jueves, diciembre 31, 2020

El desempleo cede, pero movido por la informalidad

 


 


Tras el pico de 21,4% de mayo en la tasa de desempleo, este indicador sigue mostrando señales de recuperación y, en octubre, bajó a 14,7%. Sin embargo, el perfil de los puestos de trabajo que se están restableciendo se están concentrando en la informalidad y en los sectores que contratan mayoritariamente hombres. Los expertos reiteran la necesidad de implementar reformas estructurales.

Eso saltó a la vista ayer con los datos que reveló el Dane sobre el mercado laboral a octubre, en el que se ve que en octubre hubo una recuperación de 4,7 millones empleos si se compara con abril, uno de los meses con una caída más profunda en ese indicador.

Juan Daniel Oviedo, director del Dane, explicó que efectivamente el país ve una tendencia de mejora en el número de personas ocupadas y en reducción del desempleo.

Sin embargo, planteó que en la medida en que se va normalizando la situación del mercado laboral, se hacen más visibles problemas estructurales como el de la informalidad y la brecha de género, así como el deterioro de los ocupados en pequeños municipios y, recientemente, las zonas urbanas.

Para el caso de la informalidad, en octubre se ve que mientras hubo una variación negativa de 1,1% en el total de ocupados por cuenta propia, para los particulares esta fue de 11,7%, con 9,6 y 7,8 millones de personas, respectivamente.

Ante estos resultados, Oviedo afirmó que “el reingreso de la población a la ocupación se está dando más que proporcionalmente en la informalidad”, y que los particulares representan el 51,5% en la población ocupada, “y explican el 86% de la contracción".

Para Iván Jaramillo, del Observatorio Laboral de la U. del Rosario, esta situación se explica por “la ausencia de incentivos al tránsito a la formalidad, lo que determina la prevalencia de la informalidad y la dificultad para invertir ese indicador en el país”.

José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, resaltó que “ese es uno de los problemas estructurales de Colombia, y ahí se ve lo difícil que es para la economía crear puestos de calidad”, consideró.

Otro de los aspectos que se ven, en cuanto al efecto de la pandemia en el mercado laboral, es que los más golpeados en la pérdida de empleos son aquellos con bajo nivel educativo, así como los que pertenecen a unidades productivas de menos de 10 empleados, es decir, los micronegocios.

Por ciudades, también se ve que persiste un alto desempleo en lugares como Florencia (24,3%), Ibagué (23,1%), Tunja (22,7%), y Valledupar (22,2%). Y para las principales ciudades como Bogotá (19,1%), Cali (19,6%) y Medellín (16,9%), se ven tasas levemente mayores que las del total nacional.

Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, resaltó la mejora de la tasa de desempleo, pero comentó que la crisis ha incidido en un mayor número de desocupados en el comercio, así como en servicios relacionados con alojamiento, comidas y con las actividades de la economía naranja, artísticas y culturales.

LA BRECHA DE GÉNERO

Otro de los problemas estructurales que se están agudizando es el de la brecha de género en la materia. De acuerdo con el Dane, en octubre por cada dos hombres que salen de la ocupación, siete mujeres pierden su trabajo. Eso se evidencia en que mientras el desempleo femenino fue de 20,1% en octubre, el masculino fue de 7,8%.

De acuerdo con María Claudia Llanes, economista de BBVA Research, “en 2019 la diferencia en tasas de desempleo entre hombres y mujeres era de 5,5 puntos y, en octubre, se amplió a 9,4 puntos, siendo la de ellas las más altas. Es decir, que la brecha en tasa de desempleo se amplió en 4 puntos”, dijo.

En ese sentido, según Martha Elena Delgado, directora de análisis macro y sectorial de Fedesarrollo, se puede ver en los datos publicados por el Dane que el empleo para las mujeres se ha demorado mucho más en recuperarse y hay una tendencia al alza de la ampliación de la brecha de género.

“Eso demuestra que definitivamente tenemos que hacer algo en términos de política pública con el empleo de mujeres, porque también hacen parte del mercado laboral”, manifestó.

Por eso, los expertos coincidieron en la necesidad de pensar en salidas y reformas estructurales a problemas que el mercado laboral traía desde antes, y que se han acentuado por la pandemia. “Se necesita una política que tenga mayores incentivos a la formalización y a la creación de empleos para mujeres”, agregó Delgado.

“En suma, para la reactivación y el equilibro con las políticas sanitarias también resulta trascendental que la recuperación de los niveles de empleabilidad esté condicionada a su vez a la capacidad de consumo y la demanda agregada”, dijo Jaramillo.

Finalmente, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, resaltó que los datos también son clave para la discusión del salario mínimo que se adelanta por estos días. "No se puede perder de vista que este es un problema estructural que viene presentándose desde antes de la pandemia, razón para no olvidar las grandes reformas que el país debe enfrentar para contrarrestar la alta informalidad, y generar más trabajo formal para más familias colombianas", concluyó. 

LAS ZONAS RURALES

Aunque las más afectadas en términos laborales por la pandemia fueron las zonas urbanas, en los datos publicados ayer por el Dane se ve una recuperación más rápida de estas partes, que de los pequeños municipios.

Según Oviedo, eso se explica porque con la normalización del mercado laboral, saltan a la vista las dificultades que tenían esas zonas para la creación de empleo. De hecho, se ve que en octubre hubo una reducción del total nacional de ocupados de 6,7, para las principales ciudades de 7,6% y para otras cabeceras de 8,6%.

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