del tercer y cuarto trimestre, pues incluso en áreas bien vacunadas como Chicago, las infecciones se están propagando”.
De momento, aunque hay ciertos nubarrones en cuando a la economía mundial y la de Estados Unidos, las entidades internacionales siguen siendo optimistas para el resto del año, y se espera que los procesos de vacunación sigan incrementando la resiliencia del repunte.
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