De esta manera tendrá mayor control sobre esas decisiones que a largo plazo, lo llevarán a obtener mejores resultados respecto al capital invertido.
Germán Cristancho gerente de investigaciones económicas y estrategia de Davivienda Corredores
Es común encontrar que las personas que empiezan su recorrido hacia el mundo de las inversiones en mercados financieros, se enfrenten a numerosas dudas. ¿Tendré los conocimientos necesarios?, ¿será suficiente el dinero que tengo disponible?, ¿por dónde debo empezar? Incluso, se percibe erróneamente este tipo de inversiones como una actividad de altísimo riesgo, y en la que la suerte es un ingrediente clave.
Es importante reconocer, que son muchas las herramientas que hoy la tecnología pone al servicio de los inversionistas para apoyarlos en esta labor, que a su vez, se suman a la amplia oferta de asesores y entidades financieras, a través de las cuales, es posible realizar inversiones en múltiples alternativas. De hecho, en compañías comisionistas de bolsa como Davivienda Corredores, se ofrecen múltiples alternativas e instrumentos en Colombia, y en los mercados internacionales, tanto por medio de inversiones directas, como a través de fondos de inversión colectiva, que cuentan con ventajas como la diversificación de las inversiones que realizan, y el aporte de profesionales con una larga trayectoria, que se encargan de administrar el dinero, y tomar las mejores decisiones, acorde a las condiciones presentes en los mercados financieros.
No obstante, todo lo anterior, se hace necesario profundizar sobre un concepto básico, pero definitivo a la hora de invertir el dinero, y que le ayudará a transitar más fácilmente, por las amplias autopistas de información, y alternativas de inversión disponibles en el mundo de hoy.
Piense en negocios y no en activos financieros. Es claro que cuando una persona decide invertir su dinero, uno de los principales objetivos que tiene, es lograr rentabilidad con su capital. Ahora, resulta llamativo que los criterios para decidir si un negocio es bueno o no, tienden a cambiar si se habla de una inversión que se hace en los mercados financieros o fuera de ellos. En otras palabras, una persona opta por analizar de manera distinta, cuando alguien le propone que monten un negocio, a cuando considera comprar acciones en la bolsa. Al final, en ambas situaciones, está en juego lo mismo; y es la posibilidad de convertirse en socio de un negocio que quisiera que fuera rentable, para que le vaya bien, y que la persona con la que se va a asociar, le genere la suficiente confianza como para poner su plata allí.
Lo mismo ocurre si en lugar de que le planteen ser socio, le piden la plata prestada, ya que lo que está en juego, es si esa persona estará en capacidad de devolverle su plata, y qué intereses le va a pagar. Esto en el mercado financiero, es lo que mejor se asocia a la inversión en renta fija a través de instrumentos como bonos o CDTs, en los que el tomador del dinero es el gobierno, una entidad pública, o una empresa.
Si se logra ser consciente de esto, empezarán a aclararse las condiciones que como inversionista o acreedor, se requieren para destinar el capital a ese negocio y, por lo tanto, las preguntas que se plantearán, serán muy distintas. Por ejemplo, ¿es un negocio rentable?, ¿entiendo el tipo de negocio que me están planteando?, ¿qué futuro le veo?, ¿qué riesgos tiene?, ¿quién me lo está planteando? Así, aunque suene muy básico, esto es determinante para poder tener el control de las decisiones que se toman sobre los ahorros, y entender perfectamente, qué esperar de estas.
¿Entonces no existe ninguna diferencia entre las alternativas de inversión disponibles en los mercados financieros y fuera de ellos? Sí, ¡existen! Una de las principales, es que en los mercados financieros, es mucho más fácil encontrar una referencia de precio, de lo que alguien más está dispuesto a pagar por las inversiones, y eso hace que constantemente, se pueda ver cómo fluctúa el valor que obtendría si decide venderlas, lo cual no implica necesariamente que esté perdiendo o ganando más o menos. Otra forma de verlo, es que cuando se hace una inversión en un inmueble, este también puede subir o bajar de precio, sin embargo, no hay un sistema que esté informando frecuentemente, cuánto está alguien dispuesto a pagar por ese activo y, por lo tanto, la percepción de que es mucho más estable, se incrementa. Esto es lo que comúnmente se asocia a la liquidez y volatilidad de las inversiones en activos financieros, pero nuevamente, no se debe perder de vista el tipo de negocio que se decidió hacer, que es lo realmente importante respecto al capital.
Finalmente, es esencial resaltar que cuando se tiene claridad del tipo de negocio en el que se decide involucrarse, la racionalidad de las decisiones aumenta significativamente, y hace que el riesgo de tomar acciones apresuradas o emocionales, sobre todo en momentos de alta incertidumbre como los generados en el contexto del COVID-19, sea mucho menor y lleve a que muy probablemente, los resultados de esas inversiones, sean mejores, y demuestren el resultado de decisiones pensadas a largo plazo, que se ajusten a esos intereses y objetivos de vida.
https://www.portafolio.co/contenido-patrocinado/piense-en-negocios-y-no-en-activos-financieros-540146
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