En ese mes, la tasa de desempleo fue de 16,8%. Hay optimismo, pero preocupan las grandes ciudades, informales y las mujeres.
Después de cinco meses con una tendencia al alza y un pico en mayo, la destrucción de trabajos por la pandemia detuvo su ritmo en agosto, con la recuperación de al menos 1,7 millones de puestos y una tasa de desempleo de 16,8% en ese mes. Y aunque los resultados son alentadores, expertos dicen que todavía quedan retos en materia de informalidad, brecha de género y desocupación urbana.
El Dane anunció que después de que se perdieran 5,3 millones de empleos en abril, esa reducción en agosto fue de 2,4 millones, y si se mira la serie desestacionalizada, que elimina los efectos de días festivos o temporadas vacacionales, por ejemplo, se ve que se recuperaron 1,3 millones de trabajos entre julio y agosto.
Para Juan Daniel Oviedo, director del Dane, la mejora del panorama del mercado laboral se explica por algunas medidas de reactivación, que se reflejaron en un leve repunte en las actividades de construcción, manufactura y agricultura.
Según un análisis de la dirección de investigaciones de Bancolombia de dichos resultados, “la recuperación habría sido liderada por el comercio y la reparación de vehículos y las actividades agropecuarias. Estos dos sectores explican casi el 50% de la mejora mensual (con ajuste estacional) de la ocupación, con aportes también importantes de la manufactura, el alojamiento y servicios de comidas, la administración pública, defensa y salud, y la recreación y servicios a los hogares como empleadores. Entre tanto, el transporte, la minería y servicios públicos, las comunicaciones y las actividades profesionales redujeron su cantidad de ocupados frente a julio”.
En ese sentido, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, dijo que es preocupante el caso del comercio, restaurantes y entretenimiento, porque allí se concentra la pérdida de 870.000 empleos frente a agosto del año pasado.
Además, si se mira por ciudades, Bogotá redujo el ritmo en el que se venían perdiendo puestos de trabajo, pues en abril se destruyeron 1,2 millones empleos frente al mismo mes del año anterior; en mayo 982.000, en junio y en julio más de 1 millón en cada mes, y en agosto ese dato fue de 537.000.
Cabe resaltar que algo similar se vio en Medellín, pues en abril hubo una pérdida de 447.000 empleos, mientras que en agosto la contracción fue de apenas 184.000.
Pese a esa recuperación en las dos zonas que más aportan al PIB del país, esas dos ciudades y Cali explican la mitad del incremento del desempleo en agosto, frente al mismo mes del año pasado. “Bogotá puso 1,85 puntos porcentuales, Medellín 0,53 pps, y Cali 0,4 puntos porcentuales del aumento de 6 unidades en la tasa de desempleo”, explicó el director del Dane. “Hay que hacer esfuerzos en las ciudades y es un llamado a alcaldes que mantienen restricciones porque le hacen un daño enorme al empleo y a la economía”, dijo Cabal.
Ante los resultados más esperanzadores que se publicaron ayer y en contraste con los de julio -cuando se vio la peor tasa de desempleo nacional desde el 2001 y un golpe histórico para el caso de las mujeres-, precisamente las brechas de género, la situación de los jóvenes y una mayor desocupación de las principales ciudades salta a la vista.
Según el Dane, la brecha en la tasa de desempleo entre hombres y mujeres mejoró con respecto a julio y fue de 8,3 puntos porcentuales en agosto, frente a 10 pps del mes anterior.
En cuanto a las 13 principales ciudades del país, estas aportaron la destrucción de 1,4 millones de empleos, de los 2,4 millones que se perdieron en total. Y algo similar se ve en el incremento de la informalidad, que fue de 1,5 puntos, y una tasa de desocupación para los jóvenes de 27,9%, superior casi en 10 puntos porcentuales a la nacional.
SIN BAJAR LA GUARDIA
Expertos y líderes gremiales destacaron ayer los resultados positivos que se vieron en el octavo mes del año. Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, manifestó que “en agosto se crearon 1,3 millones de empleos frente a julio, la cifra más alta desde que se tienen registros. Eso se explica con que este mes tuvo una importante reactivación producto de las medidas de apertura graduales. Pero todavía queda mucho camino por recorrer”.
De igual forma, María Claudia Llanes, economista de BBVA Research, llamó la atención sobre las medidas que se tomen en los próximos meses. “En adelante, a septiembre, esperamos un empleo dinámico, ya que las medidas restrictivas acabaron en agosto. Sin embargo, en este año el número de ocupados seguirá estando por debajo de los niveles anteriores a la pandemia”.
A su turno, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, advirtió que la caída del desempleo comparando el mes de agosto con julio no deja de ser una noticia alentadora, en el sentido de que la economía está demostrando que en la medida que se logren activar algunos sectores, estos son capaces de absorber mayores niveles de empleados y, por lo tanto, generar mayores ingresos para las familias. “Esto ratifica la importancia de un plan de salvamento y reactivación de compañías”, apuntó.
MÁS MUJERES EN OFICIOS DEL HOGAR
Si bien la brecha de género se redujo a 8,3 pps en agosto, las diferencias persisten. Una de las revelaciones en las que hizo énfasis el director del Dane ayer es que las mujeres que están entrando en la inactividad se están dedicando a los oficios del hogar, pues del aumento de 1,6 millones de inactivos, 1,2 son aquellas que quedaron en los oficios del hogar, situación que ya se veía antes de la pandemia. El otro punto es que para las personas ocupadas, las mujeres están dedicando 28 horas semanales a tareas del hogar, y los hombres 12.
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