El Presidente Iván Duque parece estar mal asesorado, en la última semana ha perdido cuatro pulsos, que no solo debilitan su posición política en Colombia, sino que lo dejan mal parado a nivel internacional.
Pulso uno: En abril de este año, Álvaro Leyva e Iván Cepeda formularon un derecho de petición en el que solicitaban información sobre la radicación de los informes de las negociaciones entre el Estado Colombiano y el ELN ante la ONU.
Aunque desde Presidencia se negaron a dar solución de fondo a la petición, el pasado 4 de mayo, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, le dio la razón a quejosos y ordeno al Presidente de la República que en el término máximo de cinco días hábiles siguientes a la notificación, responda de fondo a la petición presentada.
Pulso dos: Luego de conocerse una carta enviada por la Cancillería a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, en la que solicitaba cancelar la audiencia programada para el nueve de mayo, entre ese organismo internacional y la Presidenta de la JEP. Se conoció el día de ayer que el gobierno de Iván Duque fue derrotado nuevamente y la Comisión atenderá en privado a Patricia Linares para que dé cuenta sobre la implementación de la Justicia Especial para la Paz.
Pulso tres: Después de un desgaste parlamentario sin presentes, el Presidente perdió el pulso de las objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP, hundidas en la Cámara de Representantes y con la mayoría de votos en contra desde el Senado de la República, siendo muy probable que la Corte Constitucional hunda la intención de cambiar el articulado de esta ley.
La discusión causó tal daño al gobierno, que mientras en Cámara, un Representante del Centro Democrático solicitó la renuncia de la Ministra de Justicia, en Senado, no logró sumar los apoyos del Partido Liberal ni del Partido de la U, aunque estas dos colectividades, se declararon partidos de gobierno en agosto del año pasado.
Pulso Cuatro: El Presidente Duque no ha podido frenar la ola de amenazas y asesinatosa líderes sociales, al día de hoy, van 982 dirigentes amenazados y 145 han perdido la vida.
El atentado de este fin de semana en el Norte del Cauca contra Francia Márquez, ganadora del “nobel” por sus acciones para proteger el medio ambiente, prendió las alarmas a nivel internacional. El ataque, en el que resultaron heridos dos escoltas, generó mensajes de solidaridad por parte de la ONU y de personajes como la Nobel de Paz, Rigoberta Menchu.
Es claro que desde la comunidad internacional son conscientes del genocidio que avanza en el país, a pesar de esto, no existe un plan eficaz que brinde seguridad a los líderes sociales en Colombia, un pulso perdido, que cuesta vidas de inocentes.
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